Hace ya seis días que Alex se fue, a diferencia de otras veces en esta a estado en constante comunicación, moría de miedo solo de pensar que no quisiera regresar.
Pasan de las diez de la noche y estoy sola en casa, toda la tarde estuve acompañada de Lily y Marina, tuvimos las típicas conversaciones que se dan entre mujeres, hombres, moda, sexo, hombres y mas sexo, no lo puedo negar me hicieron la tarde, me divertí como hace tiempo no lo hacía. Tengo que agradecerles por qué no me dejaron sola, me supieron escuchar y me aconsejaron aunque entre ellas hay diferencia de opiniones, Lily cree que debí decirle que si a Alex y Marina piensa que hice bien al decirle que no, se que en parte ambas tienen un poco de razón pero al final la que tomo la decisión fui yo, no me arrepiento de la respuesta que le di, me arrepiento de mi actitud después, lo último que yo quería que pensara era que no lo quería o que deseaba terminar, lo amo creo firmemente que es el amor de mi vida, aunque debo admitir que tengo miedo, me da miedo pensar que en un futuro no vuelva a pedírmelo, no quiero que piense que volvería a negarme.
Siento como tocan mi cuerpo, como van dejando besos desde mis tobillos hasta llegar a mi cuello, no me alarmo ya que ese aroma me es tan familiar, el roce de sus manos con mi piel, la manera de tocarme, es para volverme loca. Me giro para poder observarlo, quiero verlo a los ojos, quiero verme en él, quiero ver esa sonrisa que me mata, ver ese brillo en su mirada cuando me mira, abro mis ojos y ahí esa él, al ver cómo me mira, con tanto amor, con devoción, sé que las cosas estarán bien, sé que nosotros estaremos bien.
– hola peque, te eche mucho de menos – sus brazos me rodean, sus manos dejan pequeñas caricias en mi espalda y al tenerlo tan cerca su nariz rosa mis mejillas – yo también te extrañe amor- levanto mi cara y busco sus labios, hace tiempo que no lo siento en mi y las ganas de sentirlo me consumen, él lo sabe, sabe lo que sus labios, sus manos y todo el me hacen- ¿ansiosa peque? – sonrió porque sabe cuánto me afecta su cercanía pero también se le olvida que este juego lo podemos jugar los dos, levanto mi pierna izquierda y con ella le rodeo la cintura, puedo sentir que se encuentra solo en sus bóxer – un poco ambicioso ¿no crees?- no peque, solo que te extrañe demasiado- sonrió ante su respuesta, juego con el borde de sus bóxer, quiero sentirlo piel con piel, balanceo mis caderas y lo siento, él ya está listo para mí – esta juguetona amor – repitiendo sus propias palabras contesto- no amor, solo que te extrañe demasiado- y así sin darme tiempo a mas comienza a besarme y esa noche nos demostramos cuanto nos extrañábamos, cuanto los dos ansiábamos estar juntos así, piel con piel.
Ana
Despierto un tanto cansada y adolorida, me remuevo para poder zafarme de los brazos de Alex y me dirijo al baño, hago mis necesidades y al momento de lavarme mi cara sonríe al verme en el espejo, mis mejillas están un poco rojas, mis labios están un poco hinchados y mis ojos tienen un brillo algo especial, hoy soy tan diferente al reflejo que veía hace dos meses, me alegro que estemos bien, necesitamos hablar pero tenemos tiempo.
Bajo para poder preparar el desayuno, le abro la puerta a Max para que salga al jardín, camino a la cocina pero recuerdo que el día anterior olvide realizar las compras, así que me preparo para salir, me detengo al pensar si sería buena idea despertar a Alex y salir a desayunar pero viendo lo cansado que se ve no creo que sea buena idea, además que mejor manear de empezar el día que tomando el desayuno en la cama, igual lo puedo convencer para no salir en todo el día, quiero estar con el así juntos los dos en cama viendo películas todo el día.
Salgo al garaje para tomar el auto de Alex, la tienda más próxima esta a media hora de distancia así que será bastante rápido. Realizo las compras incluyendo las necesarias para no salir en todo el día, espero que Alex no se haya despertado olvide dejar una nota pero pensándolo bien si se hubiera despertado me hubiera llamado así que me tranquilizo por que todavía tengo tiempo para sorprenderlo.
Voy de regreso a casa, es viernes por la mañana y hay un poco mas de tráfico, el día de ayer le avise a Michael que me ausentaría este día y no le vio problema, hay veces que creo que me aprovecho de mi buena relación con él pero prometo dejar de hacerlo.
Ya falta poco para llegar, cruzo el siguiente semáforo, dos cuadras más y llego a casa, a escasos metros del cruce el semáforo cambia a rojo y freno de inmediato, escucho un ruido y miro por el espejo retrovisor, de pronto veo una camioneta que al parecer no tiene intención de frenar, me invade el miedo y trato de mover el carro cuando de pronto siento el golpe, el impulso del choque mueve el carro quedando en medio de la intersección, me duele el cuello y un poco la frente, cuando trato de reaccionar parece que todo sucede en cámara lenta, abro los ojos y al momento me arrepiento por el costado derecho viene un carro a gran velocidad, trata de maniobrar al percatarse de mi presencia obstaculizando su paso pero el golpe es inevitable, el impacto hace que el carro gire y mi cuerpo golpee con fuerza el vidrio de mi ventana, me siento mareada, me duele la cabeza y la espalda, puedo distinguir que la gente se amontona a mi alrededor, pero me siento cansada y con sueño, sé que me están hablando, se que tratan de saber cuan mal estoy pero mi cuerpo no me permite reaccionar. Cierro mis ojos, eso hace que el dolor en mi cabeza se sienta menos, siento un liquido caliente que recorre parte de cuello, a lo lejos escucho sirenas y una canción un tanto familiar, creo que ese es mi teléfono, si es Alex, ya despertó, sin darme cuenta derramo unas lagrimas y en mi último pensamiento solo esta él.
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Y Como Mirarte
RomanceEs una historia de amor de dos almas que están destinadas a estar juntas, tendrán dificultades en el camino pero siempre encontraran la manera de volver a unirse. Por que dicen que el amor todo lo puede