El sonido de los benditos pajaritos cantar era lo único que podía oír ahora mismo. Mantenía la vista sobre Harry, atenta a cualquier movimiento que realizase, observándolo. Todo era su maldita culpa.
—Deja de mirarme, Hurley —se removió incómodo, dejando su tonto libro de Matemáticas a un lado del escritorio.
—Todo es tu culpa. Eres un inservible —ladré con rabia. El haber visto así a Nanny… Dios mío.
—¿Por qué? Eras tú la que no quería soltar mi cabello según recuerdo —dijo sin interés alguno.
—¿Sabes lo que pasará ahora? ¡Pensará que tuvimos sexo! —chillé perturbada. Ahora no sería la misma ante los ojos religiosos de Nanny.
—¿Y qué problema hay? —Se encogió de hombros—. Total, somos novios, ¿no?
—¿Que qué problema hay? Que Nanny es de las personas con la mentalidad de que uno debe guardar su virginidad hasta el matrimonio, Harry. ¡Nanny es como mi segunda madre! —llevé mis manos hacia mi rostro, preocupada. ¿Y si le dice a papá y a mamá? No… Nanny no es de ese tipo de personas. Pero… Pero no sería lo mismo ahora.
—No es para exagerar —rueda los ojos, sentándose ahora en la cama, a mi lado—. Este es del siglo XXI, no puede esperarse mucho de la juventud hoy en día.
—¿Pero qué estás diciendo? ¿No te das cuenta de que todo esto es tú culpa? ¡Tú culpa, Harry! —comencé a golpear en su pecho, colerizada. Intentando descargar mis preocupaciones y molestias sobre él—. ¡Eres un idiota!
—¡Que mujer! —gruñe mientras intenta detenerme colocando sus manos sobre mis muñecas, aunque sin ser brusco.
—Todo es la culpa de tu asqueroso cabello.
—¿Y qué culpa tiene mi cabello? —formó una mueca en el rostro, sin entenderme.
—¡Eso! Es tuyo, y tú eres un idiota. —continué golpeándole.
—Basta, ¡deja de golpearme! —sostuvo con un poco más de fuerza mis muñecas, sin hacerme daño, pero logrando detenerme.
—Eres un idiota —mordí mi labio, y sin haberme dado cuenta de que lo hice, me había recostado lentamente ya sobre su pecho. Sintiéndome, de pronto, muy cómoda a su lado. Me removí un poco, tratando de quitar aquel molesto palpitar en mi pecho. Tratando de negar que era tranquilidad y emoción a la vez.
—No exageres, de seguro se le olvida —suspiró, abrazándome también. Haciéndome sentir bien, extremadamente bien.
—Estar siendo dulce conmigo ahora no te quitará lo idiota, ¿me entiendes, Marcel? —él ríe de manera suave.
—Sí, seguro.
—Eres tan feo, Harry —reí un poco, levantándome y viéndolo al rostro, muy cerca a sus rosados labios.
—Sí, el feo que casi te violas anoche —elevó una ceja, más luego soltó una risita.
—No, tú quisiste violarme a mí. Maldito calentón —pronto me encontré realizando cosquillas sobre su estómago. Matándonos de la risa. Era tan adorable. «¿Qué diablos piensas, Daphne?» Opté por callar a esa tonta vocecita interna.
—Basta, basta, Daphne —éste reía sin parar, intentando controlar mis manos pero sin la fuerza suficiente esta vez—. ¡Daphne!
—Si silvas te suelto —reía junto a él, admirando cada facción suya.

ESTÁS LEYENDO
NERD.
Fanfiction-Feo. -Okay. -Insoportable. -Okay. -Te detesto. -Okay. -Apestoso. -Okay. -... Te amo. -O... ¿Qué? Daphne Hurley es la chica más popular de una de las escuelas más conocidas y prestigiosas del país. Ella tendrá que lidiar con su nuevo tutor; Harry E...