CAP 28: I can't help it, I like you

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Jon y yo estábamos acostados en su cama. Él estaba pegado a la pared, mirándome. Y yo me encontraba acostada boca arriba, mirando el techo y tratando de evitar la mirada gris de mi querido Lord Commander.

Estábamos en un tremendo silencio, y yo no tenía ni idea de qué decir, aunque tenía muchas dudas en mi mente, no quería deprimirlo más.

Y ya comenzaba a resignarme. Jon jamás me querría más que como a una amiga.

O peor, una hermana.

–¿Por qué siempre estás ahí para mí? –Preguntó, luego de unos momentos.

–¿A qué te refieres? –Lo miré por el rabillo del ojo.

–Cuando estuve en peligro, me salvaste. Cuando fui secuestrado, me buscaste. Cuando estuve herido, me ayudaste. –Soltó un suspiro.- En la gran batalla, estuve a punto de morir, pero igual me ayudaste. Y ahora, apareces aquí. ¿Por qué?

–No lo sé. –Respondí, suspirando.- Es lo que uno hace por la gente que quiere.

–¿Tú me quieres? –Preguntó, mirándome.- Pero... la gran Sisabella, la mujer del muro, la más fuerte de todas, –Reí ante sus halagos.- es la mujer más fría. ¿Puede ella querer a alguien? –Bromeó y reí.

–Calla. –Sonreí.- Sí, te quiero. –Solté, tragando con dificultad.- Y podría dar la vida por ti.

Esta vez fue él quien quedó callado. Mi corazón se aceleró y supe que la había cagado, al menos, eso creí, hasta que me respondió.

–Yo también te quiero. –Dijo. Giré para verlo y vi que sonreía.

Y entonces pisé tierra.

Él no me quería del mismo modo.

–Hay una sola cosa mala en eso. –Dije, suspirando.

–¿El qué?

–Que yo lo hago en serio, Snow.

Sin decir más me levanté y salí del lugar. No podía más con la vergüenza. No podía más con este sentimiento.

Oí a Jon llamarme a lo lejos, pero salí corriendo hacia la habitación de Hornwood, donde sabía que jamás me buscaría.

Toqué varias veces la puerta, y Hornwood la abrió somnoliento.

Lo empujé dentro y cerré la puerta detrás. Él despertó y me miró confundido y sorprendido. Y entonces me ruboricé, pues noté que él solamente llevaba puestos los pantalones, dejando ver su torso marcado desnudo.

–¿Qué suced...?

–Calla. –Lo interrumpí.- No hay tiempo de explicar. Le dije a Jon que lo quería. Y salí corriendo.

–Eres tonta. –Rodó los ojos.- Vale, puedes quedarte aquí, ¿Sí?

–Gracias. –Me acerqué a él y besé su mejilla.- Y vístete. Es incómodo estar con un hombre semi-desnudo a tu lado.

–Está bien. –Carcajeó y se colocó ropa encima.

Ambos nos acostamos en su cama y caí dormida rápidamente.

Desperté y me estiré, deseando que jamás le hubiera confesado a Jon mis sentimientos por él.

Porque ahora, todo sería tremendamente incómodo.

Me cago en la puta vida. 

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora