Capítulo 2. ''El moreno''

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Estábamos ya entrando al lugar, yo iba de las primeras, me seguía All y más atrás venía mamá. Me quede un momento de pie inmóvil. Lo único que se movía eran mis ojos, buscando un lugar en donde pudiéramos sentarnos, o a algún garzón que nos ayudara. Pude observar lo grande que era ese lugar, cosa que me sorprendió bastante, ya que cuando me estacioné fuera del, lo único grande era su publicidad. Era algo elegante, tenía en las paredes, tapices de pintura a la antigua, y había grandes pilares de mármol por casi todo el sector. Se lograba oler un muy buen olor, pero no había mucha gente, o al menos el lugar era muy grande.

-Buenas noches, ¿Buscan cenar? -Interrumpió en mis pensamientos muy inesperadamente un chico moreno, alto, guapo y de ojos marrones.

-Sí, por favor -Respondí un poco asombrada por su reciente presencia.

-Síganme - Ordenó amablemente el moreno, a lo que nosotras obedecimos. Nos llevó a una mesa un poco apartada de la entrada. Tenía disponibilidad para cuatro, pero noté que ninguna tenía para tres, así que quitó una de las sillas sobrantes. Terminando esa labor, nos miró y nos hizo un gesto caballeroso invitándonos a sentarnos. Mientras avanzamos empezó a decir:

-Buenas noches, mi nombre es Zayn y esta noche estaré a su disposición, si tienen cualquier tipo de consulta no hace falta llamar -Terminado eso, nos pasó la carta a mí y a mamá, volviendo a hablar:

-Vendré en cosa de minutos para tomar su orden. Con su permiso, vuelvo luego. –Dijo el moreno. Vestía un traje negro con una camisa negra debajo y un pequeño corbatín en ella.

-Gracias. –Le Dije sentada ya al lado de Allie y al frente de mamá, mientras él me regaló una muy bella sonrisa, y se marchaba tal como nos había dicho.

-Bueno, yo tengo mucha hambre así que podría comer de todo. –Dije entre broma a mis dos acompañantes. Estas rieron.

-Yo quiero Papas fritas con pescado. –Soltó mi hermana.

-Pero All, puedes comer Pescado con papas cuando quieras en casa, ahora puedes ordenar otra cosa. –Mi mamá intentaba convencerla.

-Mamá, me gusta el Pescado con Papas fritas. –Se defendió la pequeña con una sonrisa entre dientes.

-Está bien. –Habló  mi madre rendida,  Allie era una niña que jamás se daba por vencida, la conocíamos, ambas sabíamos quien ganaría en esa discusión. Amaba esa fuerza en mi hermana, eran las fuerzas que me daba ella para seguir adelante.

-Yo ordenaré Lasaña Española. –Decidió mi madre aun observando la carta en su mano.

-Bien, comeré ensaladas y pescado. –Me decidí yo.  Le hice señas al garzón para que se nos acercara.

- ¿Decidieron ya señoritas? –Preguntó él. Me detuve a observar en cómo él me observaba, cada facción de mi pálido rostro.

- Sí señor -Comencé a decirle mientras le entregaba los menú  -Un plato de Ensaladas y Pescado, otro de Lasaña Española, y otro de Papas fritas con pescado también. –Finalicé  el pedido mientras él tomaba nota en una pequeña agenda en su mano  y asentía a todo lo que yo decía.

- ¿Bebidas o Jugos? -Dijo él.

- Tres jugos de fresa. -Le respondí enseguida, siempre que salíamos a cenar a fuera de casa las tres bebíamos lo mismo. Jugo de fresa.

-Muy bien señoritas, su orden estará lista enseguida. -Nos regaló otra sonrisa mientras se marchaba.

Cuando el chico moreno se alejaba, nos quedamos en total silencio, cada una observaba el lugar. Pasaron unos dos minutos y All interrumpió en momento que habíamos creado.

- ¿Cuándo iremos a la playa? –Me preguntó con esa mirada incesante, impaciente.

- Podrían ir mañana, yo quisiera salir a buscar trabajo. –Dijo mamá aprobando la idea.

- No. Aun falta mucho por desempacar y ordenar en la casa, además hay que asearla e ir al supermercado a comprar los comestibles de la semana. –Hablaba decidida, negando con la cabeza.

- Por favor Mo. -Me dijo All. -Vivimos en la playa y no vamos a ir. Que tonto. –Bufó la pequeña con cara de enfado.

- No vivimos en la playa. –Dije  casi pellizcando suavemente su nariz. -Vivimos al lado de la playa. Pero. Si prometes ayudarme con las cosas mañana, podríamos ir por la tarde. –Le Dije cambiando de parecer.

- ¡Lo prometo! –Gritó con una sonrisa enorme, que permitía ver esos grandes dientes blancos que siempre le decía que tenía que cuidar.

Volvieron a transcurrir un par de minutos, y vi al chico llegar con una bandeja plateada en su mano, con nuestras órdenes en ella. Nos las pasó delicadamente a cada una la que habíamos pedido, dejando los jugos a un lado y los cubiertos y las servilletas al otro.

-Disfruten su cena. –Nos deseó el moreno.

- Gracias Zayn. -Le dije observándolo, realmente era atractivo.

Comimos, y al cabo de un rato, ya habíamos terminado. Llamé al chico que nos atendió para pedir la cuenta. Saldamos el dinero, y le agradecí al chico por su amabilidad, le entregué su propina por atendernos, despidiéndome del amablemente. Por su forma de hablar, pensé que era un agradable hombre.

Mientras nos íbamos, sentí su mirada en mí. Lo ignoré, cruzamos la puerta y nos encaminábamos a la camioneta estacionada afuera, todas queríamos llegar a casa, había sido un día agotador.

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Mi Debilidad |Liam Payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora