libérate... [ayato kirishima y tu] •Editada•

Capítulo 46.

-Lo pagarás caro, Rabbit. A mi onee-san nadie le hace daño. –Dijo antes de atacarme.

_____ P.O.V

Me fui corriendo. Tenía que encontrar a Juuzou y a Sasaki antes de que les pase algo. Corrí por todos los pasillos, pero no encontré ni a Juuzou, ni a Haise ¿Dónde están? Seguí corriendo, pero un ghoul se atravesó en mi camino.

-Aogiri... -dijo el chico-: ¿Ustedes nos tienen que proteger?

-Sí. Ve, la CCG está cerca de aquí. –Dije. El ghoul asintió y se fue. De pronto percibí un olor extraño... Era de un ghoul femenina... ¿Será posible? Ese olor se hacía cada vez más fuerte, hasta que pude percibir otro olor... El de Mutsuki. No hay duda, el olor de la ghoul femenina es cascanueces. Corrí y seguí el olor, hasta que finalmente, los intercepté.

-Cascanueces... -Dije con fastidio. Como odiaba a esa ghoul.

-Aogiri... _____... Vete, debes cuidar a los ghouls. –Dijo molesta. Mutsuki me miro sorprendido.

-No, ghoul loca y masoquista que anda en ropa interior. -Ella sonrió.

-¿Cómo está el niño bonito? 

Saqué mi ukaku, lo endurecí y le golpeé con este en un movimiento rápido.

-¡Mutsuki, corre! -Y echó a correr.

Ayato P.O.V

-¡Rabbit! –Me llamó Juuzou. Estaba esquivando sus ataques con cuchillos. Me estaba comenzando a irritar todo esto-: ¿Por qué no me atacas con el kagune? –No respondí-: ¡Me aburro! –No lo resistí y le ataqué con mi kagune. Él lo esquivo todo en un "zas". Sonreí. No tendría que preocuparme de lastimarlo o no, él sabe protegerse. Que comience la verdadera pelea. Fui corriendo hacia y le tiré "espinas-diamantes" y comencé a atacarlo, Juuzou me atacaba con sus dagas, las manejaba como de primera clase.

-No sabes cuánto sufre mi hermana por ti, idiota y no vales la pena. –Dijo riendo. Este tipo acaba con mi aguante-: ¡¿Cuántas veces estuvo herida por TÚ culpa?! –Gritó molesto ¿____ herida por mi culpa? Esquivé uno de los ataques de Suzuya-: ¡¿Cuántas veces llegaba destrozada a la CCG porque TÚ la herías?! –Me estaba enterando de cosas que no tenía ni idea-: ella era feliz, era alegre... ¡hasta que te conoció!

-Ella iba a cambiar de una manera o de otra, que me haya conocido no influye en nada. –Dije calmado atacándolo.

-¡¡Agh!! –Gritó Juuzou con furia enorme mientras me lanzaba sus cuchillos. Estos los lanzo muy rápido y no tuve tiempo de esquivarlos. Súbitamente todo se volvió niebla. Escapé antes de que ese loco me hiciera perder la paciencia.

_____ P.O.V

Volví a golpear a nueces, para después salir corriendo. No podía matarla, pero no dejaría que le hiciera algo a Mutsuki. Comencé a correr buscando a Mutsuki o a cualquiera de la CCG, hasta que llegué a un pasillo, en dónde vi a un chico, sentado en el suelo y con una mano en el estómago. Me acerqué para ver mejor y vi a Ayato. Fui corriendo dónde él.

-Ayato ¿Qué sucedió? -Le pregunté quitando su mano para ver su herida.

-Tu maldito hermano. -Dijo.

-¿Juuzou? -Ayato me fulminó con la mirada.

-¿Estás bien? ¿Es muy profunda?

 Levanté un poco su camiseta para verla, dejando ver su abdomen... Concéntrate, _____, no es momento. No era tan grave, pero sería difícil de curar.

-¿Puedo ayudarte en algo? ¡Espérame! Te voy a traer comida. -Me puse de pie, pero Ayato me detuvo.

-No, no hay nadie humano cerca, está bien, sanará. -Le miré.