The Crow Girl (Jon Snow)

CAP 36: See you soon, Shireen

–Voy a extrañarte mucho, Shireen. –Le dije a mi pequeña prima, mientras la abrazaba como si no hubiera un mañana porque, solo los dioses saben cuándo la volveré a ver.

–Yo también te voy a extrañar, Sisa. –Dijo ella, con la voz quebrada. Suspiré y me separé lentamente de ella. Ella se quitó un collar que traía puesto y me lo entregó.

Observé el collar. Tenía un dije de un reno con astas, el símbolo de mi casa, de la casa Baratheon. Miré a mi pequeña prima.

–No puedo aceptarlo... –Comencé a decir.

–No te lo estoy regalando. –Rió ella.- Me lo devolverás cuando nos volvamos a ver, porque sé que nos vamos a encontrar de nuevo.

–De acuerdo. –Reí también.

Shireen era increíble, y me iba a hacer demasiada falta en el castillo negro.

–Nos vemos pronto, Sisabella.

–Nos vemos pronto, Shireen.

Luego, Shireen subió a un caballo y, junto a mi tío Stannis y todos los demás, se fueron del castillo negro. Suspiré y me colgué el collar de Shireen en mi cuello. Al menos tenía un recuerdo de ella hasta que nos volviésemos a encontrar.

Y eso podría ser dentro de muchos años.

Más tarde, nuestros barcos estaban prácticamente listos para zarpar, y vi a Jon hablando con Thorne. Yo me acerqué a Gilly y le di un enorme abrazo.

–Te veré pronto. –Afirmé, sonriente.

–Ten cuidado. –Asintió ella.

Luego me acerqué a Sam y lo abracé con fuerza, igual que él a mí.

–Sisa, le di a Jon una bolsa con vidriagón por si la necesitan, y... –Comenzó a decir.- ...tengan cuidado.

–Lo tendremos, Sam. –Sonreí y besé su mejilla.- Cuida de Gilly.

–Cuida de Jon. –Dijo, del mismo modo.

Sonreí y caminé hacia el barco, cuando una mano firme me detuvo y gruñí. Giré para ver quién me había detenido y me sorprendí al ver al mismísimo idiota de Alliser Thorne.

–Sisabella. –Dijo.

–¿Qué quieres? –Dije, frunciendo el ceño.

–Ten cuidado. No arriesgues tu vida por estupideces. No lo vale.

–No son estupideces. Quieras o no, Jon tiene razón. –Me solté de su agarre.- Así que, si no quieres que te patee el culo, déjame en paz, viejo decrépito.

Luego de gruñirle a Thorne subí al barco. Jon se encontraba hablando con el salvaje pelirrojo ese, el tal Tormund.

Yo estaba parada observando el océano. A mi lado izquierdo estaba Edd, y a mi lado derecho estaba Hornwood.

–¿Qué creen que nos espera en Casa Austera? –Preguntó Hornwood, mirando el océano.

–Un montón de salvajes. –Respondí, restándole importancia.

–¿Y si no aceptan la paz? –Preguntó Edd.

–Todos moriremos. Ya sea en batalla o por los bichos de mierda. –Bufé.

–No seas pesimista, Sisa. –La voz de Jon habló a nuestras espaldas.

–¿Qué? ¡Sí, ya voy! –Gritó Edd a la nada, para luego irse. Hornwood pareció dudar unos segundos, pero luego su mirada chocó con la mía.

–Bien. Me voy. –Gruñó mi mejor amigo y luego nos dejó solos.

–No soy pesimista. –Dije, mirando los grises ojos de mi hermoso Lord Commander.

–Sí, lo eres. –Sonrió, tomándome de la cintura.

–Cuidado que los demás nos vean, Jon. Esto no está bien. –Dije, intentando hacer que él dejara de abrazarme.

–Te besé ese día frente a todos, me arriesgué demasiado, y a nadie pareció importarle mucho, porque cualquiera habría hecho eso. –Sonrió de lado.

Rodé los ojos, pues no tenía ganas de responder lo que Jon acababa de decir.

–Ahí está. –Dije, señalando una isla a lo lejos.- Casa Austera.

–Sisa. –Me llamó el oji-gris, mirándome serio.- No te alejes mucho de mí. Tengo que protegerte.

–¿Disculpa? –Lo miré.- YO, tengo que protegerte. –Reí.

Él negó levemente con una sonrisa y luego me besó cortamente en los labios.

–Andando. –Dijo, una vez que estuvimos lo suficientemente cerca como para ir en los pequeños botes.

Simplemente asentí y seguí a Jon, junto a Tormund, Edd y Hornwood, con algunos otros hombres más.