CAP 18: Revenge Lord Commander

5.1K 363 100
                                    

Me quedé ahí hasta que anocheció y fue hora de cenar. Fruncí el ceño al ver a los hombres comenzaron a llegar a la sala para comer. Hornwood se sentó a mi lado, junto a Tim. Pronto Edd, Grenn, Pyp y Sam se sentaron con nosotros, junto a un pequeño niño que no había visto antes.

–¡Hola! –Lo saludé, pues estaba a dos asientos míos.- ¿Eres nuevo? –Él asintió.- Mi nombre es Sisabella, es un placer.

–Soy Olly. –Sonrió el niño, pero sus ojos reflejaban dolor.- Llegué esta tarde.

–¿Cómo llegaste? –Pregunté, mordiendo mi labio inferior.

–Los salvajes mataron a todos en mi villa. Me dejaron vivir para que entregara un mensaje a Thorne. –Susurró.

–Lo siento. Sé cómo te sientes. –Dije, y lo dejé comer en paz.

Vi cómo Jon se acercó a Thorne, quien le habló mientras comía como cerdo. Luego se paró delante de mi mesa. Rogué porque Jon no me viera, y creí que fue así, hasta que el muy estúpido abrió su bocota.

–Hermanos. –Dijo. Dejé de comer y levanté mi mirada, seria. Para mi mala fortuna sus ojos color tormenta se cruzaron con mis ojos color cielo por un milisegundo, y aparté la mirada apenas noté que nuestras miradas se cruzaron.

Al notar que nadie le hacía caso a Jon, Grenn tomó su vaso y lo golpeó varias veces contra la mesa, llamando así la atención de todos. Suspiré y levanté mi mirada de nuevo para verlo. Por suerte, él ya no me estaba mirando a mí.

–Iré a más allá del muro, al Torreón de Craster. Capturaré a los rebeldes que mataron al Lord Commander Mormont allí o los mataré. Estoy pidiendo a voluntarios para que me acompañen. Hay cien kilómetros de jungla entre este lugar y el de Craster, y Mance Rayder tiene un ejército bajando hacia nosotros, pero esto es algo que tenemos que hacer. Nuestras vidas dependen en que tengamos a esos sublevados antes que Mance. Saben sobre el muro, sobre nuestras defensas... Si Mance se entera de lo que ellos saben, entonces estaremos perdidos.

Jon continuó con su gran discurso, y dejé de escucharlo porque entré en una pequeña guerra entre mi corazón y mis pensamientos. Mi mente me decía que no fuera, porque estaba molesta con Jon y no merecía mi apoyo, pero mi corazón me decía que tenía que vengar a Mormont, y, aunque no quería admitirlo, tengo que asegurarme de que Jon esté bien. Porque después de todo, aún me importaba ese jodido idiota. Quizás, me importaba más de lo que yo quisiera, y más de lo que debería.

–¿Quién se unirá a mí? –Preguntó. Sin pensarlo dos veces, o, más como un acto reflejo, me levanté.

–Yo iré. –Dije, mirando los grises ojos de Jon. Lo miré tan fríamente como pude y creo que él lo notó, porque bajó su mirada.

Grenn se levantó después de mí, y Hornwood se levantó al ver que yo me había levantado. Tim se levantó también, seguido de Pyp y Edd. Por último se levantó el tipo nuevo que me daba mala espina, ese tal... Locky o qué se yo cuál era su nombre.

–No puedo permitir que un nuevo recluta vaya al norte del muro. –Dijo Jon, mirando al tipo que no me caía bien.

–Entonces permítanme decir mis votos. –Dijo el tipo.- Si te diriges a una batalla, será mejor que lleves a gente que sepa cómo pelear.

Rodé los ojos. Este tipo era un idiota y no me caía bien. Me daba muy mala espina, y yo siempre tengo la razón. Thorne lo aprobó y Jon nos miró a todos.

–Gracias, hermanos. –Dijo.

Asentí, me fui de la habitación y escribí un mensaje para mi hermano, el cual entregué a Sam para que se lo enviara al Desembarco del Rey.

Al día siguiente me levanté temprano y me preparé para partir. Caminé hasta la puerta del túnel y sonreí al ver a mis amigos listos para partir. La gran sonrisa que tenía se borró al ver a Jon y al tipo ese, Locke.

Las puertas se abrieron y comenzamos a caminar hacia el Torreón de Craster. Traté de mantener mi vista pegada a mis pies, pero me era muy difícil, ya que sentía una mirada sobre mí, y estaba segura que era la mirada de Jon.

–Sisa. –Hornwood me susurró y giré para verlo, mientras él caminaba a mi lado.- ¿Segura que estás bien?

–Estoy bien, Jack. –Suspiré.- Gracias por preocuparte. –Revolví su cabello con mi mano y me adelanté, para no tener que hablar con nadie.

–¡Baratheon! –La voz de Tim me hizo girar.- ¿Quieres que te anime? –Preguntó. Negué y él rodó los ojos.- ¿Y una canción?

–¡Dije que no, Tim! –Gruñí, mirándolo mal.- Ya paren de joderme la vida, ¿Quieren?

El resto del camino fue silencioso. Llegamos cerca del lugar por el mediodía, y Jon dio las órdenes de esperar a que anocheciera para atacar.

–Yo iré a contar a los hombres. –Dijo el idiota de Locke, para después alejarse del grupo.

Rodé los ojos y comencé a alejarme del grupo, cuando una voz demasiado familiar para mí, me habló.

–Sisa. –Era Jon.- ¿Podemos hablar?

Cerré los ojos con fuerza y respiré hondo. Giré para verlo y asentí, seria. Él asintió y se apartó un poco del grupo. Yo lo seguí y me apoyé en un árbol, mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho.

–¿Por qué estás así? –Preguntó.- No me has hablado desde que regresé, y siendo que estás enfadada conmigo.

–¿Enfadada? –Dije, con un tono sarcástico.- ¡Enfadada es poco, Snow! ¿¡Tienes idea de lo que los estúpidos salvajes le hicieron a mis amigos más cercanos!? ¿¡Tienes idea de lo que me han hecho a mí!?

–Qhorin Mediamano me ordenó...

–¡Ya sé lo que te ordenó! –Gruñí, dejando que una lágrima de nostalgia se escapara de mis ojos.- ¡Él era como un hermano para mí! –Me limpié la lágrima y respiré hondo.- Fue inteligente su jugada, y estuviste bien, pero...

–¿Pero...?

–¡No necesitabas acostarte con una de ellos! –Solté, furiosa.- ¡La salvaje de mierda no te merece, Snow!

Me ruboricé al notar lo que acababa de decir. Jon se quedó callado, y yo simplemente me fui de allí rápidamente, regresando con los demás chicos. 

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora