Es una historia de amor de dos almas que están destinadas a estar juntas, tendrán dificultades en el camino pero siempre encontraran la manera de volver a unirse.
Por que dicen que el amor todo lo puede
Hoy es el tercer aniversario luctuoso de Alex, voy camino al cementerio acompañada de mi hombrecito – Alexander ¿Qué le contaras a papá ahora? – Que ya soy niño grande, que ya iré a la escuelita mamá – sonrío al escucharlo tan entusiasmado.
Al principio fue muy difícil estar sola, los primeros meses tras su muerte me deprimí, me aislé del mundo, no salía de casa y baje de peso hasta, llego un punto en que creí que me volvería loca pero una tarde llego Luis y Lily para hacerme compañía y después Luis me entrego una caja de regalo, en ella habían varias cosas que Alex preparo para mí y para Alexander, esta caja a sido de ayuda innumerables veces, hay varias usb con videos para mí y para Alexander, hay cartas, fotografías y audios que en los peores días donde me siento caer la tomo y algo dentro de ella trae de vuelta a mi Alex aunque sea por algunos momentos.
-Vamos Alexander, hemos llegado- Mi niño me acompaña, en sus manos lleva una flor, nunca viene con sus manos vacías - ¿vas a dejarle la flor a papá? – Si mami, quiero que desde arriba vea que me acuerdo de él –
Alexander creció sabiendo que tuvo un padre que lo quiso y lo deseo mucho pero que desafortunadamente tuvo que marcharse antes de este mundo, gracias a los videos Alexander lo a conocido, sabe quién es y eso me a ayudado mucho.
-¿Mamá?- dime Alex- cuéntame de mi papá – me siento y coloco a Alex en mis piernas - ¿Qué quieres que te cuente? – mmm no sé........ ¿Le gustaba el chocolate mamá?- si, el pastel que te preparo era su favorito- mamá ¿extrañas a papá? - El nudo en mi garganta crece – cada día pequeño, cada día lo recuerdo y es que tú te pareces tanto a él- ambos reímos supongo al recordarlo- anda deja la flor y despídete, tenemos que marcharnos- Alexander camina hasta la tumba y deja sobre ella la flor – ya me voy papá, te prometo regresar pronto- camina hacia mí y toma mi mano, damos algunos pasos y corre de regreso a la tumba – Alexander! – Le llamo pero no me presta atención, su atención se centra en la tumba y lo escucho decir – Papá y cumpliré la promesa, cuidare a mamá por ti- ya cuando viene de regreso toma mi mano -¿Qué fue eso Alexander? – papá me pidió que te cuidara mamá y yo lo prometí - ¿Cuándo lo pidió? – Una noche mami, vino a visitarme y me pidió que te cuidara – Sus palabras causan escalofríos en mí, no sé si mi hijo tiene una gran imaginación o si Dios es tan grande y le permitió ese privilegio.
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Estos años han sido difíciles, me ha costado mucho salir adelante emocionalmente, nunca estoy sola, la familia y amigos siempre han estado con nosotros, las veces que me he sentido caer no falta quien esté a mi lado ayudándome a levantarme, Diego y Luis han sido de gran ayuda con Alexander y eso no tengo como agradecérselos.
Por fin el proyecto que teníamos Lilian y yo pudo ver la luz, es mi sustento pero no me quejo, hay días buenos y otros malos, Alex me dejo una herencia pero eso trato de dejarlo para el futuro de Alexander.
-¿Lo echas de menos no?- Lily me está haciendo compañía mientras Luis llevo a los niños al parque – mucho, trato de recordarlo como fue en sus mejores momentos- si supongo- si siempre trato de recordarlo con esa sonrisa que me enamoro, con su buen humor, con sus caricias pero también hay días en que trato de no recordarlo, hay días en que su ausencia duele más - ¿algún día rearas tu vida?- él me lo pidió Lily, en sus últimos minutos él me lo pidió pero siendo honesta no puedo, mi vida se centra en Alexander y el café y francamente no podría soportar una decepción amorosa, mi corazón creo no lo soportaría – ya llegara el indicado, Alex enviara a uno perfecto para ti- sonrió al escucharla – no lo sé tal vez pero por el momento estoy bien sola, recordándolo.
Cada noche antes de irme a dormir le deseo buenas noches, me gusta pensar que donde quiera que este me escucha, el amor que nos tuvimos era tan grande que quiero pensar que nuestra conexión cruza cualquier frontera, terrenal o espiritual.
-Buenas noches corazón-
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