- Así que… cerca del año 1945 tuve mi última misión. –Él Señor Clouston tenía sus manos en el libro cerrado mientras ponía atención en su propia historia.
Sostenía mi taza de té caliente mientras le escuchaba con atención. La taza del Señor Clouston estaba a su lado, en la pequeña mesita de té. Las había preparado él atendiéndome cordialmente cuando fui en su búsqueda.
La preocupación que sentía en aquellos momentos luchaba con las ganas de querer escuchar las anécdotas del hombre. Intentaba ponerle la mayor atención posible, pero los nervios querían más y ganar toda esa inminente batalla.
- Liam tenía cinco años y él era mi nueva misión. –Sus palabras eran lentas y pausadas, pero estaban inmersas en orgullo.
Yo también quería escuchar con toda atención la historia, era realmente interesante conocer, en parte, la niñez de Liam o cómo él se vio influenciado en su padre por ser parte del ejército. Pero mis ojos no dejaban de observar la puerta principal de la casa esperando ver a los chicos entrar.
Cerca de una hora había pasado y el »Volveré pronto« estaba completamente grabado en mi memoria.
Mantuve una interesante pero a veces desviada conversación con el Señor Clouston. Él me habló de que su padre, ya fallecido, era el comandante en jefe de todo un cuadrante y que su legado fue la valentía y solidaridad.
- ¿Qué es exactamente un cuadrante? –Le pregunté cuando mencionó que él y su padre fueron los jefes de tal, y que Liam era aspirante a serlo.
- Verás... verás. Al principio, cuando los hombres son simples civiles esperando ser uniformados se les designa un grupo de compañeros para cada misión, lugar y horario. –Explicaba él pausadamente, pidiendo permiso a cada palabra para salir de sus labios. -Liam pertenece al cuadrante B, y tiene su misión en el suroeste de Europa. –Susurraba. –Pero no le puedes decir a nadie ¿Oíste? –Bajaba la voz.
Liam anteriormente me dijo que no podía decirme más, que no hiciera preguntas con respecto al tema.
¿Por qué el Señor Clouston las respondía sin siquiera preguntar? Me sentía agradecida del hombre por aclararme como tantas veces mis dudas al respecto. Pero sin duda no era completamente satisfactorio escuchar tales revelaciones por parte de su padre y no de Liam.
- Entiendo –Susurré asintiendo con la cabeza –Pero ¿Por qué el no me lo ha dicho? –Le cuestioné dejando un poco mi voz.
Hizo un gesto de comprensión, se aclaró la garganta y prosiguió.
- No… no puede –Sus palabras volvían a ser tan nerviosas como antes –De hecho… de hecho yo tampoco puedo. –Dijo observándome por primera vez con claridad, sus ojos eran de un color tan cálido como el de Liam. Aun en la escasa distancia que había desde un sofá al otro, noté una cicatriz en la comisura de sus labios, por alguna razón me recordó la herida en la mejilla de Liam. Su piel facial estaba ligeramente arrugada en las marcas de belleza que el hombre poseía. El Señor Clouston aparentaba unos ochenta años. Su cuerpo se notaba cansado, sin ganas de moverse. Cada vez que el hombre tenía que ponerse de pie, por alguna razón, gemía ligeramente de dolor físico.
El tiempo que llevo analizándolo he podido ver que padece de una enfermedad. Autismo. Pero ¿En qué se relaciona eso con su cansado cuerpo?
Decidí retomar la conversación acerca del. No más Liam, basta. Es el quién tiene que revelarme las cosas, él debe enterarme de por qué hace tales cosas y por qué no. Esa no es la labor de su padre.
- Así que… ¿Por qué fue su última misión? –Le pregunté inclinándome un poco de mi asiento para prestarle atención e intentar desenfocar la puerta de mi vista.
![](https://img.wattpad.com/cover/8301359-288-k794367.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Debilidad |Liam Payne|
FanficTenían estilos de vida totalmente distintos, eran completamente diferentes. Pero se conectaban de una manera única, incluso, podían llegar a sentir lo mismo sin darse cuenta. Ninguno sabía exactamente que esperaban de ambos, pero estaban seguros de...