CAP 49: Winterfell

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¿A dónde se suponía que tenía que ir?

Estaba sin rumbo y definitivamente no sabía qué hacer.

Continué cabalgando por dos días más, descansando pocas horas en la noche y avanzando tanto como pudiera.

Me encontraba cabalgando por el bosque, claramente seguía en terrenos del norte, pues la nieve y el frío era notorio.

Cinco hombres en caballos me detuvieron, rodeando mi caballo.

–Identifíquese. –Ordenó uno de los hombres.

Me quité la capucha y, al estar bastante sucia, no estaba reconocible para cualquiera que supiera mi historia.

–Julie Snow. –Dije, pensando en el primer nombre falso que se me vino a la mente.

–Vendrás con nosotros. Lord Bolton querrá saber qué forasteros andan cerca de su hogar.

Sin chistar asentí y comencé a seguirlos, mientras ataba cabos sueltos. Sí tenía el conocimiento de que Ramsay Bolton actualmente gobernaba Winterfell y gran parte del norte. Quizás podría pasar algún tiempo en el castillo, pretendiendo ser una cocinera o costurera o qué se yo.

Me hicieron desmontar mi caballo en la puerta de Winterfell, y me llevaron hasta una especie de gran salón, donde se encontraba el supuesto Ramsay Bolton, mirándome con curiosidad, creo yo.

–Mi Lord. Le traemos a la forastera que andaba por los bosques. –Dijo uno de los guardias.- Creímos que le gustaría verla.

–Creyeron bien. –Respondió.- Lárguense, todos ustedes. –Les dijo.

Los cinco hombres salieron, cerrando la puerta detrás de ellos. Miré al hombre que tenía en frente. No voy a mentir, era muy apuesto. Pero había algo en él que no andaba bien. Tenía un mal presentimiento sobre Bolton.

–Permíteme presentarme. –Dijo él, levantándose y caminando hacia mí.- Ramsay Bolton, Lord de Winterfell y Guardián del Norte.

–Mi Lord. –Hice una reverencia en muestra de respeto, una corazonada me decía que tenía que ser muy cuidadosa con este tipo.

–Oh, no hay necesidad de inclinarse. –Dijo, sonriendo falsamente.- Cuál es tu nombre, dime.

–Julie Snow. –Dije, fingiendo ser tímida.

–Oh, así que eres una bastarda... como yo. –Se acercó más.

–Pero usted es un Bolton, Mi Lord.

–Solía ser un Snow, como tú. Ven conmigo, te llevaré a tu habitación para que puedas tomar un baño.

–¿Mi... habitación?

–Así es. Necesitas descansar al menos un par de noches aquí.

–Gracias, Mi Lord.

No se dijo más hasta que me llevó a una habitación y dejó que entrara allí.

–Enviaré una criada para prepararte un baño caliente, Julie.

–Gracias, mi Lord.

–Dime Ramsay. –Me calló, para luego cerrar la puerta tras salir del lugar.

Desamarré mi espada de la cintura, que casualmente no había descubierto el tal Ramsay, y la escondí debajo del colchón, para que no supiera que sé pelear, o hará preguntas que no quisiera responder.

Media hora después, me encontraba tomando un baño caliente, limpiándome la cara. Una vez lista, me puse el vestido que Ramsay envió para mí, y me miré al espejo.

Solté un suspiro, tomé una daga, y comencé a cortarme el cabello, para que me diera una imagen diferente.

Tardé al menos quince minutos, pero me vi lista.

En ese preciso momento llamaron a mi puerta y abrí. Era Ramsay.

–Mi Lord. –Dije, a manera de saludo.

–Ramsay. –Me dijo.

–Ramsay. –Repetí.

–Tu cabello está diferente. –Dijo.- Me agrada, te ves bien, Julie.

–Gracias. –Asentí.

–Acompáñame a cenar, por favor.

–Sería un honor.

Sin decir más dejé que Ramsay me guiara hasta el comedor, donde me senté a su lado.

–Cuéntame de ti, Julie Snow. –Dijo.- ¿Por qué andabas sola por los bosques?

–Me fui de casa. –Dije, pensando en alguna historia que contar.- Los bastardos no somos queridos, así que me fui a buscar una mejor vida, comenzar de cero.

–Aquí no maltratamos a los bastardos. –Sonrió, mirándome.- Este podría ser tu nuevo comienzo. ¿Qué sabes hacer?

–Sé un poco de cocina y costura. –Dije, tratando de no hacer contacto visual con él.

Ramsay me miró y sonrió, terminando de comer.

–Déjame mostrarte el lugar, sé que te gustará.

No dije nada y lo seguí por todo Winterfell. Me mostró los establos, la cocina, el comedor, la armería, algunos pocos lugares más.

–Y ese es el calabozo. Trata de no acercarte allí, mis perros son peligrosos. –Dijo.

–Entendido. –Asentí.

Y continuó con su tour por Winterfell.

Algo me decía que tenía que ir al calabozo. Algo no andaba bien. Nadie era tan amable como si nada, y él tenía un aire intenso de falsedad.

Algo escondía. Y yo iba a descubrir qué era.

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¡Hola!

Sí, lo sé. No ha pasado una semana.
¡Es que estoy de un humor increíble y se me dio por subir un capítulo!

Espero que les guste el capítulo extra de la semana:)

¡Besos!

Atte:
Lau

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora