Mi Debilidad |Liam Payne|

Capítulo 32. ''Volveré pronto''

Liam de todas formas me llevó a casa para recoger mis cosas. Ropa, cepillo dental y mis útiles de aseo.

Cuando le expliqué a mi madre que me quedaría junto a él esta noche, hizo un gesto dudoso debido a la conversación que habíamos tenido esa mañana. Aun así, no hizo muchas preguntas con respecto al tema.

Cuando llegamos a casa de Liam era casi medianoche.

Me sorprendió encontrar a Zayn en el sofá viendo televisión. Él también se sorprendió de verme entrar por la puerta.

- ¡Mo! –Gritó  mi nombre alegremente mientras se nos acercaba.

- ¡Zayn! –Le  grité mientras recibía un reconfortante abrazo de su parte.

Liam le saludó de la misma forma. ¿Podría sentirme más a gusto con estos dos chicos en mi vida? Eran prácticamente hermanos, sé que se confiaban todo, que no había secretos entre ellos aunque no olvidaba ese »Hay veces en las que ni siquiera confía en mí. Duele« de Zayn.

- Hermano, no sabría que vendrías con Mo. –Dijo  riendo inocentemente.

- Yo tampoco. –Dijo  imitando su sonrisa. Su mano se adueño de mi torso y dejó un corto beso en mi mejilla. -Pero me encanta. –Terminó  diciendo.

Zayn nos miraba con ojos de » ¿Cuándo me toca a mí?« Reí para mis adentros. 

- ¿Dónde está papá? –Le  preguntó mientras inspeccionaba la sala. Ni huellas del hombre.

- Está afuera. -Dijo Zayn incrédulo de sus propias palabras.

- ¿Afuera? –Los  ojos de Liam se abrieron en una milésima de segundo.

- Sí. –Zayn  parecía no creer en sus palabras.

- ¿Cuánto rato lleva fuera? –Liam  tomó mi mano y nos dirigíamos hacía afuera, por una puerta en la cocina por la cual nunca había salido.

- ¿Cuál es el problema con que esté a fuera? –Le  pregunté mientras él giraba la manija de la puerta.

- Casi nunca sale de la casa, esto es tan extraño. –Dijo  ahora buscando con la mirada a su padre.

Cuando salí al exterior que nunca había visto antes, había un jardín realmente hermoso y estaba bien cuidado.

Una gran variedad de arbustos con rosas de variados colores, arreglos florales cubrían el césped. Un pequeño camino de cemento apedreado conducía hasta una mesa de terraza. El señor Clouston  se encontraba sentado ahí, viendo la oscuridad de las ramas del árbol que le cubría la cabeza.

- Papá – Anunció  Liam su llegada suavemente mientras le tocaba el hombro. El señor Clouston se dio vuelta y sonrió levemente. -¿Qué haces aquí? –Liam intentaba sonar suave, pero cuando hablaba o intentaba mantener una conversación con el hombre, solía tener un aire de frialdad en su tono de voz.

- Yo… solo he querido salir a respirar aire. –Dijo pausadamente, como él hablaba generalmente.

El jardín trasero era realmente sobre acogedor. Miles de lucecitas blancas resplandecían toda la naturaleza pura que contenía aquel lugar. Mi mirada logró divisar un silla de columpio un poco más allá del árbol.

Definitivamente si yo tuviera un lugar así en casa, mi tiempo lo derrocharía recostada en aquel lugar leyendo mis novelas medievales o pasando el tiempo con Allie, disfrutando simplemente de la vida.

- Mo se quedará hoy. –Le anunciaba Liam mientras se giraba para verme. Sus ojos brillaban aún más en este hermoso lugar. Su cabello peinado hacia arriba era algo que amaba cada día más.