¿Daddy? (Hetalia x Lectora)

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—Si, se que debo entregar los papeles, señor...— Alfred fue interrumpido por una, estruendosa voz, que le gritaba desde el otro lado de la línea. Reprimió un suspiro y se apretó el puente de la nariz, levantando, por un momento, sus anteojos. Le dolía la cabeza, posiblemente por las escasas horas de sueño o porque, su mente, se encontraba ocupada en cosas mas importantes, como, por ejemplo, darle una buena reprimenda a esa ninfula—Si, no se preocupe, por... ¡No me interrumpa!— exclamo, realmente molesto, al mismo tiempo que tomaba la manija de la puerta de su oficina, a punto de entrar— Solo dígale a la tía Michelle que los reportes estarán listos—y, diciendo esto, corto la comunicación antes de que el sujeto pudiera dirigirle la palabra. Sabía que estarían en problemas, pero poco le importaba eso. Solo completaría los informes y luego pasaría a dejárselos a la mujer quien, seguramente, le regañaría y luego le daría una paleta... Siempre hacia eso. Suspiro y abrió la puerta, adentrándose en su oficina. Apenas puso un pie en aquella habitación, pudo ver una figura sentada en el escritorio de roble. Soltó un gruñido al darse cuenta de quién era y se detuvo. (T/N) giro su mirada hacia el y le sonrió. Y a América le pareció lo más perfecto que pudo existir.

—Hi, Daddy— lo saludo, al mismo tiempo que se bajaba del mueble. El país pudo observar cómo, claramente, la camisa, que le pertenecía, subia brevemente, dejando ver la ropa interior de la mujer. Suspiro aliviado, al menos ya no llevaba aquello tan transparente que le había descubierto cuando la desvestía para ponerla a dormir. (T/N) acorto la distancia entre ellos, cruzando el salón y sonriéndole. A pesar de que, aun, no estaba despierta del todo, y que el dolor de cabeza no se le quitaba, el potente desayuno hecho por Anne, la anciana cocinera, había hecho una gran parte y se veía mejor que cuando se había levantado. Además de que, claro, debía esperarlo en la oficina, casi como si fuera un auto-castigo, tal vez con eso se librara de la mayor penitencia. Estiro sus brazos, a punto de atraparlos en ellos, pero el rubio se aparto y camino hasta su asiento. Aun no olvidaba lo que le había hecho pasar, pero, aun así, su enojo había reducido bastante cuando la escucho murmurar su nombre en sueños.

—Ahora no, (T/N), estoy ocupado— comento, tajante, al mismo tiempo que centraba su atención en los papeles que tenia adelante. Al ver que la chica seguía allí, hizo un movimiento con su mano derecha, como si le indicara que saliera.

—¿(T/N)? ¿Ahora no me llamaras como siempre?— murmuro, cruzándose de brazos. Sabia que había estado a punto de relacionarse con alguien sin protección, y, con su suerte, hasta podría haber quedado embarazada o con alguna enfermedad, pero no veía necesario que evitara el "beso de buenos días". Cuando ella no se lo daba, el le reclamaba hasta que pudiera obtenerlo, molestándola todo el tiempo... ¿Por qué ella no haría lo mismo? Al ver que su protector no le prestaba atención, se inclino, tomando las hojas y dejándolas a un lado. Sabía que eran cosas importantes, por lo que trato de ser lo más cuidadosa posible a la hora de quitárselo de las manos. Alfred soltó un bufido, mientras su mandíbula se tensaba. ¿Por qué debía verse tan bien? Hubiera preferido haberlas visto en sus peores pintas, con el maquillaje corrido, toda despeinada, con mas aspecto en general, pero no. Al parecer era más inteligente de lo que había creído al noche pasada y se había dado un baño. Aun así, los restos del labial rojo, perduraban en los de ella, transformándolos en bocados demasiados apetecibles.

—No molestes, aun estoy enfadado contigo— la fría respuesta del país molesto, aun ms a la mujer que se subió al escritorio y le observo desde allí, aun con los brazos cruzados y, esta vez, agregando un leve inflamiento en sus mejillas.

—¿Por qué me emborrache? ¿O porque estuve a punto de tener sexo con otra pers...?—

—Ambas— la interrumpió, tratando de no recordar lo bien que había sentido golpear el mentón de aquel sujeto. La muchacha sonrió, complacida.