Visitas Médicas

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Han pasado dos días desde que llegamos Alex y yo y él sigue insistiendo en llevarme al médico, por más que he tratado de negarme él insiste y no es que yo no quiera saber que pasa conmigo si no que en realidad no me gusta visitar ni hospitales ni médicos, no sé bien porque pero no quiero ir, sé que parezco una niña con mis actitudes pero me molesta que sea tan insistente.

-¡Ana con un carajo! vas a ir así tenga que llevarte a rastras, deja de comportarte como una niña pequeña – ¡Y tu deja de actuar como mi papá! te aclaro que eres mi pareja nada más – En este punto los dos dejamos de gritar y veo que él trata de salir de la habitación un tanto derrotado -Sabes que, bien, si no quieres ir no vayas no te voy a obligar- al escucharlo me da tanto sentimiento que tengamos este comportamiento tan tonto y comienzo a llorar, no sé bien porque estoy llorando pero no puedo dejar de hacerlo, siento como se hunde la cama a mi lado y lo siento a él -¿Por qué lloras?, peque te insisto en visitar al médico porque me preocupo por ti, porque te quiero y quiero que estés bien ¿Por qué es tan difícil de entender? – Me giro para verlo y él limpia mis lagrimas - ¿ya no me amas? – Noto su cara de sorpresa - ¡¿Qué?! , ¿De donde sacas que no te amo mujer? – es es que acabas de decir que me quieres nada mas, ¿es que no me amas ya? – Veo como inclina su cabeza y suelta una sonora carcajada – hay peque, eres única corazón- coloca sus manos en mi cara y me acerca para besarme- Claro que te amo, más que a la vida misma corazón, jamás lo dudes por favor ¿sí?- solo logro asentir con la cabeza y es que no puedo hablar, por más que intento dejar de llorar no puedo, mis hormonas están en revolución creo yo porque yo no soy así, no es normal que llore como lo estoy haciendo y comprendo ahora que Alex se preocupe por mí, así que no quedara más que visitar al dichoso medico – Entonces ¿Qué dices?- me estira su brazo para poder tomarme de la mano -¿vamos al médico? – s-si, está bien tu ganas – sonríe y con eso se da por ganador.

Hace casi dos horas que nos encontramos en el centro médico, acabamos de salir de consulta con Alex y el oncólogo le ha indicado que hasta el momento se encuentra en perfecto estado, no hay rastro de cáncer y según nos dice una consulta más dentro de quince días y le puede otorgar el alta médica.

Vamos caminando por los pasillos, estamos buscando el piso de medicina general para poder atenderme cuando Alex me detiene – ¿Peque? - ¿sí?- me giro para observar que me señala un pasillo el cual indica que se encuentra el área de ginecología – Es ginecología, ¿Qué tiene de raro Alex? – es que estamos asumiendo que tienes algún virus o infección pero no hemos tocado el tema más obvio ¿y si estas embarazada? – lo observo y no puedo evitar recordar la última vez que tuvimos esta clase de sospechas y recuerdo que su reacción no fue la que yo esperaba – Mmm no lo creo, claro que no – niego con la cabeza – Ana- me toma de los hombros y me gira para quedar frente a frente, toma mi barbilla y hace que lo mire a los ojos -¿Por qué no has querido pensar en lo más obvio? – no contesto, no puedo hacerlo, me siento como si fuera una niña pequeña a la cual le están llamando la atención, no sé porque me siento mal, me siento triste, me rehusó a pensar que pudiera estar embarazada, no quiero, no ahora, no así, es claro que él no quiero un bebe ahora y solo nos traería problemas pero también sé que es lo más lógico – tengo miedo Alex- muerdo mi labio inferior reprimiendo las inmensas ganas de llorar – hey ¿Qué pasa? – Me acerca y me da un abrazo, su cara se encuentra en mi hombro y juega con mi cabello, yo por mi parte me encuentro más que abrazada a su cintura – no quiero Alex, ahora no – me separa para poder observarme y se da cuenta de las lagrimas que he derramado – Ana no nos hemos cuidado, no siempre, es claro que el embarazo es una opción – guardo silencio, no sé qué decir sin iniciar una discusión, no quiero pelear, no ahora – Mira, entiendo tu miedo porque sé que es por mi y lo entiendo, sé que la ultima vez no reaccione de buena manera y lo lamento en verdad, pero te propongo salir de dudas, vamos a visitar a una ginecóloga y hacemos un estudio y si descartamos el embarazo nos enfocamos ahora si a que te realicen estudios en general para ver qué es lo que pasa con tu cuerpo ¿te parece? – me suelto de su agarre y doy algunos pasos alejándome de él – Ana por favor – Esta bien, vamos hacer lo que tú dices pero antes de caminar por ese pasillo contéstame una simple pregunta – claro, dime – si el resultado es positivo, si estoy embarazada ¿Qué vas hacer?........ La ultima vez me dejaste claro que no quieres un hijo, mas sin embargo tienes razón, en algunas ocasiones no nos cuidamos por lo tanto la responsabilidad es de los dos, si resulta que estoy embarazada no quiero hacer esto sola, sé que podre porque soy capaz Alex, no te confundas, pero quiero saber donde me encuentro contigo en esto, quiero saber que va a pasar si esto resulta ser cierto – lo veo sonreír, pasa una de sus manos por su cara y no deja de sonreír y esto me desconcierta – peque, una de las cosas que me hizo enamorarme de ti fue eso, la tenacidad, la valentía y lo capaz que eres, entre muchas cosas –camina hasta llegar a mí y me toma de las manos – pero te amo y te quiero conmigo siempre y todo lo que he vivido a tu lado me a enseñado y me ha servido para ver que la vida sigue y que los tiempos de Dios son perfectos, entonces si se diera el caso de que estamos esperando un hijo o una hija, te prometo que estaré contigo, te prometo a esa criatura si es que está en camino la voy amar de la misma manera en que te amo a ti porque sería el fruto del amor que tu y yo nos tenemos, entonces contestando a tu pregunta, querría salir y gritar a los cuatro vientos que la mujer de la que estoy enamorado me a dado la dicha de ser papa y seria el hombre más feliz, ¿eso contesta tu pregunta amor? – estoy hecha un mar de lagrimas, no sé de donde salió este Alex que tengo frente a mi pero esto, esto hace que lo ame cada día más, esto hace que me de cuenta de que el es el hombre que quiero conmigo siempre – si! Si! Corazón, gracias – me acerco y me pongo de puntillas para tratar de besarlo -¿gracias? – sí, gracias por querernos así – no peque, gracias a ti por aparecer en mi vida.

Y Como MirarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora