Capítulo 10. ''Liam, Liam Payne''

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Había perdido de vista a mi amigo, pero por más que luchara, mis ojos sentían la necesidad de observarlo. En una lucha inminente conmigo misma, lo observaba, siempre tenía el rostro tan serio. La pose en la que estaba apoyado en aquel árbol, con ambas manos en dirección hacia atrás, una de sus rodillas y muslos  flexionados en el árbol, y con esa vestimenta me hizo parecer que después de lo grosero y posesivo que fue conmigo, se veía lindo. Traía una polera blanca, jeans negros ajustados y unas converse. Se veía guapo, por más que Payne fuese un total cretino e idiota, tenía que admitir que era guapo.

''Basta Mo'' Pensé para mí, yo había dicho algo, sacaría a Payne de mis pensamientos, de mi vida, sea como sea. Volví al mundo real, volví a la fiesta, y comencé a mover mis piernas afuera del lugar, quería salir un poco, distraerme a mirar al oscuro cielo de la noche. Intenté no mirar a Payne, pasar desapercibida, aunque a pensé que a él no le importaría mi presencia. Mi cabeza iba fija en la puerta de salida del jardín, y fue entonces, mientras me dirigía hacia afuera, que noté a Payne moverse, caminando hacía mi.

Liam, puntos de vista*

La chica se veía tranquila, no de fiestas. Quizás yo ya la estaba juzgando, y ni siquiera la conocía. La reconocí por su largo y brilloso cabello castaño. Iba de espaldas a mí, pero decidí salirme de mis pensamientos e ir hacia donde ella.

- ¡Hey! –Di  un leve grito para que voltease, pero no lo hacía, seguía caminando, más rápido, creo que se dirigía hacia afuera, pero ¿por qué? - ¡Niña! –Grité  más fuerte. Se dio vuelta, paró en seco y me quedó viendo unos segundos. Observó que iba hacia donde ella, y aumentó la velocidad de su ritmo. Estaba huyendo de mí. Decidido aumente mi ritmo junto con ella, mis pasos más largos me permitieron alcanzarla, estando ambos afuera de la casa.

-¿Puedo hablar contigo? –Le  susurré  mientras tomaba uno de sus brazos, intentando no hacer fuerza contra ella. Volteó a verme, me encontré esos grandes ojos azules que había visto temerosos alguna otra vez. Ahora brillaban, tenían un brillo especial. Me gustaban los ojos de la chica.

- Solo quiero hablar contigo, por favor. –Mi  voz sonaba a súplica.

- ¿Qué necesitas? –Me  respondió fríamente. No me agradó, yo sabía que le provocaba nerviosismo, pero no del bueno.

- Quería disculparme. –Solté  rápidamente. ¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué tenía la capacidad de cambiar mi forma de ser? Yo no pedía disculpas a la gente. Si el error está hecho, no hay nada más que hacer.

- Ah, bueno. ¿Puedes soltar mi brazo por favor? –Me  dijo recobrando la seguridad y confianza que había visto en ella antes de mi comportamiento.

- Si claro. –Dije  asintiendo, separando mi grande mano de ella.

Logre su pecho subir y bajar a un ritmo acelerado.

- Creo que actué como un mediocre. Sucede que no me gusta que me pasen a llevar. –Le  expliqué.

- Mi intención en ningún momento fue pasarte a llevar. –Murmuró  con esa suave voz, que convulsionaba en mi, y me hacía sentir extraño al escucharla.

- Intentabas proteger a tu hermana, ¿Verdad? –Ella  asintió.  -Te comprendo, se lo que significa eso. Pero fue un accidente. –Intentaba remediar el error.

- Ella me lo ha dicho, no te preocupes. –Me  sonreía, de una forma muy linda. Tenía una bella sonrisa, encajaba a la perfección con su cara. Las facciones de su cara, eran muy definidas. Era una chica hermosa, que producía en mis raras sensaciones.

- En realidad, todavía recuerdo la escena. –Comencé  a decirle -Lo lamento enserio. –Sus avellanados ojos se posicionaron en mí, pero no lograba descifrar qué querían decirme.

- En realidad, se llama culpa. Es un sentimiento que tienes cuando sabes qué hiciste algo malo. ¿Comprendes? –Me  dijo con un tono de sabelotodo. No me molestó mucho, pero no estaba acostumbrado a este tipo de conversaciones, más bien, no estoy acostumbrado a las conversaciones.

- No, no es culpa, es que sentía la necesidad de disculparme. –Seguía intentando la forma correcta de llevar esta conversación a una disculpa y a un disculpado, pero ella no me lo permitía.

- Es lo mismo, Payne. –Alto, me llamó por mi apellido.

- ¿Cómo sabes mi apellido? –Dije  intentando sonar incrédulo, pero ya sabía que la chica había preguntado por mí, mi amigo Zayn me lo había dicho. Noté en ella nerviosismo otra vez, sus mejillas se tornaron rosa, más de lo normal.

- Am, yo, hum, es... –Levanté  una ceja, esperando su respuesta. Me gustaba ponerla en estas condiciones. –Escuché  como te nombraba alguien el otro día. –Mintió rápidamente.

-¿Cuándo? ¿cuando no dejabas de mirarme en Molly's has? –Sus  mejillas no podían estar más coloradas. Me gustaba la situación

- Ah tranquilo chico, no eres el único hombre en este mundo. –Me  dijo dándole un par de suaves golpes a mi pecho.

- ¿Entonces por qué me sigues? –Le  pregunté sarcásticamente.

- Ha, ¿Seguirte yo? Claro, es que estoy tan al pendiente de ti. –Me  dijo aun más irónicamente que yo.

-Me logro dar cuenta. –Le  guiñe un ojo, y ella reía, nuevamente lo hacía. Era la sonrisa más linda que había visto.

- ¿Viniste a disculparte o demostrarme lo egocéntrico que eres? –Preguntó segura de sí, pero yo aun podía notar que los nervios le seguían a flor de piel.

- Ah disculparme, ¿Estoy disculpado ya? –Le dije mirándola a los ojos. Por alguna razón ella evitaba nuestro encuentro.

- No, tu egocentricidad sobrepasa mis límites.-Bromeó  sobre mí. Un silencio se hizo presente, pero no me incomodó.

- Liam, Liam Payne. –Comencé  nuevamente esperando su respuesta.

- Mo Edwards. –Me  sentí bien al saber su nombre. Pero Mo no es un nombre real.

-¿Mo? ¿Es diminutivo de qué? –Le cuestioné. Realmente quería saber.

- De Morgana, pero no me agrada, mejor dime Mo. –Dijo ella.

-Está bien. –Susurré. -Dime Liam, pequeña.

-Ok. Debo encontrar a Zayn. –Me advirtió.

- Está más allá, esperándote. –Le dije apuntando con el dedo a mi amigo sentado en un sillón. Él nos miraba por el ventanal transparente que tenía al lado, sonriendo.

-¿Cómo lo sabes? ¿Lo conoces? –Me  preguntó mirando a mi amigo.

- Si pequeña. Deberías tener más cuidado a quién preguntas por mí. –Le dije ensanchando una sonrisa.

- Adiós, Payne. –Me  dijo rápidamente mientras se iba en dirección a mi amigo.

Me sentí bien al verla ir, me sentía mejor. Ahora, no estaba mal con Mo, esperaba que ella tampoco estuviese mal conmigo.

Mi Debilidad |Liam Payne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora