—Entonces, veamos: un examen la semana que viene con el señor Morsa, dos trabajos prácticos que entregar con el Insecto Palo y un control con la Foca. ¿Se me olvida algo?— pregunto Marina, tu, hasta ahora, única amiga. Si bien al principio del año escolar había logrado hacer otras amistades, el tener tantos trabajos había afectado, demasiado, su vida social y, ahora, solo estaba ella, firme como el primer día cuando (T/N) vio como ella le sonreía y señalaba el asiento a su lado.
—Si, así es. Creo que no nos falta nada— dijo la muchacha—. Pero cuando este en casa reviso el cuaderno nuevamente y si nos falto algo, te lo envió en un mensaje, no te preocupes— la tranquilizo con una sonrisa.
—Ah, que tierna, sabia que podía confiar en tu hermosa persona— exclamo la contraria, haciendo un exagerado gesto dramático. (T/N) solo rió, mientras apoyaba su carpeta en el otro brazo— ¡Por cierto! ¿Recuerdas a Ok'kcipinti?—
—Humm... ¿Es la muchacha de actuación de gafas de pasta color rojas, de la clase de literatura?— pregunto, haciendo memoria. Usualmente, las diferentes carreras compartían algunas materias, pro eso, casi siempre se conocían todos. Marina asintió enérgicamente, haciendo que su corto cabello rubio se moviera para todos lados.
—¡Si, ella! Hablamos hace unos días y dijeron que necesitaban personas para ensayar la obra de teatro... Así que pensé que tu y yo podríamos darles una mano— explico, sonriente.
—Claro, porque no, parece buena idea— asintió con su cabeza. Conocer a otras personas, no le haría mal. Últimamente había estado solo con sus Daddy y ya sentía que, incluso, comenzaba a descuidar la escuela. Marina estaba por decir algo, pero el sonido de una bocina le interrumpió. Ambas giraron su cabeza hasta donde se encontraba el vehículo y (T/N) pudo reconocer una pulcra cabellera rubia, peinada hacia atrás. De pronto, "La Marca", pareció ser un bloque de hierro colgando en su cuello. No le había dicho nada a su amiga sobre el porque había dejado de trabajar y, ahora, tenia un poco mas de tiempo para ella. No le había dicho que era la "Baby", de ocho hombres. No le había dicho absolutamente nada, pero ella había sabido respetar su decisión y, simplemente el silencio se llenaba con temas banales o recuerdos de la infancia.
—¿Quien es el? ¿Te esta esperando a ti? Porque en lo que concierne a mi, no lo conozco— susurro, emocionada. La muchacha no sabia donde meterse. ¿Que le diría? Trago fuerte y sonrió.
—Es un... Un conocido, nada mas. Se esta quedando en mi casa, así que paso por mi esta vez— murmuro, casi si voz. A su lado, Marina se revolvió, como si fuera una adolescente con las hormonas revolucionadas.
—¡Estúpida, mi soltería, idiota! ¡Yo quería conservarla un poco mas!— menciono, para luego soltar una carcajada. Luego de unos segundos mas, (T/N) suspiro.
—Creo que ya es hora de marcharme. ¿Puedo acercarte hasta tu casa?—
—No, esta bien, quede en verme con alguien mas. No te olvides de la obra y... (T/N), quiero saberlo todo, ¿si?— susurro, mientras tomaba las mejillas de su amiga entre sus manos. Ella sonrió y asintió con su cabeza. Debería contárselo algún día y arriesgarse a lo peor.
—Claro que si. Tenlo por seguro y...— no pudo decir mas nada, porque los labios de la contraria se posaron en los suyos, acallandola. Fue un beso corto, pero profundo, no de esos que parecen, solo, una alucinación de lo suaves que fueron. No, era fuerte y quedo pesando en los labios de la Baby. Cuando se separaron (T/N) apoyo la punta de sus dedos en sus labios, sintiendo como el calor iba subiendo a sus mejillas poco a poco. No le había disgustado ese beso, había sido muy diferente, pero,si, le había tomado de sorpresa.
—¡(T/N)!— se escucho la ruda voz del alemán desde el auto.
—¡Hasta mañana, ovejita!— exclamo la rubia, sonriente. Le guiño un ojo, para luego comenzar a correr, hasta que doblo en una esquina y la joven ya no supo mas de su amiga. La bocina volvió a acalmar su presencia y, con paso lento, se dirigió hasta el vehiculo, donde entro y se sentó en el asiento del copiloto.
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¿Daddy? (Hetalia x Lectora)
FanficLos países vieron la duda plasmada en los ojos de la niña. Si, aquello podría ser considerado extorsión... Finalmente, la muchacha se mordió el labio inferior y, con un gran rubor en sus mejillas, asintió con su cabeza. -Acepтo, dαddy...- Nadie dij...