Mi cuerpo sobre el de Harry era una posición bastante cómoda, al menos para mí lo era. Coloqué dos de mis dedos sobre su desnudo torso y comencé a jugar tontamente con éstos sobre su cuerpo. El chico hace unos minutos ya había tomado un apestoso y viejo libro de Matemáticas y se encontraba muy concentrado en éste.
—Hazzie —Le llamé, pero el chico no dijo nada y continuó en silencio muy metido en su libro. Levanté la vista y dejé de jugar con mis dedos sobre su torso. Fruncí el ceño y le observé más de cerca, pero él ni se inmutó—. Hazzie —espeté un poco más fuerte, pero él no me hacía caso, y comenzaba a hartarme—. ¡Edward! —el libro cayó torpemente sobre su rostro. Sonreí satisfecha, se lo merecía. Éste retiró el libro de su rostro y me miró ahora. Ya tenía la atención que ansiaba.
—¿Sí, Daphne? —murmulló entre dientes. Fruncí el ceño y me crucé de brazos.
—Háblame bien y con dulzura, Styles.
El chico sonrió forzadamente, perdiendo la paciencia de a pocos.
—¿Sí, nena? —sonreí satisfecha.
—¿No te quejarás ni molestarás por lo que te diga? —le pregunté, queriendo asegurarme, pero sospechando también de la respuesta. Elevó una ceja, confundido.
—Depende de lo que sea.
—Sólo un pequeño comentario —dije. Asintió sin mucha confianza.
—Sólo que sea algo nuevo, por favor —rueda los ojos y hago lo mismo. Jamás cambiarás, aunque me alegra de cierta manera.
—Tienes cuatro pezones.
Dirige mis manos hacia mi boca y cerré fuertemente los ojos, sin saber ahora por qué me sentía como una niña pequeña que hizo alguna travesura. Al no recibir respuesta alguna, entreabrí mis manos ya sobre mi rostro entero, observando por entre mis dedos con un solo ojo abierto; Marcel leía nuevamente su libro. Me acerqué nuevamente, viéndole por sobre el objeto.
—¿Estás molesto?
—No.
Negó calmadamente, y suspiré algo aliviada sabiendo de alguna manera que no me mentía. Ladeé un poco la cabeza, pero entonces ¿por qué se ha callado? Me muerdo el labio, algo nerviosa.
—¿Por qué te has hecho una carita? —espeté con un poco de diversión y, por otro lado, tratando de calmar el ambiente.
¿Quién se haría una carita en el pecho como tatuaje permanente? O bueno, parecía que hubiese querido hacerse el tatuaje con esa intención. Dejando de lado a los locos, supongo que sólo Harry. Él levanta el libro y se observa a sí mismo, soltando una calmada risa también.
Esto era totalmente irónico. Un nerd con tatuajes, ¿es acaso lógico? No lo sé, pero esto probablemente lo hace más perfecto aún. Inteligente, guapo, ¡y con tatuajes! Me he sacado la lotería.
—Es una mariposa —aclaró—, que exactamente, parece una carita por el hecho de que dos de mis pezones están junto a éste. —Ríe despacio y yo asiento con la cabeza. Pensé que se lo había hecho a propósito, pues dos de sus pezones realizaban la carita exactamente.
—Y... ¿Por qué tienes cuatro pezones? —pregunté nuevamente, siendo demasiado curiosa y tal vez muy cargosa. Él dejó nuevamente el libro, esta vez a un lado, y se quitó aquellas gafas gastadas por las cuales era tan identificado, sobre su pequeña cómoda. Soltó un suspiro.
¿Por qué presentía que había preguntado demás y la había regado toda? Rayos.
—Verás... —bajó la mirada, más luego volvió a mis ojos de manera inmediata—. Cuando mamá estaba embarazada de mí..., h-hubo un pequeño problema —ladeó la cabeza algo incómodo y mordió su labio, producto de cierto nerviosismo. Me arrepentí y quise pedirle que no dijese nada, que no era necesario contármelo si no lo quería así, pero las palabras simplemente no salieron de mis labios...—. Mamá... Mamá tuvo una pérdida.

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NERD.
أدب الهواة-Feo. -Okay. -Insoportable. -Okay. -Te detesto. -Okay. -Apestoso. -Okay. -... Te amo. -O... ¿Qué? Daphne Hurley es la chica más popular de una de las escuelas más conocidas y prestigiosas del país. Ella tendrá que lidiar con su nuevo tutor; Harry E...