Confrontaciones

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"Aunque duela llega el momento donde se debe dejar que todo siga su camino, donde es mejor no forzar nada. Donde se tiene que entender que aunque con tanta fuerza se desee, hay cosas que sencillamente no serán".

 Donde se tiene que entender que aunque con tanta fuerza se desee, hay cosas que sencillamente no serán"

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Han pasado dos días desde que escuche la llamada de Alex donde decía que se tenía que ir a Barcelona de nuevo, también ese día fue el ultimo día que cruce palabra con él, si sé que soy infantil pero no puedo hablar con el así como si nada, como si estuviera de acuerdo que de buenas a primeras se marche. No soy tonta, él está huyendo de esto que tiene que decir, estoy cansada tanto mental como físicamente, ya me canse de tratar de que esto funcione, me arte de buscar siempre el lado bueno a las cosas, lo amo si pero cada día me convenzo mas de que no es suficiente el amor.

Lilian se acaba de marchar, vino a comer conmigo por que estos dos últimos días no he salido de casa y es que aun no me siento del todo bien. Escucho como bajan las escaleras y arrastran una maleta, se va, otra vez, no sé cómo enfrentar esta situación, me siento agotada. Guardo silencio en espera de que sea él quien comience hablar pero esto parece una guerra de orgullos, ninguno de los dos quiere dar un paso al frente – Ana me tengo que ir –suspiro y sonrió de una manera sarcástica, me giro para poder tenerlo de frente -¿te tienes que ir?- suspira, baja su cabeza y frota su nuca- Ana por favor no me hagas esto mas difícil, sé que no te gusta que viaje eso siempre lo has dicho pero entiende que es necesario – inclino la cabeza para observarlo mejor- No tengo nada que decir Alex, tienes la maleta en mano y lo que yo diga sale sobrando ¿Qué quieres escuchar de mi? – veo que se está molestando y tal vez sea mejor así, es mejor que saque todo lo que tenga que decir antes de marcharse – quiero que comprendas!, que entiendas, estas actuando como una niña pequeña e insolente, madura de una vez por todas- me ha levantado la voz, nunca por más molesto que estuviera me había levantado la voz- muerdo mi labio inferior para evitar llorar, no quiero hacerlo, ya me canse de llorar cada que se marcha y tal vez tenga razón, estoy actuando como una niña pero es que no se de que manera hacerle ver que tan mal estamos – Si, tienes razón Alex, pero si es así ¿Qué estás haciendo conmigo entonces? – Baja sus brazos y suspira, casi se le ve derrotado –porque te amo Ana, te amo – quisiera correr hacia él, darle un abrazo y decirle que todo estará bien pero sé que le estaría mintiendo – no lo digas, no lo digas de esa manera – por primera vez desde que comenzamos a discutir me mira a los ojos -¿de qué manera? – Así, lo dices como si te doliera, como si te doliera amarme – cierra sus ojos y niega con la cabeza – el amor no debe de doler Ana – no, no lo acaba de decir, bajo mi cabeza y por más que me muerda los labios no puedo evitar comenzar a llorar y sé que me arrepentiré de mis próximas palabras pero creo que es necesario decirlas – entonces esto tal vez no sea amor Alexander – salgo corriendo y subo las escaleras a nuestra habitación, me arrojo a la cama cual adolescente y solo alcanzo escuchar como golpean la puerta principal y unas llantas quemar el pavimento.

Narra Alex

Por más que intento no recordar sus palabras me es imposible, todo lo que hago es recordar esas palabras que cruzo conmigo antes de marcharme, quisiera haberme quedaron ya hacerle entender todo pero sé que sería en vano, ella quiere respuestas y de momento no puedo dárselas, ¿Por qué no puede confía en mí?, ¿Por qué no puede creer en este amor que nos tenemos?, quisiera poderla hacer entender.

Y Como MirarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora