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Liam caminaba conmigo, tomando mi mano, la mia sobre la suya. El guiaba, yo iba detrás, siguiéndolo.
La conversación que habíamos tenido hace un momento fue realmente hermosa, pero sentía que aún no sabía nada de él. Es que era tan misterioso, a veces ponía puntos finales a conversaciones con un simple 'no' y yo comprendía que no quería seguir hablando de eso. Liam no quería hablar de chicas, de su pasado. Liam no confiaba en mi, y no lo culpo, apenas nos conocíamos, pero es que cuando estamos juntos, el mundo se detiene, y consta solamente de nuestras miradas enfretándose. Sólo nosotros, nuestras sonrisas cruzandose, nuestras miradas eran una. Liam hacía que mi universo cambiara, y él fuera mi único punto de atención, quitándole lugar a mi pequeña.
Me llevó unos pasos más allá, y se situó detrás de mi. Me quedé quieta, observando el bellísimo paisaje que tenía en frente. Me perdí de la realidad, estaba embelasada por lo que acontecía. Miles de luces, casas, locales, y el mar a mi vista. La ciudad completa casi. Era más lindo que hace unos momentos, antes de haberme ido a sentar con Liam.
Sentí unas manos tocar mis hombros. Eran unas manos conocidas para mi cuerpo, aquellas manos que lograban causar muchas sensaciones dentro de mi.
- ¿Te gusta, pequeña? -Escuché su dulce voz en mi oído, casi susurrándome.
- Es hermoso, Liam. -Le dije al chico, mientras seguía observando el lugar.
- Eres la única. -Me dijo, mientras seguía en la misma posición.
- ¿Qué? -Pregunté volteándo mi cabeza un poco para observarlo.
- Eres la única chica, nadie más. -Habló dulcemente otra vez cerca de mi oído, a lo que yo solo pude sonreir y agachar mi cabeza de la verguenza que eso provocaba. ''La única chica'' Liam jamás podría haber imaginado lo que esas palabras significarían para mi. Con él me sentía genial, en otro lado, lejos de los demás. Liam sabía como lograr hacerme sentir bien, en eso era estupendo. - ¿Satisfecha? -Preguntó él.
- Un poco. -Dije riendo, el momento era maravilloso, en el lugar había un par de parejas más, pero yo sentía, por más egoísta que pueda sonar, que el tiempo solo transcurría en torno a nosotros. Las palabras de Liam se quedaban en mi, me hacían sentir nueva, querida, respetada, etc.
Poco a poco, sentí las manos de Liam alejarse de mis hombros. Pero, poco a poco un nuevo calor entraba en mi.
Sus manos pasaron por entre medio de mi cintura y mis brazos, Liam se apegaba a mi, cruzaba sus brazos en mi estómago, y su cuerpo estaba detrás del mio. Estaba muy nerviosa, ¿Por qué el hacía esto? ¿Por qué me abrazaba de esa manera? ¿Qué no se da cuenta que eso me mata?- ¿Sigo siendo frio? -Escuché su voz, cerca de mi oído, aunque ahora me dí volteé mi cabeza y el hablaba mirando el paisaje.
- ¿Por qué haces esto? -Bajé mi voz, dejándome abrazar, permitiéndome sentir su calor, pero queriendo no hacerlo. No sé por qué, pero sentía que Liam no era sincero.
- Porque quiero. - Susurró. Yo callé. - ¿Qué pasa? -Me dijo viendo mi perfil, al sentir su mirada en mi, volteé un poco para verlo, y me encontré esos ojos, bajo la luz de la luna, brillaban con más fuerza que nunca. Querían decir miles de cosas, pero querían callar. Dios, todo esto era tan confuso.
-Dime la verdad. -Dije a tan solo centrímetros de su piel blanca, de su voz, de sus ojos. Tratando de calmarme y los ojos de Liam seguían en los mios. Nuestros cuerpos seguían juntos, sus brazos aun protegían mi estómago, y sólo eran nuestras cabezas las que se miraban. Me dí cuenta de que comenzaría a hablar.
- ¿La verdad? Eso quieres oir .Me dijo separándose de mi, y eso provocó en mi dolor, inseguridad, temor y rencor con migo misma. Yo sé que lo queria y deseaba que nunca hubiera soltado mi agarre, pero tenía claro que lo estaba alejando con mis palabras impulsadas.
-Sí. -Fué lo único que pude explotar, cuando quería decir tantas cosas al chico que ahora tenía en frente, él dándole la espalda al paisaje, yo mirando a sus ojos.
- No pasa nada, Mo. -Ahora el chico me daba la espalda. El dolor recorría todo mi cuerpo, pero Liam se alejaba, despues de haberme abrazado y transmitir su calor a mi cuerpo, se alejaba. Bajó su cabeza y la tomó con sus manos. Dió la vuelta rápidamente y se me acercó perdiendo el control de su temperamento un poco.
- ¿Por qué, Mo? ¿Por qué tienes que ser tan díficil? -Nuestros cuerpos enfretados, su desesperación invadiendo la mía, ambos cara a cara sin saber que hacer. El aire nos acompañaba y el viento golpeaba mi cabello y lo hacía danzar abruptamente.
No entendía a Payne, no sabía cuál era su punto, pero algo que entendían eran sus ojos. Tenía esa capacidad, al igual que Allie. En ellos veía temor, desesperación, frialdad.
No pude decir palabra alguna, no tenía fuerza para hacerlo. La inseguridad se estaba volviendo algo común en mi con Liam cerca. El momento aquel, era totalmente incómodo. Pasó tan rápido de nuestro abrazo y cuerpos entrelazados en los brazos, a una discusión en la que no podía participar, por falta de fuerzas y de sensatez para mis respuestas ante sus preguntas.Liam frunció el ceño y se apartó de nuevo.
- No sé nada de ti. -Escuché sus palabras al aire, Liam me hablaba pero no me miraba y eso me dolía.
- ¿Qué quieres saber? -Le dije levantando la voz. Haciendo a un
lado mi timidez e inseguridad.- ¿Qué quieres de mi? -Dijo aun de espaldas a mi, mirando el paisaje que acontecía.
- No lo sé. - Dije avanzando lentamente hacía él.
- ¿Entonces por qué me haces esto? -Le escuché con claridad, llegando a su lado.
- ¿Qué es lo que hago Liam? - Le dije intentando a que el respondiera mis dudas.
- Mo, yo no puedo. -Me miraba. -Vamos. -Indicó y fué hacía el auto unos metros más abajo, yo tenía que seguirlo. No entendía el comportamiento de Liam, pero algo ocurría y el no era honesto con migo.
Liam me llevó a casa en un silencio infinito por parte de ambos Cuando llegamos y se estacionó, lo miré para despedirme y sellar un beso en su mejilla, un beso que no sabía si dar.
- Descansa, Liam. -Dije abriendo la puerta del auto. No escuché respuesta alguna.
Esa noche fué una de las más extrañas de mi vida. Aun no sabía nada de lo que estaba haciendo.
Entré a mi casa, sin mirar atrás aunque sabía que Liam seguía ahí, ya que no escuché su auto partir. Abrí la puerta y sin mirar atrás la cerré en un instante. Tomé rumbo hacía mi habitación para descansar de aquella noche.
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Mi Debilidad |Liam Payne|
Hayran KurguTenían estilos de vida totalmente distintos, eran completamente diferentes. Pero se conectaban de una manera única, incluso, podían llegar a sentir lo mismo sin darse cuenta. Ninguno sabía exactamente que esperaban de ambos, pero estaban seguros de...