—Veamos...— murmuro (T/N), mientras se llevaba una de las manos a su mentón y la otra a su cadera. Sus ojos viajaban por todos los estantes del local. Hacia rato que se encontraba en aquella florería y su vista estaba algo cansada de ver tantos colores, formas y detalles, pero era en extremo necesario si quería que su pintura saliera bien. Le habían encargado realizar una pintura sobre aquello que mas le gustara y, a la chica, le encantaban las flores, aunque, aun, debía mirarlas para poder dibujarlas. No tenia ninguna favorita en particular, todas eran hermosas, tanto una inocente y suave margarita, como una elegante y vanidosa rosa. Su cuadro debería tener variedad... ¡Una explosión de color! Quería que su profesor que siempre la regañaba por dormirse en sus clases teóricas, quedara impresionado. Realmente el tenia buenos argumentos para regañarle... ¡pero tenia dos trabajos y era humana! Tenia derecho a cansarse.
Tomo un cuadrado de papel blanco, el cual se utilizaba para envolver los tallos de las flores y se acerco, dispuesta, ya, a tomar las elegidas, pero, en aquel instante se sintió, nuevamente, insegura. Chasqueo su lengua y soltó un bufido.
—¿Frustrada, señorita?— una voz a sus espaldas, sin duda masculina, la saco de sus pensamientos, haciéndola girar. Frente a ella, se encontraba un sujeto rubio, de ojos azules y de barba incipiente en el mentón. Bastaron unos pocos segundos para que ambos se reconocieran. La sonrisa seductora del hombre se borro, danod paso a una mucho mas amigable, logrando que (T/N), soltara una leve rosilla—. ¡Eres tu! La petite (T/N), si no mal recuerdo— comento. Rápidamente, se inclino y beso el dorso de la mano libre de la chica. La muchacha adoraba ese gesto.
—Si, esa soy yo. Señor Bonefoy, ¿no?— pregunto, cuando este se hubiera incorporado.
—Francis para ti, amour— menciono, nuevamente, adquiriendo aquel toque coqueto que hacia que la chica soltara pequeñas risillas. No de nervios, si no porque le daba verdadera gracia. Penso que solo se encontraría con personas asa en los libros, pero, al parecer, se equivocaba—. ¿Planeas llevarle flores a alguien?—
—No, en realidad son para un proyecto de la universidad. Debo pintar algo que me guste, ¿sabe? Planeaba hacer un cuadro de algunas flores, pero no me decido cual debería poner, todas son muy hermosas y me da lastima dejar algunas fuera de mi obra— explico, con preocupación la chica, mientras se giraba, nuevamente, para ver el recinto lleno de flores. Francia, dirigió su mirada a los alrededores y suspiro casi inaudiblemente. De nuevo estaba comenzando a sentir algo por un humano mas que empatia. ¿Que se podia hacer? Era el país del amor, estaba claro que sentiría mucho mas que el resto.
—Es una gran idea, petite. ¿Alguna vez has escuchado del lenguaje de las flores?— pregunto, luego de inclinarse sobre ella, haciendo que su aliento rozara contra el oído de la menor. Ella sintió como un escalofrió bajaba por su columna y no pudo reprimir un temblor, pero hizo como si nada hubiera ocurrido.
—Si, he escuchado hablar de eso. Se que tuvo su auge en la época victoriana, cuando el Rey Carlos II de Inglaterra recopilo...—
—Bien, sabes la historia. ¿Sabes lo que significa cada una, amour?— la interrumpió, Francis, tratando de llegar al punto. La muchacha cavilo por un segundo y, finalmente, negó, haciendo sonreír al país que, con lentitud de despego de ella— La Adelfa, por ejemplo, significaba seducción, la Acacia amarilla, era amor secreto, la Amapola roja era el placer. La Calendula significaba pasión, creatividad, crueldad, pena y celos, todo dependiendo si se recibía el ramo de manera normal o con los tallos hacia arriba, respectivamente. El Cerezo lo efímera que es la vida. El Clavel blanco es asociado con la inocencia. La Flor de Liz, llama o pasión ardiente. El Geranio oscuro significaba melancolía mientras que el rojo significaba determinación. La lila eran lagrimas. Los lirios malva significaba que tus ojos me enloquecen y deseo seducirte mas que nada en este mundo. La Margarita azul representaba la fidelidad, la rosa, un amor tímido e inocente. La Ortiga daba el mensaje de crueldad. La Rosa amarilla significaba celos, la azul era la espera eterna. Hasta el Trébol de cuatro hojas hablaba de un sentimiento de propiedad. El Tulipán amarillo representaba al amor sin esperanza, mientras que el rojo simbolizaba el amor eterno— termino, al mismo tiempo que pasaba su dedo, delicadamente, sobre los pétalos de un Nomeolvides. (T/N), se encontraba, sencillamente, impresionada. ¿Habia tantos significados? Sabia que cuando cundió el auge, los enamorados se enviaban esos pensamientos a través de flores, pero no podía imaginarse una población entera poniéndose de acuerdo con los significados.
—Vaya... Es impresionante— murmuro, rompiendo el breve silencio que se habia formado entre ellos dos. Ni siquiera la florista le habia dicho tales cosas y aquel extraño hombre habia parecido de la nada, dandole una leccion de historia.
—Si que lo es. Es un arte muy hermoso...— habia estado a punto de decirle que el habia enviado miles de esos ramos, pero... ¿Como justificar una apariencia tan joven hacia varios siglos?—. Entonces, petite, ¿cuales flores pondrás en tu ramo?—
(T/N), se mordió el labio inferior, mientras su cerebro recordaba las palabras de aquel hombre, tan... sensuales al salir de sus labios. ¿Sensuales? Si, porque, a pesar de que algunas tenían un significado negativo, seguían sonando suaves en los labios ajenos. ¿Y si daba una increíble vuelta de tuerca? Habia pensado en expresar felicidad en su cuadro,a través de los varios colores, pero, ahora, quería hacer algo que recordara aquel momento, algo tan intimo entre el y ella. Sonrió y, decidida, se acerco a los estantes y jarrones.
De mas esta decir que Francis quedo anonadado a la elección de la muchacha. ¿Acaso estaba tratando de seducirlo de manera inconsciente? ¿Seria que había una mujer detrás de esa piel de niña? No podía imaginársela brindándole una sonrisa seductora, como una de sus tantas acompañantes... ¿No podía? En ese momento, se sentía como un hermano mayor que aconseja a su hermanita... Pero le seducía la idea de probar que tan lejos podía ir con su "hermanita". Sonrió, observándola dar vueltas por el local.
Al final, el ramo de (T/N), quedo conformado por: Una Adelfa, una Azucena, una Capuchina, un Clavel, un Clavel blanco, una Dalia Blanca, una Flor de Liz, un Gladiolo rojo, una Hortensia, un Lirio rojo, un Membrillo, una Mimosa, un Nenúfar, un capullo de Rosa blanca y un Tulipán naranja.
Un ramo repleto de seducción e inocencia, justo como ella.
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¿Daddy? (Hetalia x Lectora)
FanfictionLos países vieron la duda plasmada en los ojos de la niña. Si, aquello podría ser considerado extorsión... Finalmente, la muchacha se mordió el labio inferior y, con un gran rubor en sus mejillas, asintió con su cabeza. -Acepтo, dαddy...- Nadie dij...