No podía creer lo que acababa de pasar. Austin me había golpeado. Me había golpeado. Tomé mis cosas y me dirige a la puerta, sin querer, chocando el brazo de Harry. Caminé de manera rápida hacia los servicios, no había nada fuera y agradecía infinitamente aquello, no me gustaría que alguien me viese llorar. No era de populares.
Austin me había golpeado y todo por sus estúpidos celos, ¿no estaba loco acaso? No quería verlo ni en pintura. Suenan dos toques en la puerta del baño en el que me encontraba, levanté la vista, algo nerviosa.
—O-ocupado. —dije, intentando ocultar mi voz llorosa, pero fallando en el intento.
—¿D-Daphne? —Llevé mis manos hacia mi rostro, limpiando cualquier rastro de llanto—. Daphne, ¿puedes abrirme, por favor?
—Dije que ocupado. —gruñí, pero un sollozo escapó de mis labios.
—Por favor —pidió una vez más, esta vez siendo su voz más baja. Me levanté del suelo, limpiando mi ropa con las manos. Abrí despacio la puerta, sorprendiéndome al verlo esperar por mí.
—¿Harry?
—¿Estás bien? —susurró, mirándome algo preocupado. Mi labio inferior tembló y negué con la cabeza, las lágrimas nuevamente anunciaron su llegada. —Ven aquí —suspiró y extendió sus brazos. Algo temerosa, me acerqué a él y acepté su abrazo, echándome a llorar sobre su hombro.
—Lo siento —no podía controlar mis lágrimas, sólo lloraba sobre su hombro y me abrazaba a su cuerpo—. N-no se lo digas a nadie, por favor. —pedí, casi rogándole que no le contase a nadie lo sucedido.
—Austin ha sido un idiota. Un completo idiota —suspiró.
—Es muy posesivo —sollocé—. No soporto sus celos —él llevó su mano hacia mi mejilla afectada, que ardía levemente, tocó despacio, sin querer dañarme.
—Te ha dado muy fuerte —frunció el ceño.
—Harry, por favor, no se lo digas a nadie —pedí nuevamente, pero él sólo silenció.
—Vamos a Enfermería.
—N-no. —negué. No quería que nadie me viese así, sería más fácil ponerme algo más de maquillaje y cubrirme hasta llegar a casa.
—Vas a empeorar si no te curas ahora, Daphne.
—No hagas esto por mí… Sólo no se lo digas a nadie. Te lo pido. —imploré.
—Daphne…
—Siempre hago cualquier cosa por molestarte… No me ayudes ahora, Harry. —suspiré. Él negó con severidad y tomó mi mano.
—Vamos, olvídate de eso ahora. Tu mejilla solo empeorará.
—Austin, hermanito, ¿Qué te pasó? ¿Por qué esa cara? —sonrió de manera burlona mi nada agradable hermana; Jazmín, mientras se recostaba a un lado sobre mi cama y se limaba las uñas.
—Nada, Jazz, déjame. —espeté con fastidio.
—¿Qué pasó? —No respondí, ella rodó los ojos— Bueno, ¿sabes dónde está Daph siquiera?
—¿Te callas un segundo? No quiero hablar de ella.
—Uy, qué humor —burló—. Dios, hasta ahora no puedo entender que es lo que te ha visto Daphne, enserio. —rodó los ojos nuevamente.
—Jazmín —suspiré, un tanto incómodo con lo que iba a cuestionarle.
—¿Qué quieres?
—¿Daphne tiene… Otro? —ella frunció el ceño.
—Con otro ¿a qué te refieres? —se cruzó de brazos, poniéndome atención. Se apoyó en su codo, mirándome a los ojos.
—Pues a otro, Jazmín, que… Que si Daphne me engaña. —expliqué incómodo.
—¿De qué mierda estás hablando, Austin? —Gruñó—. Austin, no puedo creer lo que estás diciendo, ¿insinúas que Daphne es una zorra? ¡Serás cabrón!
—Joder, yo sé que me engaña con alguien, Jazmín. ¡No soy tan idiota!
—No sé quién rayos te metió eso en la cabeza, pero…
—Terminamos. —declaré.
—¿Qué?
—Daphne me terminó. —respingué, aun recordando aquel momento. Joder, me daba una rabia tremenda.
—¿Me estás jodiendo?... ¿No será por esa mierda que dices, no? ¿Qué diablos le hiciste, idiota? —me empujó levemente.
—Y-yo…
—¡Dime! —cuestionó, esperándose lo peor de mí.
—Le di una bofetada… Golpeé a Daphne. —llevé mis manos hacia mi rostro, totalmente cabreado al confesar aquello.
—¿Q-qué? ¡Pero es que tú estás loco! —me gritó.
—¡E-ella colmó mi paciencia! ¡Joder!
—¡Eres un completo idiota! ¡No has tenido derecho a tocarla!
—¡Tengo suficiente con ella como para soportarte! —devolví de igual manera, furioso.
—Eres un imbécil… No puedo creerlo —me mira con furia—. Dios, ¡Daphne! —salió corriendo de mi habitación, dando pronto un portazo.
Rayos, la había regado toda.
Tomé mi teléfono en manos y marqué el número móvil de Zayn, algo nervioso.
—¿Hola?
—¡Zayn!
—¡Hey, Aust! ¿Qué tal? ¿Qué pasa? —preguntó animado.
—Necesito que vengas a mi casa, ya mismo. —pedí.
—Vale, ¿está todo bien?
—Sí, sólo… Ven.
El timbre sonó algunos diez minutos después de que finalizara la llamada con Zayn, oí los pasos subir de manera rápida las escaleras, luego abriendo mi puerta.
—Aquí estoy, marica, ¿Qué es tan urgente? —preguntó, mientras se echaba sobre mi cama. Me levanté, mientras caminaba nervioso de un lado a otro.
—Daphne me terminó.
—¿Qué? —dejó de mirar al techo y me miró directamente—. Haber, haber, creo que he escuchado mal, ¿Daphne te terminó?
—Sí, joder —gruñí—. Daphne me terminó —llevé mis manos hacia mi cabello, cabreado—. Pero sé que Daphne tiene otro. —él frunció el ceño.
—¿Dices que te engaña? —asentí—. Oye, hermano, Daphne es amiga de Phoenix y es amiga mía también, nos conocemos bien y sabemos que ella estaba muy enganchada contigo, ¿acaso ha dado indicios de algo?
—Ha estado distante conmigo últimamente… Tiene otro, Zayn, estoy seguro. Tengo que hacer algo. —aseguré.
—¿Cómo piensas recuperarla?
—No, no voy a recuperarla. —negué.
—¿Entonces?
—Voy a vengarme.

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NERD.
Fiksi Penggemar-Feo. -Okay. -Insoportable. -Okay. -Te detesto. -Okay. -Apestoso. -Okay. -... Te amo. -O... ¿Qué? Daphne Hurley es la chica más popular de una de las escuelas más conocidas y prestigiosas del país. Ella tendrá que lidiar con su nuevo tutor; Harry E...