Capítulo 57

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Un nuevo día llegó, ¡y estaba más que radiante! Caminaba con algo más de facilidad y menos dolor, aunque trataba de dramatizar un poco mi situación... No quería que dejen de darme mimos. Liam me sostenía con cuidado y sonreía tranquilamente, aunque sabía yo que no estaría así cuando luego pidiese hablar con el equipo de futbol, pues no iba a dejar el tema de Maddie de lado, así de simple.

—¿Crees que no haya venido aún? No me ha escrito en todo el día —hice un mohín, cuestionándome eso una y otra vez—. ¿Estoy exagerando mucho? Cielos, no me gusta sonar... necesitada —farfullé, y el rió.

—Debe estar en camino, Daphne. Y no, está bien que te preocupes por él, supongo —se encogió de hombros—. ¿Sabes? Hace un par de días vi a una chica... —suspiró. Sonrió—. Creo que me he enamorado.

Parpadeé, y lo miré sorprendida. Casi con terror.

—¿Estás bien, Liam?

—Oh, lo estoy.

—Últimamente los hombres están alucinando mucho —bromeé, recordando a Harry cuando propuso faltar a clases. Total sorpresa para mí aún—. ¿Donde la conociste? ¿Cómo se llama? ¿Edad? ¡Cuéntame, Liam! —chillé, emocionada del porqué mi amigo lucía embobado. Era un total milagro el que Liam dijese que estuviese enamorado, pues sólo le había escuchado decir eso cuando salía conmigo y me molestaba, o cuando vio a cierta actriz en The Notebook. ¡Quedó hechizado!

—No lo sé —Lo miré extrañada—. ¡En serio! Ni siquiera creo que estudie aquí, nunca la había visto antes. Era guapísima, Daph, si la hubieses visto y si fueses chico habrías enloquecido como yo —sonrió—. Al parecer era universitaria. Caminaba gruñendo mientras veía algún libro y la tiré al suelo casualmente. Me gritó y me dijo de todo, pero yo me quedé viéndola como idiota y creo que eso la enfureció más... Me fascinó como no tienes idea.

Solté una risita al mirarlo tan concentrado en relatarme lo sucedido, y me alegró muchísimo el oírle decir eso, pues al menos alguien había logrado llamar la atención de Liam, lo suficiente como para tenerlo tonto ahora.

—Espero que puedas volver a verla... ¿Le has pedido el número o algo?

—No, es que... No quiso —ríe. Llegamos al aula y él me sentó con cuidado en la silla y tomó asiento junto a mí—. No me había dado cuenta que llevaba un refresco en la mano también y le manché toda la camiseta... Espero volver a verla pronto. Trataré de pasar más seguido por donde la vi —sonríe. Le digo que me alegra muchísimo, nuevamente, el que parezca interesado en una chica. Ojalá pueda sentar cabeza un poco ahora.

La clase comenzó poco después y Liam optó por quedarse a mi lado, pues Harry al parecer no asistiría a clases, o al menos no a esta clase.

"¿Estás bien, amor? Estoy en clases." Envié cuando el profesor se encontraba de espaldas al alumnado. Algunos minutos después, recibí respuesta.

"Estoy en camino. Me levanté un poco tarde, nena. Lo siento." Y suspiré aliviada. Al menos podía calmarme un poco, y desaparecer las ideas del que habría enfermado o su brazo había empeorado, y miles de cosas —un tanto absurdas— más. Pude atender la clase, aunque no podía decir lo mismo de Liam... Andaba en las nubes. Me preguntaba quien podría haber atrapado su corazón.

Quien sea que fuese, más le valía tener en cuenta que era a mi mejor amigo a quien estaba embobando.

Media hora transcurrió y la puerta sonó. Resolvíamos alguna práctica y no presté mucha atención a quien hablaba con el maestro en la puerta. La curiosidad pudo con mi niña interior y quite los ojos de la prueba, mirando luego a quien..., quienes entraban al aula.

NERD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora