Capítulo 48.

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... Takiwaza...

De pronto llegaron más ghouls de Aogiri. Uno de ellos me agarró.

—¡No, suéltenme!

Me iban a alejar de Ayato y no lo quería. Comencé a patalear. El ghoul me abrazó por la cintura y me elevó. Seguí pataleando.

—¡Suéltenme!... por favor. No me alejen de él.

Ayato P.O.V

Habían llegado los ayudantes de Eto, eran muy pocos. Solo eran 3 y uno de ellos fue a agarrar a ____. Era lo que quería, que la sacaran de aquí, este ghoul se veía muy poderoso y sé que ____ no se alejaría... Pero me dolía escucharla gritar de esa forma. La miré. Uno de los ghouls la tenía agarrada de la cintura, ____ daba patadas y trataba de zafarse de los brazos de ese ghoul. Su cabello largo y desordenado le cubría el rostro, pero aun así podía ver sus lágrimas.

—¡No! ¡¡¡por favor, suélteme!!!

Apreté el puño.

—¿Cuál es su plan?

El subordinado tenía la voz temblorosa del miedo.

—... Solo atacar.

Saqué mi kagune

—Ghouls.

El experimento tenía una voz macabra.

Eto P.O.V

Abrí los ojos, todo estaba muy blanco, Kanaye me sostenía. Me puse de pie con rapidez y miré el monitor. Espero no haberme perdido de nada importante.

—¡Superior, Eto! No haga esfuerzo.

Kanaye colocó sus manos en mi cintura. No le otorgué mayor importancia a eso y miré el monitor... Solo habían 3 hombres de los 10 que mandé.

—¡Cobardes!

Cerré el puño y golpeé con fuerza la mesa.

—¡¿Dónde están los otros?!

—Superior, no se altere, está débil.

Kanaye colocó una silla para que me sentara.

-¡Ellos no puede morir! ¡Mi maldito libro no puede morir!

De repente vi que la luz del audífono de Takizawa estaba encendida. Bajé el micrófono y me aclaré la voz.

—¡Takizawa!

Ayato había sacado su kagune y estaba atacando a Takizawa. Él no me prestó atención.

—No me duelen tus ataques. Ya estoy acostumbrado al dolor.

Ayato le volvió a atacar, pero Takizawa le golpeó.

—¡Takizawa, responde!

—Señorita, dele la orden enseguida, antes de que le haga daño.

____ seguía tratando de liberarse de los brazos de Satoshi. Ayato se distrajo un segundo y recibió el puño de Takizawa en el estómago. Quedé en shock. El puño se le enterró en el abdomen. Me llevé las manos al rostro y me escondí en ellas. Escuché como Ayato se quejaba y caía al suelo. Eto, si no actúas ahora, Ayato morirá.

—¡Takizawa detente!

Takizawa estaba a punto de asesinar a Ayato con sus propias manos. Él lo tenía agarro del pelo.

—¡Detente, no lo mates, no a él!

Takizawa lo tiró al suelo.

—Lo que usted ordené.

libérate... [ayato kirishima y tu] •Editada•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora