Capítulo 9

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     Los hoyuelos en sus mejillas que se formaban ante su abierta sonrisa, lograban enloquecerme lo suficiente, tanto como para pensar en volver a sus labios. Me giré sobre mis talones y continué paseando a mi cachorra, ignorando a la vocecita en mi mente que me pedía a gritos volver a su boca. Agradecí mentalmente haber llegado rápido a casa, no aguantaría más el silencio entre Harry y yo. Poco después de observar una camioneta en casa, mi cachorra corrió desesperada hasta la casa, reconociendo el móvil. ¡Papá y mamá estaban en casa! Jalé de la mano de Edward hasta la entrada, donde Nanny ya había abierto al escuchar los ladridos de Pecky.

     —¿Papá? ¿Mamá? —llamé una vez dentro.

     —Daphne —levanté la vista y observé a mi madre bajar las escaleras. Hoy llevaba una camisa blanca y una falda negra, vestida como toda una empresaria y muy elegante. Mamá dirijo su vista a mi mano, y luego levantó la mirada, observando a Harry atentamente pero de manera cálida—. Buenas tardes…

     —Harry Styles —completó el chico—, un gusto conocerla, señora Hurley —saludó brindando su mano con educación. Me sentía aliviada de que esta vez fuese Harry y no cualquier otro tipo quién se presentase ante mi madre. Ella podía ser un poco selectiva a veces, aunque si le agradaba a primera vista, podía ser muy amable y dulce.

     —Igualmente, Harry —contestó mamá, con una sonrisa en los labios. Demostrando que sí le había agradado él.

     —Mamá, hoy tengo una fiesta en casa de Zayn, ¿puedo ir? —le pregunté. Parecía estar todo tranquilo hoy, y esperaba que me dejase ir tranquilamente también.

     —Pregúntale a tu padre —me señaló con el dedo índice, para luego agacharse y acariciar a mi cachorra, quién daba vueltas a su alrededor.

     —¿Dónde está? —pregunté, refiriéndome a papá.

     —Aquí estoy —apareció mi padre, entrando por la puerta principal—. ¿Qué sucede, Daphne? —cuestionó, luego viendo a Harry.

     —Oh, papá… —tosí un poco—. Éste es Harry. Harry, mi padre —los presenté con cierto nerviosismo. Mi padre nos observó algo extrañado.

     —Buenas tardes, señor Hurley —saludó Harry, también algo nervioso por lo que noté.

     —Buenas tardes, Harry —contestó papá de igual manera—. ¿Vas a salir, Daph? —me preguntó, acercándose a mamá y estando frente nuestro ahora.

     —Papá…, ¿crees que pueda ir a una fiesta? —pregunté dudosa.

     —¿Dónde? —frunció levemente el sueño.

     —En casa de los Malik, ya sabes, Zayn la organiza —sonreí.

     —¿A qué hora?

     —A las nueve.

     —¿Con?

     «Diablos, diablos, diablos.»

     —Harry —me apresuré en decir, buscando alguna salida.

     —¿Amigo de la escuela?

     —N-novio. —tomé la mano de Harry, rezaba por que no luzca nervioso. Papá miró a Harry, algo desconfiado tal vez, pero luego me miró con suavidad—. Papá, Harry cuidará bien de mí.

     —¿Cuidarás bien a mi nena? —le preguntó, tomando la mano de mamá. Pellizqué su trasero sin que mis padres se dieran cuenta.

     —Por supuesto, señor Hurley.  —sonrió forzoso, pero convenciendo a mi padre.

NERD.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora