Me abrazó con ternura, mientras mi brazo se posaba sobre sus hombros, atrayéndola con cuidado hacia mi cuerpo de igual manera. Las miradas alrededor, como era de esperar, no hicieron falta en nosotros. No me sorprendía mucho ahora, pues me importan muy poco además los estúpidos murmullos a nuestras espaldas en las que dicen no poder creer que hayamos vuelto. Aunque, claro, ellos no conocen en sí la verdadera historia, ¿no? Y ni tiene que interesarles.
—Es una pena que tengamos que aprovechar este poco tiempo en la escuela ahora —murmuró Daphne, soltando un suspiro—. Ya sabes, papá me ha castigado por esta semana y no podremos estar juntos más que aquí.
—Ya pasará, nena, no te preocupes —sonreí tratando de calmarla, aunque la verdad es que me causaba mucha pena también el pensar en que no la vería después del horario escolar. Era lo que nos tocaba pagar por desobedientes.
No me arrepiento de nada.
Ella mordió su labio, quedándose callada por un momento como pensando en algo. Moría de curiosidad por preguntarle, aunque quizás era mejor dejarla tranquila por ahora. Suspiré mirándola, admirando cada facción suya, y me quedé pensando también, bastante, en cómo una mujer tan bella y preciosa, en todo sentido, estaba conmigo ahora. Conmigo, entre mis brazos, ella. Me puse a pensar en tantas cosas. Desde que la conocí, hasta este mismo instante... Había sido tan terrible el viaje hasta ahora, yo había cometido tantos errores... y aquí estaba ella, dándome otra oportunidad. ¿Podría yo amarla más? Seguro que sí, mucho más. Esta mujer es preciosa, y no puedo permitirme perderla nuevamente, aún si ella piensa que hace mal las cosas, porque sé que no es así. Sé que soy yo quien complica todo muchas veces, sé que soy yo quien la hiere sin querer, soy yo quien la ha lastimado tanto en el pasado y quiera o no, eso la ha marcado. Sin embargo estoy aquí ahora, rogando por su amor, rogando por su perdón... Rayos, este mundo sí que da vueltas, y de manera abismal.
—Sé que no es la manera correcta, quizás ni la manera más romántica de decir esto, Harry —titubeó ella, interrumpiendo mis pensamientos. Su dulce y tímida voz me hizo sonreír, pues aún no me acostumbraba a aquella pequeña y preciosa Daphne, pero no estaba demás decir que me fascinaba. Ella muerde su labio y juega con sus dedos, apoyada contra mi pecho mientras me permite realizar suaves círculos invisibles sobre su cintura. Pretende decir algo, más lo calla; interiormente teniendo una guerra consigo misma.
—¿Qué sucede, Daph? —pregunté con suavidad, queriendo brindarle confianza. Se alejó ligeramente y me miró a los ojos. Suspiró y asintió, tomando luego su bolso y buscando quién sabe qué. Me carcomía la duda. Encontró lo que deseaba hallar y lo escondió en menos de un segundo tras su espalda, sin darme oportunidad a ver ni un poco—. ¿Qué escondes, Daphie? —sonreí divertidamente, y ella se sonrojó ante lo que le dije. Reí un poco y besé su mejilla, mientras sentí su sonrisa.
—Me gustó como sonó eso, uhm, sí —soltó una risita.
—¿Qué puedo decir? Soy genial hasta en eso —guiñé divertidamente, y ella rodó los ojos riendo risueña—. ¿Qué ocultas entonces, amor?
Ella hizo un puchero. Sus labios me volvían loco, Jesús.
—Te daré algo. Pero debes cerrar los ojos, ¿sí? Y esperar a que yo te diga que los abras, Harry, o me enojaré —gruñó al final de la oración. Sonreí y asentí obediente, esta vez obedecería a Hurley, sí; no quiero terminar calcinado, no—. Ya, no los vayas a abrir, eh —chilló, dejando algún papel en mis manos. Creo que era un sobre, sí, a juzgar por lo que sentía, papel, rectangular... Lo más seguro era esa opción. Escuché sus torpes pasos —gracias a su pie herido— alejarse y pretendí abrir los ojos, pero ella chilló nuevamente—. ¡Ni se te ocurra! —advirtió, y al menos me alegró escuchar su voz, un poco lejos, pero ahí estaba.
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NERD.
Fanfiction-Feo. -Okay. -Insoportable. -Okay. -Te detesto. -Okay. -Apestoso. -Okay. -... Te amo. -O... ¿Qué? Daphne Hurley es la chica más popular de una de las escuelas más conocidas y prestigiosas del país. Ella tendrá que lidiar con su nuevo tutor; Harry E...