CAP 43: Huh?

3K 236 58
                                    

–Mantén a ambos alejados, y ve quién es el que intenta conquistarte de la mejor manera. –Propuso Sam.- Ahí es donde te darás cuenta de quién es el que te quiere más, y a quién quieres en realidad.

–Lo haré. –Asentí.- Gracias, Sam.

–Por nada. –Sonrió.- Debo ir a hablar con Jon para pedirle que me envíe a estudiar para maestre.

–Está bien. –Asentí.- Nos vemos más tarde.

–Claro.

Sam se fue a buscar a Jon y yo decidí caminar por el campo de entrenamiento sin rumbo, pues no quería subir al muro ya que sabía que Hornwood estaría allí, esperando a que yo apareciera.

Caminé por horas, hasta que abrieron la puerta principal, dejando entrar a Sir Davos, en un caballo.

–Sir Davos. –Me acerqué para hablarle.- ¿Qué hace aquí?

–Busco al Lord Commander Snow por órdenes directas del Rey Stannis. –Dijo.

A los pocos minutos llegó Jon y junto a Davos fueron hacia su despacho para hablar quién sabe sobre qué.

De seguro mi tío quería más hombres para pelear o más comida o qué se yo.

Luego de al menos una hora fui a comer, sentándome junto a Olly y Edd.

Conversamos sobre cosas sin sentido, como qué haríamos su estuviéramos sentados en el trono de hierro, qué pasaría con los siete reinos si algún Targaryen recuperara el trono y cosas así.

Estuvo muy entretenida la conversación hasta que oímos gritos que provenían del patio de entrenamiento.

Sin pensarlo dos veces corrí a toda velocidad, para ver que la mujer pelirroja, la puta esa, había llegado con un caballo y se la veía agitada.

Jon bajó hasta llegar a su lado y yo hice lo mismo.

–El Rey Stannis ha sido vencido. –Dijo.- Todos cayeron vencidos. Winterfell no ha sido tomado por nuestras fuerzas.

–¿Qué? –Davos fue quien no podía creerlo.

Me sorprendí al oír eso y fruncí el ceño.

–¿Y Shireen? –Pregunté, preocupada.- ¿Qué pasó con mi prima?

La mujer me ignoró, bajó de su caballo y caminó hacia quién sabe dónde.

Sentí que mi mundo se partió en mil pedacitos y tomé con una mano el collar con el símbolo de la casa Baratheon que se encontraba en mi cuello.

El último recuerdo que tenía de Shireen.

Sólo espero que ella haya logrado escapar.

–Descuida. –Una mano se posó en mi hombro y miré a Hornwood.- De seguro ella está bien.

–Eso espero, Hornwood. –Suspiré.- Eso espero.

Caminé hacia el muro e hice que Olly me subiera, así que caminé a lo largo del muro, pensando y meditando en lo ridícula que era mi posición actual.

–Sisa. –La voz de Hornwood habló a mis espaldas y maldije por dentro.- Necesito hablar contigo.

–Yo no quiero hablar de nada de lo que pasó entre nosotros. –Dije.

–No necesitas hacerlo. –Dijo.- Déjame hablar a mí. Solo escucha.

Asentí y ambos nos sentamos a ver el norte del muro. Mi corazón latía a mil por hora y eso no me había pasado antes con Hornwood.

–Yo... –Comenzó a decir.- Honestamente, Sisa, yo... Estoy enamorado de ti. Lo estuve desde el primer momento en que te vi. Eres perfecta, digo, cualquiera que no se fije en ti es porque de seguro batea para el otro equipo...

Solté una risa ante su comentario.

–Y no me arrepiento de haberte besado. –Me miró.- Lo habría hecho mil y un veces más. Y sé que tú también sientes algo por mí. Lo sé, porque si no lo hicieras no me habrías correspondido el beso, pero lo hiciste.

–Lo sé. –Susurré. Él dejó de hablar y me miró sorprendido.- Ya te lo había dicho, Jack. Plantaste la duda en mí. Lo que siento por Jon, es amor. Y no sé qué es lo que siento por ti. Es confuso. Es como si el beso que me diste hubiera cambiado todo.

–Sólo quiero que sepas que yo voy a pelear por ti. No me importa si voy en contra de mi propio Lord Commander por amor. Voy a hacer que te enamores de mí, Sisabella Baratheon. Lo juro por los dioses antiguos y nuevos.

–Entonces es por eso que anoche querías ir a tu cuarto. –La voz de Jon habló a nuestras espaldas y me sobresalté, girando para verlo.

–Jon, yo... –Comencé a decir.

–Escuché todo, Sisa. –Me interrumpió.- Está claro todo. Ustedes se besaron, todo cambió, y ahora estás con él. –Señaló a Hornwood.

Sin decir más se fue caminando rápidamente y yo me quedé ahí, inmóvil, sin poder articular palabra.

Mierda, estaba jodida.

¿Había arruinado lo que Jon y yo teníamos?

Era probable.

Sentó mis ojos aguarse y bajé detrás de Jon, pero él ya se había ido a quién sabe dónde, y Sam, Gilly y el pequeño Sam estaban a punto de irse, así que corrí a despedirme.

–Adiós, bebé Sam. –Besé la cabeza del pequeño bebé y luego abracé a su madre.- Cuida de ambos, Gilly. Los extrañaré.

–Los cuidaré. –Afirmó.

Luego miré a Sam y lo abracé con fuerza.

–Serás un gran maestre. –Lo animé.

–Te enviaré mensajes. –Afirmó.

–Los esperaré con ansias. –Sonreí.

Y ambos se fueron del castillo negro junto al bebé.

Suspiré aún con los ojos aguados y caminé sin rumbo hasta que me crucé con Thorne y un grupo de cuatro o cinco hermanos más.

–Sisabella. –Habló él.

–¿Qué quieres? –Fruncí el ceño.

–Lo siento. –Dijo, y bajó la mirada al piso.

–¿Eh? –Lo miré confundida y luego sentí un golpe en la nuca.

Y todo se volvió negro.

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora