CAP 44: Please, no...

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Cuando volví a abrir los ojos noté que estaba en mi habitación, acostada en la cama. Solté un gruñido y me levanté, buscando a mi espada, la cual colgué de mi cinturón.

Caminé hacia la puerta y al abrirla, noté que dos chupamedias de Thorne estaban a cada costado de la puerta. Ambos giraron para mirarme.

–Sisabella, despertaste. –Dijo uno.

–¿Qué demonios hacen aquí? –Gruñí.

Escuché los aullidos de un lobo y fruncí el ceño, ¿Qué había pasado y por qué Ghost estaba aullando?

Y entonces recordé que Thorne y sus secuaces me habían dado un golpe, noqueándome.

–Par de hijos de puta. –Dije, enfadada.

Y entonces golpeé a uno de ellos con mi puño, dejando su nariz sangrando, y al otro le di una patada en sus partes íntimas.

Después salí corriendo en busca de alguien en quien podía confiar y no me odiara: Edd.

–¡Edd! –Grité, llamándolo. No obtuve respuesta.- ¡Edd!

Corrí hacia el campo de entrenamiento gritando el nombre de mi amigo, cuando noté que habían muchos tipos haciendo como una especie de círculo cerca de las escaleras, mientras Ghost aullaba a su lado.

Gruñí y me acerqué, furiosa por no entender lo que sucedía, y cuando todos giraron a verme se quedaron helados. Me metí entre ellos y al ver la escena me quedé petrificada.

Juro que en ese momento escuché cómo todo a mi alrededor se desplomaba. Sentí como si acabara de escuchar todos los vidrios que existen en el mundo romperse.

Y dentro de mí, sentí cómo se partía mi corazón en mil pedazos.

Para que se familiaricen con la sensación: un corazón roto es como tener las costillas rotas, nadie puede verlo, pero duele cada vez que se respira.

Todos ms músculos se contrajeron. La piel se me puso de gallina. Mi corazón comenzó a latir con fuerza. Y mis ojos se aguaron sin que pudiera evitarlo.

Era... horrible.

Jon estaba tirado en la nieve.

Tenía sangre que salía de su pecho y su estómago en lugares diferentes.

Sus ojos estaban entreabiertos y su piel estaba pálida y, aunque no lo tocara, sabía que estaba helado como un caminante blanco.

No se movía y podía notar que claramente no estaba respirando.

Mil recuerdos invadieron mi mente.

"Jon Snow."

"¿Alguna vez has amado a alguien?"

"¡No quiero perderte, Sisabella!"

"Te quiero."

"Sólo quería verte."

"Siento lo mismo, Sisa. Siempre lo hice."

"Estoy enamorado de ti."

"A la mierda lo que está bien o está mal, Sisa. Te quiero, y nada más me importa."

"Creí que te había perdido."

"Te amo."

–Sisa... –La voz de Edd me trajo de vuelta a la realidad.

–No... –Susurré, con la voz rota.

Cuando me di cuenta, estaba de rodillas al lado del cuerpo inerte de Jon.

–Dime que no es cierto. Por favor, no... –Susurré.- Jon, levántate. –Me quedé mirándolo.

Aún tenía una pequeña chispa de esperanza que se negaba a dejar de brillar.

¿De qué me servía la esperanza?

Me lo habían arrebatado.

Habían asesinado a Jon.

Y lo último que habíamos hecho había sido pelear.

Todo había sido culpa mía, si no hubiera besado a Hornwood no habríamos peleado.

Soy un ser despreciable.

Jamás podré decirle a Jon que lo siento, jamás podré decirle que lo amo, y jamás podré enmendar mi error.

–Princesa... –Sentí que Hornwood puso una mano sobre mi hombro.

–Estoy bien. –Quité su mano, y un sollozo se escapó de mi boca.- Sólo me duele respirar.

Todo lo que antes había sucedido hizo algo así como un "boom" en mi cerebro, conectando cables sueltos.

Y un nombre apareció.

Thorne...

Con ese nombre, toda la tristeza se convirtió en furia, y dejé de temblar y las lágrimas dejaron de salir.

Me levanté, desenvainé mi espada y caminé hacia las escaleras.

–¡Sisa, no! –Uno de los hermanos me tomó de la cintura, evitando que fuera a matar al hijo de puta que asesinó al amor de mi vida.

–¡No hagas nada estúpido! ¡Es un motín! ¡No queremos perderte también! –Gruñó Edd, mirándome.

–¡Voy a matar a ese hijo de la gran puta! ¡Lo mataré de la manera más sádica posible! ¡Grandísimo...!

–¡Cállate! –Hornwood me calló, colocando sus manos sobre mi boca mientras yo continuaba maldiciendo.

–Lleven el cuerpo de Jon adentro, ¡antes de que Thorne y sus secuaces lo noten! –Ordenó Edd.- Iré por los salvajes, nos ayudarán.

Sin decir más, Edd salió corriendo en busca de los salvajes. Entre varios hermanos ayudaron a llevar a Jon hasta una habitación, junto a Ghost y Ser Davos. El hermano que me sujetaba de la cintura me soltó en la habitación y cerró la puerta con seguro.

–¡Voy a matar a Thorne! –Gruñí, sujetando mi espada.

–No podrás tú sola contra todos.

–¿Quién dice que no? –Maldije por dentro.- Yo los vencía todos una vez. Puedo hacerlo de nuevo.

–¿Es eso lo que querría Jon? –Preguntó Ser Davos.

Y con eso me quebré.

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¡Holas!

¿Qué tal les pareció el capítulo del domingo?

Yo lloré... ¡Pobre Viseryon! T_T

¿Vieron la teoría de que Bran es el Rey De La Noche?

Yo me quedé así: ;-; No mames wey...

En fin, espero que les guste el capítulo, porque yo lloré al escribirlo :c

¡Besos!

Atte:
Lau

The Crow Girl (Jon Snow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora