The Crow Girl (Jon Snow)

CAP 37: Hardhome

Este capítulo va dedicado a todas aquellas
 que han dedicado su tiempo en
leer la historia durante el año <3
Las amo, y felices fiestas! <3

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 Al llegar a tierra, Tormund caminó entre todos los salvajes para llevarnos hacia quien estaba a cargo. Jon lo seguía de cerca y yo iba detrás de él. Todos los demás iban detrás de nosotros.

–Señor de los huesos. –Saludó Tormund, a un salvaje que tenía de máscara una especie de calavera o algo así.

–Tormund. –Dijo el salvaje.- La última vez que te vi, el cuervo era tu prisionero. Parece que cambiaron roles.

–No importa. Debemos reunir a los mayores. –Dijo.- Encontrar un sitio tranquilo para hablar.

–Tú no das las órdenes.

–No es una orden.

–¿Por qué no llevas cadenas?

–Porque no es un prisionero. –Dijo Jon, hablando por primera vez.

–¿No? ¿Qué es, entonces?

–Somos aliados. –Respondió el oji-gris.

El señor de los huesos comenzó a provocar a Tormund, y él terminó enfureciéndose y comenzó una pelea entre ambos.

Tormund ganó, matando al salvaje ese de los huesos.

–Reúnan a los viejos. –Dijo Tormund, una vez que mató al otro.- Y hablemos.

Los salvajes fueron en busca de los viejos, y pronto nos encontrábamos dentro de una especie de cabaña, Jon a mi lado, y muchos salvajes a nuestro alrededor.

Solo unos pocos "cuervos", como nos llaman, estábamos ahí.

–Mi nombre, es Jon Snow. –Comenzó a hablar mi amado Lord Commander.- Soy el Lord Commander de la Guardia de la Noche. No somos amigos. Nunca lo hemos sido. Y no nos haremos amigos hoy. Esto no se trata de amistad. Esto se trata de supervivencia.

Miré a Jon, se veía muy motivado dando su gran discurso.

–Esto se trata, de poner un muro de setecientos pies, entre nosotros, y lo que hay ahí afuera. –Continuó.

–Ustedes construyeron ese muro. –Gruñó un Thenn.- ¿Desde cuándo les importa a los cuervos si vivimos?

–En tiempos normales no nos importaría. –Respondió Jon.- Pero no son tiempos normales. A los caminantes blancos no les importa si un hombre es pueblo libre o cuervo. Somos todos lo mismo: carne para su ejército. Pero creo que juntos podemos derrotarlos.

–¿Vencer a los caminantes blancos? –Preguntó una salvaje, con sarcasmo.- Buena suerte con eso. Huir de ellos, quizás.

Jon se quitó la bolsa con vidriagón que Sam le había dado, y se la entregó a uno de los salvajes, mirándolo.

–No es un truco. –Dijo.- Es un regalo para aquellos que se nos unan.

–Vidriagón. –Dijo el salvaje que abrió la bolsa.

–Uno de mis hombres, utilizó una de esas dagas, para matar a un caminante blanco. –Dijo, refiriéndose a Sam.

–¿Lo viste? –Preguntó otro salvaje.

–No. Pero confío en el hombre. –Respondió.- Vengan conmigo y les entregaré estas armas.

–¿Ir contigo a dónde? –Preguntó la mujer, desconfiada.