Mi Debilidad |Liam Payne|

Capítulo 48. ''¿Nos estamos despidiendo?''

Su expresión es apaciguable. Pocas han sido las veces en que había visto inquietud en su rostro. Dos o tres veces. La primera de ellas cuando estábamos en Molly's Has e iba acompañado de su padre. La segunda que recuerdo, fue cuando el chico del cerro en el que Liam me pidió ser su novia se acercó a coquetear conmigo y entonces Liam le golpeó.  Otra que guardo en mi memoria es aquella vez en que me decía te amo y por alguna razón él estaba extraño.

Ahora es diferente.

Ahora yo también estoy extraña.

Nuestras miradas se cruzan al instante en que abro la puerta. Su rostro está tan cerca del mío, su cuerpo casi rosa mi torso pero, aún así, siento como si estuviera a kilómetro de mí. Inalcanzable.

Ha pasado mucho en un par de días. Jamás creí que las cosas pueden venirse encima en tan poco tiempo.

— ¿Quieres pasar? -Le pregunto intentando sonar tranquila, aunque por dentro estoy luchando conmigo misma por mantenerme en pie.

- Por favor. -Casi susurra. ¡Dios mio! Me siento tan lejana a él, tan distante que duele. Es como si mi pecho se abriera y se partiera en dos a partir de una pequeña fisura. Es como si me faltara algo dentro que no me deja respirar. Es algo similar.

Entra y busca el sofá.  Observa la sala de estar como si no hubiera estado muchas veces aquí antes. Como si tuviera que pedirme permiso para sentarse.

Una daga al corazón.  Otra, de hecho.

- En realidad, Mo.- Titubea al hablar mientras desliza su mano por sus vaqueros intentando eliminar el sudor que emana de ellas.- Siento que hay mucho de que hablar, pero hay algo que me tiene preocupado.

- ¿Si? -Le pregunto mientras busco donde sentarme. Elijo su sillón. Elijo estar a su lado.

- Sí. -Afirma nerviosa, mirándome nervioso.- ¿Has pensando en que a Zayn pueda ocurrirle algo mientras no estás? 

Su pregunta me deja algo sorprendida. He pensando bastante en Zayn y me preocupo por él, aunque estoy consciente que mañana tomo un vuelo que me lleva a más de mil kilómetros de mi amigo.

- Uhm... ¿Tú dices que puede ocurrirle algo? ¿Algo grave?

- Pues, no lo sé. He ido ayer y hoy al hospital a ver cómo está.  El doctor dice que está bien, que no corre riesgos. Pero aún no despierta. Zayn no tiene a muchas personas más que los de su pandilla y nosotros.

- Lo sé. ¿Su madre sabe que está en el Hospital?

- Sí. Ha llegado esta mañana. -Es frío. Es frío o está dolido. No puedo descifrar con exactitud cuál de las dos.

- Ah. -Musito ligeramente. - ¿Y Zayn ha hablado contigo?

- Él no ha despertado. -Dice después de mirarme y hacerme sentir como si hubiera hecho algo malo.

- Oh.

- Me gustaría que fueras a verlo antes de... ya sabes. Me gustaría que estuvieras con él y puedas despedirte.

Sus palabras son estacas directas a mi pecho. Tengo un dolor psicológico tan grande en mi pecho y no se va. Se está instalando en él y no sé cuando pueda salir. No sé si algún día salga si todo esto va a pasar.

No sé si algún día pueda recuperarme de dejarlo ir. No sé si pueda volver a sentir algo parecido a lo que sentí por el chico de ojos miel que desde un principio hizo que mi mundo tuviera otro sentido. Él hizo que mi mundo diera una vuelta en trescientos sesenta grados.

¿Qué podrá pasar ahora?

El tiempo en que guardo silencio y pienso en las cosas más oscuras de mi mente Liam se mueve del asiento. Se pone de pie y me mira. Mis ojos encuentran los suyos.