The Crow Girl (Jon Snow)

CAP 54: The king in the north

*SISABELLA'S POV*

Sonreí levemente al escuchar la historia de mi mejor amigo. Había sucedido todo gracias a que hicieron las paces. Era algo increíble.

En ese momento alguien tocó la puerta y la abrió. Era Jon, mirándonos.

–Los dejaré solos un momento. –Dijo Hornwood.- Te veré después, Princesa.

Hornwood depositó un beso en mi frente y luego salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de sí.

–Hey. –Dije, mirándolo con una leve sonrisa.

–Hey. –Dijo él, sentándose a mi lado en la cama.- ¿Cómo estás?

–Aquí. –Respondí, suspirando.- Estaré bien, solo... tengo que superar esto. Todo esto.

–Mi hermana puede ayudarte con eso, ella estuvo casada con él a la fuerza.

–Lo sé. –Asentí, arrugando la nariz.- Fue muy valiente al sobrevivir a ese idiota.

Entonces Jon me rodeó con sus brazos y lo abracé también. Me llenó una sensación de fortaleza y supe que no estaba sola en esto.

–Sobre tu prima...

–No quiero hablar de eso ahora, Jon. –Susurré.

–De acuerdo.

Nos abrazamos por varios minutos, hasta que él me soltó y me miró.

–Ven conmigo, hay una asamblea a la que debemos asistir.

Sin decir nada asentí y lo seguí, para llegar al gran comedor. Me senté en una esquina, tratando de pasar desapercibida.

Entonces Jon se levantó y comenzó con su discurso.

–Los hombres del pueblo libre, los norteños y los caballeros del Valle peleamos y ganamos, juntos. Mi padre siempre decía: "encontramos a nuestros verdaderos amigos en el campo de batalla."

–Derrotamos a los Bolton. La guerra terminó. El invierno llegó. –Dijo uno de los Lords.

–La guerra no ha terminado. Y te juro, mi amigo, que el enemigo trae la tormenta consigo.

Todos comenzaron a especular en susurros, y vi que una pequeña niña se levantó, para comenzar a hablar. La miré atenta.

–Su hijo fue asesinado en la Boda Roja, Lord Manderly. Pero usted rechazó el llamado. –Dijo la niña.- Juró lealtad a la casa Stark, Lord Glover. Pero cuando se le necesitó, rechazó el llamado. Y usted, Lord Cerwyn... Ramsay Bolton despellejó vivo a su padre. Y aun así, rechazó el llamado.

A la mierda.

Sa niña tiene agallas. Me cae bien.

–Pero la casa Mormont recuerda... El Norte recuerda. ¡No reconocemos a ningún rey excepto el Rey en el Norte cuyo nombre es Stark! –Exclamó. Sonreí sin poder evitarlo, al igual que Jon y Sansa.- No me importa si es un bastardo. La sangre de Ned Stark corre por sus venas. Él es mi rey, desde este día, hasta su último día.

Hubo un largo silencio luego de aquella intervención.

–Lady Mormont dice cosas duras, pero verdaderas. Mi hijo murió por Robb Stark, el lobo joven. No creí encontrar otro rey mientras viviera. No acepté el llamado porque no quería que mis hombres murieran por nada. Y eso es algo con lo que viviré por el resto de mis días. Porque me equivoqué. Jon Snow vengó la boda roja, él es el lobo blanco, ¡El rey en el norte!

Sin decir más, sacó su espada y la clavó en el piso, arrodillándose ante Jon.

Entonces vi a Hornwood ponerse de pie.

–Los Hornwood han peleado junto a ustedes. –Habló.- En esta batalla y en muchas otras. Y estoy de acuerdo con Lord Manderly y Lady Mormont en esto. A partir de este día hasta el último de sus días, la lealtad de la casa Hornwood la tiene Jon Snow, ¡El rey en el norte! –Y también clavó su espada en el piso, arrodillándose.

Lo miré con sorpresa.

–¡La casa Glover apoyará a la casa Stark, como lo ha hecho por miles de años! ¡El rey en el norte! –Exclamó Lord Glover.

En ese preciso momento todos se pusieron de pie y levantaron sus espadas.

–¡El Rey en el Norte! ¡El Rey en el Norte! ¡El Rey en el Norte! –Repetían en coro.

Entonces me puse de pie y comencé a repetirlo yo también.

Entonces comenzaron a discutir sobre unir el norte y todo lo demás. No presté mucha atención hasta que Sansa desafió a Jon frente a todos los Lords.

Jon decidió perdonar a dos niños que ahora eran Lord y Lady de las casas Umber y Karstark. Todos admiraron a Jon por aquello y la asamblea terminó. Jon y Sansa se fueron juntos a quién sabe dónde, mientras yo fui a buscar a Hornwood.

–¿Así que Sansa? –Lo miré arqueando una ceja.

–¿Qué? Claro que no, Princesa. –Rió, mirándome.

–"Me quedé sin aire cuando se fue." –Dije, tratando de repetir lo que me había contado.

–Porque hacía frío. –Se encogió de hombros y comenzó a alejarse de mí.

Solté una carcajada y fui tras él, hasta que Jon me alcanzó, entregándome una carta que provenía del Desembarco del Rey.

"De: Cersei, primera de su nombre, reina de los ándalos y los primeros hombres, protectora de los siete reinos.

Ven al Desembargo del Rey. Arrodíllate o sufre las consecuencias."

–¿Reina Cersei? –Arqueé una ceja, sin entender lo que sucedía.

–Sisa, no quería que te enteraras así, pero...

–¿Enterarme de qué? –Mi corazón se aceleró y me alejé de Jon, pues había tratado de tocarme el hombro. Él bajó la mirada.- ¿Enterarme de qué? –Repetí, temiendo lo peor.

–Tommen Baratheon se suicidó.

–¿¡Qué!? –Llevé mis manos a mi pecho, dejando que las lágrimas comenzaran a caer por mis mejillas sin permiso.

–¿Qué hay de Myrcella? ¡Ella debía ser la otra heredera!

Jon me miró y negó levemente, sin decir nada.

No aguanté el dolor y salí corriendo de allí, para encerrarme en la habitación que era mía. Me tiré sobre mi cama y comencé a sollozar por mis hermanos.

Ya había perdido a Joffrey y a mi padre. Y ahora había perdido a Myrcella y a Tommen. ¿Qué había pasado?

¿Cómo había muerto mi hermana?

¿Hace cuánto había ocurrido y yo no lo sabía?

Lloré hasta quedar dormida.