NERD.

Capítulo 44

                                                                                                                                                                                                           

El infinito silencio y la oscuridad de la mañana, el suelo se siente tan áspero bajo mi ser ahora. ¿Adónde se han ido las nubes hoy?... Probablemente Harry se las llevó consigo también. Miro hacia la nada, pensando en absolutamente nada. No lo he visto el día de hoy, un día más sin hablarle. Parecen milenios los que han pasado desde la última vez que pude hablar con él. Suelto un suspiro cansado, es casi es fin de semana, y las cosas van de mal en peor. Sonrío ligeramente, con la tristeza impresa en el rostro: es tan irónico todo ahora, de alguna manera, sospecho ahora que la vida se las idea para dejarme sola. ¿Por qué? Pregunta sin respuesta.

Tomo mi teléfono móvil en manos, siendo ajena a la explicación de la clase. Reviso mis fotos, de manera vaga, queriendo encontrar alguna foto divertida con la cual distraer mis pensamientos. Pero hallo la mala jugada nuevamente: Harry y yo.

                                                                                                                                                                                                       

Me observo al espejo y muevo de un lado a otro de manera divertida. Observo a Harry detrás, mirándome de igual manera, y el rubor en mis mejillas reluce.

—¿Admirando? —pregunto divertidamente y él ríe de manera suave.

—Y más —asiente. Se acerca a mí y me abraza despacio por detrás, apoyando despacio su barbilla sobre mi hombro—. ¿Todo eso es tuyo?

—¿Sino de quién más? —suelto una risita tonta y él sonríe ampliamente.

—Supuse que obtendría esa respuesta.

—Y yo esa —sonrío. Él besa mi mejilla y toma mi mano con dulzura, observándola, y por un momento pienso que busca algo, pero él solo analiza en silencio. Levanta la vista y me observa a través del espejo, sonriendo con cierta timidez.

Lo adoro tanto, lo admiro. Puedo besar su retrato en el espejo, pero beso al Harry que está en físico. No puedo sentirme más dichosa... Estoy perdidamente enamorada.

—Luces preciosa, Daph —sus dedos recorren con ternura mi mejilla y yo sonrío. No puedo evitar ruborizarme cuando él me dice cumplidos. Exactamente él.

—G-gracias —contesto, sorpresivamente nerviosa. Y él ríe de nuevo—. ¡Hey!

—Lo siento, aún no me acostumbro a una Daphne nerviosa. Eres hermosa en todos los sentidos, Jesucristo, ¡estoy con una de las mujeres más preciosas de esta tierra!

—Megan Fox no cuenta en la lista —pellizco su mejilla divertidamente y el niega, sonriente.

—Pero mamá y Gemma, sí —me guiña divertido. Sonrío feliz.

—Eres hermoso.

—Gracias, madame —asiente divertido—. Uhm, ya que somos hermosos... Deberíamos sacarnos una hermosa foto, ¿no crees? —mueve sus cejas de arriba hacia abajo en una manera muy graciosa. Lo observo, algo incrédula, aunque con diversión en la voz también.

—¿Tú?... ¿Harry Styles sacándose una foto? —rio un tanto irónica, y es que decir que me sorprende se queda pequeño—. ¿Qué sigue? ¿Adele cantando metal rock?

—Hey, deberías estar feliz porque me quiero sacar una foto, eh —ríe.

—Lo sé, lo sé. Vale, entonces... ¡Harry! —chillo, cuando Harry, sin previo aviso, tenía en manos mi móvil nos ha sacado una foto. Lloriqueo y golpeo mis zapatos contra el suelo en un pequeño berrinche.