Capítulo 45, parte 3 "Zayn, puntos de vista"

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*Flashback.

- Vamos. Dámelo -Le dije a Niall en un tono retórico, frenético. Las alucinaciones que aún tenía dentro debido a las drogas de hace un rato todavía tenían algún tipo de efecto en mí.

- Ya déjalo. Sólo me queda este. Lo estoy guardando y no para ti.- Me respondió seco, sin ánimos de lucha. Ni siquiera me miró.

- Imbécil. -Le escupí en la cara.

El sonido de mi móvil me hizo quitar la vista del rubio. Era un mensaje de Liam.

''Amigo, mañana podríamos ir a buscar a Mo y a Allie. Llevarlas a la playa. Cuando tu noche termine ven a mi casa. Te quiero, bro'' 

Lo ignoré, aunque si lo haríamos. Por Mo, por Allie.

Tenía una combinación de sentimientos en mi interior, tenía rabia por lo que sucedía. Y no me gusta mezclar mis cosas, me refiero a, problemas personales con los problemas de amigos. Pero ahí estaba, sin poder olvidar aquél diálogo con mi mamá esa tarde.

"Tendrás que aceptarlo. Es tu padre, es él quien te mantuvo con vida mientras yo no podía hacerlo. Tendrás que aceptarlo"

"¿Cómo puedes seguir viéndole a la cara sin asco? Estás ciega, no quieres ver con tus ojos el daño que te estás haciendo al permitirle entrar aquí"

" No tiene a dónde ir, Zayn. Tu padre está sólo y sin dinero. Tenemos que ayudarlo"

" Él jamás te ha ayudado, entiéndelo ya. Lo único que ha hecho por ti es convertirte en alguien débil, en alguien dependiente del dolor. En alguien masoquista por donde se te mire"

"Deja de hablarme de aquella forma. Soy tu madre y merezco respeto"

" Pues perdona que te lo diga, pero no sé qué respeto quieres trayéndolo a él a vivir aquí"

" Basta. Ya he tomado una decisión"

"Bien. Realmente me gustaría ayudarte, pero esa venda que tienes en los ojos no la puedo quitar. Nos vemos mamá".

La exasperación aun estaba presente. Incrustada en cada centímetros de mi piel. No podía dejar de pensar en cómo afectaría el que me haya rendido en aquella discusión. Jamás me permití ver cómo él abusaba físicamente de mi mamá. Oía siempre aquellos gritos y gemidos sin escape, dando eco en las paredes de la casa sin poder salir.

- Hey, DJ. -Harry me sacó de mis silenciosos pensamientos. Volví mi vista hacia él y a todo el grupo. No me di cuenta de cuán preocupado seguía por mi madre y mis hermanas. Yo no sabía nada de mi padre desde hace ya, bastante tiempo, pero estoy seguro de que no ha cambiado en nada y sigue siendo el mismo mal nacido que era cuando decidió irse de la casa.

- Vamos, Malik ¿Qué pasa contigo? -Niall abrió la boca.

- ¿Me vas a dar pasta, si o no? -Le pregunté molesto. Las ganas de seguir allí con los chicos se habían esfumado como si nada.  Quería hierba y nada más, nadie más.

- ¡Que no! ¡Que es para mí! -Gritó.

- Vete a la mierda.

Me levanté del círculo y me abrí paso entre el círculo humano. Antes de irme le pregunté a Harry por Tobias, el de las carreras clandestinas. Me dijo que si estaba en la ciudad, pero que no en el Varey Street, porque la policía había hecho una limpieza por los callejones de la ciudad, que se había trasladado con toda su gente a Mclay's.

Entonces mi rumbo era ahora, la calle Mclay's. Me dirigí hacia allá en mi moto.

*

Me costó encontrar un auto. Nadie quería prestar su propiedad y lo entendía, pero yo quería correr. Recuerdo que, hace dos años corrí la mejor carrera de mi vida y fue con Liam. No fue aquí, claro. Pero la adrenalina que ambos sentíamos y la experiencia de la velocidad y la rapidez en nuestras manos fue algo increíble.

Cuando me encontré a Tobias, él fue como siempre. El de siempre.

- ¡Hermano! Tanto tiempo ¿Cómo estás? -Sí. Era el de siempre. Su timbre de voz era excesivamente alto, en contraste con el mío. 

- Bien, intentado sobrevivir. -Articulé dándole un abrazo de amigos, de hermanos. 

- ¿Y bien, negro? ¿Qué buscas en Mclay's? -Cuestionó Tobias cruzándose de brazos.

- Quiero correr. -Si quería hacerlo. La adrenalina que sientes cuando presionas fuerte el pedal y ves el mundo pasar ante el cristal que te separa del aire. Te encierras en el vehículo y no sabes nada más, no deseas nada más que correr, llegar lejos hasta donde nadie pueda encontrarte, y ganar. Ganar por sobre toda las cosas.

- ¿Si? -Rio para si mismo-. ¿Quieres des ahogarte o algo así? Muchísimo tiempo que no te veía, amigo.

- Si, puede ser. Quiero libertad esta noche. 

- Veinte minutos. Préparate.

Lo hice. Me apunté en la lista. El auto era prestado, no era uno de carreras precisamente, pero yo sólo buscaba divertirme. La carrera duraría unos siete u ocho kilómetros, no conocía las calles pero no era complicado seguir los callejones de Mclay's. 

Cuando estuve listo, mucha gente ya estaba en los al rededores de las calles. Adolescentes bebidos con botellas de cervezas en sus manos, gritando y animando a los corredores. Éramos tres. Fui en dirección al auto, entré en el coche y esperé a que la esbelta y proporcionada rubia diera el inicio.

- Hey, amigo. Gana esta carrera y luego nos perdimos por ahí. Como en los viejos tiempos. -Dijo Tobias asomándose por mi ventana. Su sonrisa era plena. Estaba totalmente dispuesto a pasar la noche en busca de más diversión por ahí, conmigo. 

Y me hubiera gustado que las cosas hubiesen sido así. Divertirme por la noche con Tobias y al siguiente día con Liam, Mo  y la pequeña. Como estaba planeado.

Pero no fue así.

El destino no lo quiso.

*Fin del flashback.




Mi Debilidad |Liam Payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora