Capítulo 32.

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 Ayato P.O.V

Me desperté, ______ dormía a mi lado, con la mitad del cuerpo cubierto por las sábanas, pero, aun así, ocupando casi todas y dejándome a mí, con una parte muy pequeña. No me molesto, de hecho, fue todo lo contrario. Me senté en la cama y la miré. Sonreí.

Me puse de pie y me fui a dar una ducha, ya que ayer, sudé como nunca lo había hecho. Me miré al espejo y vi que tenía pequeñas marcas rojas en mi espalda. Sonreí un poco, recordando la razón. Quedé agotado a más no poder, nunca había quedado así de exhausto. Salí y _____ seguía durmiendo y tengo la sospecha de que lo haría por bastante rato más. Salí de la habitación, coloqué mis manos en mis bolsillos y comencé a caminar

-¡Ayato! —Gritó la horrible voz de Arima. Rodeé los ojos y me di vuelta para verlo.

-Superior Ayato. Soy tu superior y tu mi subordinado. —No sé por qué no le di una patada en ese momento... Bueno, sí sé. Estaba muy feliz como para pelear.

-Como sea. —No saben cuánto odio le tengo a ese asqueroso y patético ghoul.

-¡Tú! —Pronuncié con odio, agarrándole del cuello de su camisa y estampándolo contra la pared—: Todavía recuerdo lo que le hiciste a _____ y no se me olvidara, pedazo de escoria. Un maldito paso en falso que des y te golpearé hasta que tu sangre se confunda con el color de tu patético cabello teñido. Cuida con lo que dices y como me tratas, porque no dudaré en buscar una excusa para que sientas el dolor que sufrió _____ con Yamori.

-De ella vine a hablar. —Dijo con miedo.

-¿Qué quieres de ella? —Dije aguantando mi ira.

-Medio Aogiri vio la escena de anoche con _____. El beso. —Dijo con asco—: Ella estaba ebria, lo sabías y aun así, se fueron a tu habitación.

-Es la habitación de ambos, no solo mía y ¿Quieres saber qué hicimos? —Pregunté para fastidiar.

-Sé lo que hiciste y por eso me das asco. Aprovechaste que _____ no estaba con todos sus sentidos. —Apreté los dientes.

-Ella lo hizo sola, ella tomó la iniciativa, no yo. Deja de buscar una excusa para lo de ayer, solo porque no puedes aceptar que no te quiere ni siquiera como compañero de escuadra. —Tenía los puños apretados dentro de mis bolsillos, aguantando mis ganas de golpearle.

-Por eso mismo, estaba ebria y no sabía lo que hacía, pudiste haberla dejado ¿De verdad crees que recordara lo que pasó anoche? ¿O que lo recordará con agrado?

Y colmó mi paciencia. Le di un puñetazo en la cara y luego una patada, arrojándolo escaleras abajo. Arima me miró con miedo, pasé de su cara y volví a la habitación de ____ y la miré... Tenía razón... Ese repulsivo violador de Arima tenía razón... Bufé molesto.

______ P.O.V

Me desperté. Estaba sola... Ayato no estaba. Sonreí al recordar lo sucedido ayer y me cubrí la cara, feliz y avergonzada. Oh, dios, me dolía todo el cuerpo, sobre todo las caderas. Me fui a duchar, me vestí y me fui a caminar, con la esperanza de encontrarme con Ayato. Estaba más que claro... Estaba loca por él...

Subí a la azotea. Me senté en la cornisa y miré la luna, enorme, con un color azul. Bajé y me senté en la barandilla del pasillo/balcón.

-¿______? ¿Qué haces ahí? ¿Estás bien? —Preguntó Arima. Levanté mi cabeza.

-Arima... Tiempo sin verte.

-E-Eh... Sí... —Me puse de pie, pero Arima me ayudó. Me alejé instantáneamente.

-No te esfuerces mucho, todavía no te debes recuperar al 100%

-Estoy bien... Gracias —Arima sonrió. Tenía cara de querer decirme algo—: Anda, quieres decirme algo ¿No? Dime, no muerdo.

libérate... [ayato kirishima y tu] •Editada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora