Por más que intentaba concentrarme en la conversación presente en la mesa, no lo lograba. Quizá estaba exagerando con todo esto, ¿Por qué este hombre que ni siquiera conocía, que solo había visto una vez, sin contar esta, me importaba tanto? ¿Qué pasaba conmigo? Estaba totalmente desconcentrada del mundo. El chico de ojos miel de un momento a otro, se instaló a vivir en mi mente, en mis pensamientos, en mi cerebro. No sabía netamente que sentía por él, no sabía si era enfado, orgullo, resentimiento, odio. No, esa palabra es muy grande después de todo. Solo había tenido una discusión con él, no era necesario ocupar la palabra odio.
Miré la mesa, con las sillas vacías, no lograba evitarlo. Enserio, no lograba entender que sucedía.
Sentí la mirada de mamá en mí, me dispuse a mirarla. Cuando finalmente logré concentrarme un poco en ella, entendí que esperaba una respuesta. Tenía sus ojos abiertos más abiertos de lo normal.
- ¿Qué pasa hija? –Me habló ella, con dudas en su cabeza por mi actitud.
- ¿Qué pasa con qué mamá? –Le dije imitando una voz despreocupada, aunque en realidad no tenía idea de lo que hablaba.
- Mo ¿Estás bien? Estas tan distraídas hija. –Sus ojos permanecían muy abiertos, esperando respuestas.
- No mamá, todo está bien. –Reí con una risa falsa, intentando convencerla de algo que no era verdad. Comprendí que ya estaba siendo muy obvia con todo esto. Basta. Era hora de volver a la realidad.
- Mo, ¿Qué ya no tienes hambre? –Escuché preguntar a la pequeña saboreando un trozo de comida.
Bajé la vista hacia mi plato, estaba completamente servido, creo que mi tenedor lo había tocado una o dos veces.
- Oh no. -La miré y reí. –Es solo que no me ha gustado mucho. –Mentí.
- Ni siquiera lo has tocado, Mo. –Habló mi madre.
Volví a mirar a mi plato. Estaba perdida, ni yo lograba reconocerme. ¿Desde cuándo me pasaban estas cosas a mí? ¿Por qué un hombre me intrigaba tanto?
Pasó un rato, tanto mi madre como All querían irse. Le hice un gesto al moreno para pedirle la cuenta.
-Mamá, voy al baño de damas, ustedes vallan adelante, las alcanzo en seguida. –Tenía algo en mente. Necesitaba acabar con mis dudas. Necesitaba darle un punto final a todo esto.
Esperé en la mesa a que se marcharan, justo cuando lo hacían, llego el moreno con una boleta en la mano. Cancelé el dinero, ese tiempo dio suficiente a las mujeres para que ya estuviesen a fuera del local. Probablemente sonaría torpe, pero le hablé al chico mientras me daba un recibo, sin vergüenzas, sin enredos.
-Zayn, podrías responderme pregunta. –Lo miré con una cara muy seria, pero a la vez le suplicaba. Él me miro esperando aquella pregunta.
- ¿Qué sucede señorita? –Me atendía educadamente como él lo había sido siempre.
- El, el chico que estaba más allá. –Le señalé su mesa un poco nerviosa. –Junto a un hombre, ¿Quién era? –Pregunté al fin.
- Hum, hoy habían muchos hombres aquí. –El chico de ojos marrones frunció el ceño, y se rascó la frente.
- Estaba junto a un hombre de cabello corto y un traje café. El vestía una camiseta blanca y unos pantalones negros ajustados. –Le expliqué con más claridad. Hasta yo me sorprendí de haber hecho esa descripción, parecía una total desesperada.
-Ah, Payne. –Me dijo al fin el moreno. - El chico es un hombre solo... -Hizo una pausa y me miró fijamente, comprendí que no debía estar entregándome tal información de un individuo.
-Tranquilo, no soy agente del FBI, o policía ultra secreta. –Le hablé intentando sonar algo natural. -Tenía curiosidad. –Terminé de decir moviendo mi cabello.
-Está bien señorita. –Me sonrió amablemente.
-Mo, puedes llamarme Mo si quieres. - ¿Qué hacía? ¿Por qué le daba mi nombre a este chico?
- Mo, ¿es nueva aquí? –Cuestionó el hombre cruzándose de brazos.
- Ah sí Zayn, he llegado el viernes. De hecho cené aquí y tú me has atendido. –Le dije y reí ante ello.
- ¿Enserio? Pues, yo vivo cerca de aquí, no desconfíes de mi, todo está bien. – Aclaró para continuar a lo que yo sonreí. –Para sentirte un poco más a gusto aquí; el viernes hay una fiesta cerca del lugar. Es para pasar el rato, conocer gente nueva y en tu caso adaptarte. – ¿Me estaba invitando a una fiesta? A penas era mi segundo día en esta ciudad, quería saber el nombre del chico, no recibir una invitación a una fiesta. Aunque reconocía que era un gesto amable.
-Eh, no lo sé. –Dije nerviosa.
- Es una fiesta como cualquier otra, con gente que lo único que quiere es divertirse. Hay individuos como tú y como yo. Como Payne. –Arqueó una ceja, no pude evitar el nerviosísimo.
- Mira Zayn, vendré con mi madre y mi hermana en la semana, te diré que pienso de tu propuesta. Gracias, has sido muy amable. –Le dije mientras me disponía a marcharme.
- Adiós, nos vemos. –Le escuché decir un poco a lo lejos, ya había tomado el rumbo a la puerta.
Reí para mis adentros. Realmente me quedé con ganas de seguir aquella conversación con Zayn, de decirle que no. Pero era muy pronto para andar en fiestas con adolescentes bebidos y jugosos. Definitivamente No.
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Mi Debilidad |Liam Payne|
FanfictionTenían estilos de vida totalmente distintos, eran completamente diferentes. Pero se conectaban de una manera única, incluso, podían llegar a sentir lo mismo sin darse cuenta. Ninguno sabía exactamente que esperaban de ambos, pero estaban seguros de...