Capítulo 22. ''Te quiero Liam''

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- ¿Tienes planes de estudios, pequeña? -Preguntó Liam observando el mar, inhalando ese aroma a arena húmeda en la que nos encontrábamos sentados, el detrás mio y yo en su regazo.

- No aún. -Dije disfrutando del momento que Liam me hacía pasar.

- ¿Aun? -Preguntó de nuevo.

- No aun. -Confirmé. -Pero quiero estudiar en la universidad más adelante. -Dije.

- ¿Qué quieres estudiar? -

- Me gustaría ser editora.- Dije con anhelo, con esperanzas.

- ¿Te proyectas? -

- Sí. Me veo en un par de escribiendo el artículo principal de la revista Cosmopolitan.  -

- Lo conseguirás. -Dijo dejando un lento beso en mi cuello, sus manos aun seguían en mi hombro, enlazadas. Nuestros cuerpos seguían produciendo un calor, un calor que me hacía vivir, respirar el aire que ambos necesitábampos.

Y así estuvimos unos minutos, Liam se levantó y extendió su mano, él quería ir a caminar. Me puse de pie y acepté su oferta sin necesidad de decir ninguna palabra.

Comenzamos a avanzar un poco más hacía la arena humeda, esta ves yo iba adelante.

Llevaba mis ballerinas en la mano, y sentí los brazos de Liam rodear mi cintura.

Todo era sensacional, la noche era sólo nuestra, las pocas estrellas que habían, brillaban sólo para nosotros, y la Luna era nuestra única compañia.

El perfume de Liam se confundía en el aire con el olor a mar, pero cuando llegaban a mis fosas nasales me embriagaban por completo todo mi interior.

Las manos de Liam descansaban en mi estómago, así al mismo tiempo me protegían, siempre lo sentía así.

- Me agrada conocer a este Liam. -Dije respirando el aire de aquella noche, rompiendo el agradable silencio que siempre se quedaba junto a nosotros. Escuché su risa.

- ¿A qué Liam conocías antes? - Preguntó él.

- Tu sabes, a ese chico engreído de antes. -Dije riendo, acariciando sus manos con la mía, para hacer que mi broma no fuera tan pesada.

- ¿Engreído? Tu eras la engreída. -Dijo dejando besos en el extremo de mi cabeza, riendo tambien.

- Mis razones tenía. -Dije inclinando mi cabeza para encontrar con mis ojos los suyos.

- ¿Tan malo era? -Liam hizo un gesto con su boca, como queriendo recibir un »no« de respuesta, aunque creí en un principio que seguía bromeando, que nuestro juego de palabras seguía en pie, me encontré preocupación en sus ojos, me encontré unos ojos miel oscurecidos.

- No, claro que no. -Dije acariciando su mejila con mi palma, sin mover mi cuerpo, era solo mi cabeza la inclinada hacia arribanpara encontrarme con la de Liam. -Es sólo que no te conocía. -Terminé intentando hacer desaparecer ese oscuro color en sus ojos que jamás me había gustado ver.

Al oir mis últimas palabras, Liam besó mi frente, y esta vez -como muchas otras- sentí la necesidad de encontrarme en su boca, de sentirlo más dentro de mi. Me di la vuelta en su cuerpo y busqué sus labios con mi mirada, luego miré en sus ojos, ahora brillaban. Noté como Liam se acercaba y cerré mis ojos, hasta sentir el contacto cálido por segunda vez en mi vida, ese beso que sólo Liam hacía que me estremeciera por completo.

Está vez ambos lo deseábamos y con tantas ansias que se convirtió en un juego de labios mordiendose, salvaje y osado. Me agradó, pude darme cuenta de la energía y fuerza que me daba.

Mi Debilidad |Liam Payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora