The Crow Girl (Jon Snow)

CAP 33: Can't believe it

MARATÓN! <3

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Desperté por el sonido de las garras de Ghost que sonaban contra la puerta. Abrí los ojos y vi a Jon a mi lado. Aún estaba plácidamente dormido, y me rodeaba la cintura con un brazo. Sonreí al verlo. Parecía un niño pequeño.

–Hey, Jon. –Susurré, moviéndolo con delicadeza.

–¿Mmm? –Oí que susurró, pero no había abierto los ojos.

–Levántate y ve a abrirle la puerta a Ghost. –Reí.

–Cinco minutos más. –Susurró.

Rodé los ojos y me levanté yo. Comencé a vestirme, recogiendo la ropa que estaba en el suelo, tirada por todos lados. Y una vez que estuve lista, giré para ver a Jon, quien estaba mirándome, sonriendo.

–Deja de mirarme. –Gruñí, ruborizada.

–Es que eres realmente hermosa. –Sonrió, y pude notar un sonrojo en sus mejillas. Quizás solo pensaba en voz alta.

–Cállate, vístete y te veo en el desayuno. –Dije, antes de abrir la puerta para dejar pasar a Ghost, y salir del lugar a toda prisa.

Salí del despacho de Jon y me dirigí a mi habitación para tomar un baño y pensar en lo que acababa de suceder.

Había besado a Jon, otra vez.

Jon me había dicho que me quería.

Había perdido la virginidad con Jon.

Mierda, de verdad pueden pasar muchas cosas en una sola noche.

–¡Sisa! –Sonrió Shireen, encontrándome en los pasillos cuando iba de camino al comedor.

–¡Hola, pequeña! –Sonreí.

–¿Y bien?

–Pues... Nos besamos y esas cosas.

–¿Toda la noche?

–No daré detalles. –Le enseñé la lengua.

–¿O sea que tú y él...?

–¡Shh! –Reí y salí corriendo hacia el comedor.

Al llegar, vi a Hornwood y a Edd sentados allí. Sonreí y me apresuré para sentarme a su lado. Ambos me miraron sorprendidos, porque jamás tenía tanta prisa.

Bueno, quizás también porque no había salido de mi habitación hace como unos tres días.

–Habla. –Dijo Hornwood.- ¿Qué te hizo salir de tu habitación?

–Shireen, hizo que fuera a hablar con Jon anoche. –Respondí, ruborizada.

–¿Y? ¿Hablaron? ¿Qué sucedió? –Preguntó Edd, mirándome expectante.

–Pues... hablamos... Y nos besamos... Y esas cosas –Dije, lo suficientemente bajo sólo para que ambos me escucharan.

–"¿Y esas cosas?" –Preguntó Edd, confundido.- ¿Te refieres a...?

–Calla, joder. –Lo interrumpí.- Pero sí.

–¿Qué? –Esta vez fue Hornwood quien estaba sorprendido.

–No planeo darles detalles. –Rodé los ojos.

–¿Y ahora qué va a suceder?

–No lo sé, Hornwood. Nuestros votos arruinan esto. Nada debió haber sucedido. Es mi culpa, joder.

–No es tu culpa sentir sentimientos. –Sonrió Edd.

–Calla, tarado. Claro que lo es. –Gruñí.- Soy una tonta.

–¡Buenos días, Edd! ¡Buenos días Jack! –Llegó el pequeño Olly, sentándose al frente de nosotros.- ¡Buenos días Lady Commander! –Sonrió y yo abrí los ojos como platos.

¿Este pequeño enano me acababa de llamar Lady Commander? ¿Era en serio?

Dioses, estoy más jodida de lo que creía.

–¿Por qué no te sientas al lado de Jon? –Preguntó, señalando la mesa de Jon y los "líderes", como yo les decía.

–Porque no soy Lady Commander, Olly. –Suspiré.

–¡Pero si estás con Jon!

–¡Yo no estoy con...!

–Disculpen la interrupción, –Una voz llenó la sala común.- pero el rey Stannis demanda verlo en su despacho, Lord Commander Snow.

Solté un suspiro y esperé a que Jon se fuera con el señor cuyo nombre no recordaba muy bien, y, luego de varios minutos, salí rápidamente de la sala común, para seguir a Jon y ver qué quería mi tío de él. Me quedé esperando afuera del despacho de Jon a que mi tío saliera, y, cuando finalmente lo hizo, estuve a punto de entrar, pero una mujer pelirroja no me lo permitió, entrando ella en mi lugar.

Gruñí y me pegué a la puerta, para oír lo que la mujer esta quería decirle a MI Jon. No oí nada importante en los primeros minutos, simplemente oía a la mujer decirle a Jon que debía aceptar la propuesta de Stannis de volverse un Stark y apoyarlo en su reclamo al trono, pero Jon seguía negándose a aceptar eso.

Eso fue, hasta que dejé de oír charla y mi corazón se aceleró. ¿Por qué se habían quedado callados?

–No. –Oí decir a Jon.

–¿Por qué no, Jon Snow? ¿Por la salvaje que murió? Tú sabes que no se puede amar a los muertos.

–Eso ya lo sé. Y no, no es por Ygritte. –Hubo un silencio.- Mi corazón le pertenece a otra persona, así que quítate.

Sonreí. No necesitaba escuchar más. Jon era....

Era...

Simplemente, perfecto.