CAP 56: Lovebirds

2.5K 190 31
                                    

Aquello hizo que lágrimas de felicidad llenaran mis ojos y me abalancé para darle un beso.

Traté de transmitirle todo lo que sentía por él con aquel beso, que nunca quería que terminara.

Nuestros labios bailaban en una dulce sinfonía que solo nosotros podíamos escuchar. Él me sostenía como si pudiera romperme con la más mínima fuerza bruta. Me acariciaba como si fuera el más finos de los cristales y, a pesar del frío que hacía, él y sus labios eran cálidos, como una dulce brisa de verano.

Nos separamos y sonreí ampliamente, sintiendo como mis ojos se cristalizaban.

–Claro que sí, Jon. –Fue todo lo que pude decir.- Yo también quiero casarme contigo.

Y nos volvimos a besar, hasta que fuimos interrumpidos por cierta pelirroja.

–Jon, ya.. –Era Sansa, quien causó que nos separáramos para mirarla.- Lamento interrumpir, –Sonrió.- pero te están esperando, Jon.

Sin decir más ella salió. Jon me tomó de la mano y salimos detrás de ella.

Era momento de partir hacia Dragonstone, y convencer a la chica Targaryen que nos permita crear armas de Vidriagón en su isla.

Ambos montamos en nuestros caballos y esperamos a que los demás lo hicieran.

Entonces Hornwood se me acercó y tomó mi mano, desde su caballo.

–¿Estás seguro de que quieres venir? –Pregunté, mirándolo confundida.

Él asintió, sin decir nada.

–Hornwood, no seas idiota. –Fruncí el ceño.- Quédate con ella. Sabes que Meñique quiere seducirla. –Dije, hablando sobre la hermana de Jon.

–Ella no caerá, lo sé. –Fue su respuesta.

–No sabemos en cuánto tiempo volveremos. –Dije, dándole una indirecta.

–Tienes razón. –Asintió.

–Bájate y ve por ella, estúpido. No quiero que llores si la pierdes por no haberlo hecho. –Gruñí.

Hornwood asintió y bajó de su caballo, para luego subir prácticamente corriendo hasta el balcón por el cual Sansa nos observaba, y ella lo miró con confusión.

Entonces vi que Hornwood le decía algo y ella no respondía.

Luego Hornwood la tomó de la cintura y sin previo aviso la besó.

Oh por todos los dioses.

Sansa parecía no poder responder, pero luego la vi rodear su cuello con sus brazos y el beso se alargó.

–¡Sí! –Susurré, triunfante por mi mejor amigo.

Vi a Jon, quien estaba con la boca abierta y sin poder creer lo que veía.

–¿Jack y Sansa? –Preguntó, incrédulo.- ¿Cuándo pasó esto?

–Si realmente no lo notaste, estás ciego, mi amor. –Reí levemente.

–¿Cómo me llamaste? –Preguntó, mirándome.

Me ruboricé por completo y mantuve mi mirada en esos dos. Al separarse, Hornwood apoyó su frente con la de ella y le dijo algo. Ella sonrió y respondió. Luego Hornwood bajó y subió a su caballo, llegando a mi lado.

–Prometí que volvería por ella. –Sonrió.

–Estaría muy decepcionada si no lo haces. –Dije, en respuesta.

Jon se mantuvo callado y entonces partimos, cabalgando hacia el océano para poder llegar a Dragonstone por vía fluvial.

Luego de cabalgar por lo que parecía una eternidad, llegamos. Nos subimos a los botes y nos acomodamos en habitaciones, pues llegaríamos a Dragonstone mañana por la mañana.

Obviamente, Jon y yo nos quedamos en una habitación juntos. Me acosté en la cama y él se acostó a mi lado.

–Sisa, casémonos al volver de Dragonstone. –Sugirió Jon, sonriendo.- Antes de que todo se ponga feo.

Sonreí, asintiendo.

–Te amo con todo mi corazón, Snow. –Dije, acariciando su cara de ángel.- Que no se te olvide nunca.

–Yo te amo mucho más, Sisa. –Respondió, sonriendo.- Eres mi vida.

Y luego nos besamos de manera dulce y lenta al principio. Luego la llama se encendió y ambos comenzamos a desvestirnos frente al otro.

Esto fue hasta que ambos quedamos sin ropa frente al otro, debajo de las sábanas. Jon se acomodó entre mis piernas, y fue ahí que pisé tierra.

–Jon. –Lo paré, mientras besaba mi cuello.- Jon, para. No puedo.

En ese instante se detuvo y se acostó a mi lado.

–¿Qué sucede? –Preguntó, mirándome con preocupación.

–No... puedo. –Susurré, en un hilo de voz. Los recuerdos de lo vivido con Ramsay Bolton volvieron a mí, recordando las sensaciones. Sin poder evitarlo me eché a llorar, hecha una bolita.

Jon pareció comprender, porque simplemente me abrazó con fuerza.

–Lamento no haberte podido rescatar antes, Sisa. –Susurró. La tristeza en su voz era notoria.- Debes saber que yo jamás te obligaré a hacer algo que no quieras. No soy él.

–Lo sé. –Asentí, contra su pecho.- Pero no estoy lista. No aún. No después de todo.

Jon no dijo nada, simplemente depositó un beso en mi cabeza y ma abrazó hasta que caí dormida.

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora