libérate... [ayato kirishima y tu] •Editada•

Capítulo 18.

-A-Arima... ¿Trabajas aquí? –Me di cuenta de lo estúpida que era mi pregunta-: Eh, olvídalo. –Los dos reímos.

-Sí, bueno... Disculpa, ustedes son... ¿Novios? –Parece que le preguntó a Ayato, porque no le quitó la vista de encima.

-No. –Hice una mueca-: Claro que no, Ayato es el novio y padre del hijo de amber. –Ayato me miraba molesto.

-¿Amber está embarazada? Wow, por eso en sus atrasos decía "hora al médico" –Arima miró al cielo, pensando.

-Sí, tiene muchos controles. –Todos nos quedamos callados.

-Disculpa, Arima ¿Podrías dejarnos solos o quieres que te de mi asiento para que sigan conversando? –Dijo Ayato molesto.

-Sí, por favor, no estaría mal. –Arima le sonrió sarcásticamente. Solté una carcajada-: Pero... Debo que seguir trabajando. –Arima se fue. Miré a Ayato que me miraba con el ceño fruncido.

-No me mires así, no es mi culpa que Arima sea tan... Él.

-Él no es para nada bueno. –Ayato miró a Arima.

-Tú no lo conoces, Ayato, además, eres el menos apto para decir eso. Como sea, a lo que vinimos, primero que todo. –No pude terminar, ya que Arima llegó con los cafés y una torta.

-Dos cafés y una torta para la cumpleañera, cortesía mía. –Arima me guiñó un ojo. Reí un poco.

-Gracias. –Le sonreí. Arima se fue. Miré la torta un poco asqueada-: Bien, continuo. Quiero que olvides lo que pasó esta mañana ¿Bien? No pasó absolutamente Na-da. –Agarré la taza de café y tomé un sorbo.

-Bien, no será muy difícil... De hecho, no deberíamos volver a hablar, JAMÁS. Eres una maldita humana de la CCG, no sé cómo no me di cuenta antes.

-No soy humana.

-¿Entonces por qué estabas con el CCG hoy? Ellos asesinan a gente como nosotros, piensa un poco. –Afirmé las manos en la mesa un poco molesta y me incliné hacia él.

-¿Crees que no lo sé? No soy imbécil, Ayato. Mira, mejor cállate y no opines sobre esto, es cosa mía. No sabes mis razones, no tienes idea. –Le susurré molesta. –Ayato se inclino un poco hacia mí.

-¿Qué no opine sobre esto? Estas ayudando al CCG, intentaste matarme, tonta. –Susurró.

-¡No exageres! No intente matarte, pero te atacaste ¿Qué querías que hiciera?

-¡¿Cómo se supone que confíe en ti después de esto?!

-Oh, vaya ¿Confías en mí? –Ayato frunció el ceño. Rodee los ojos-: Porque no eh dicho nada sobre ti, ni Amber, ni nadie ghoul en todos los años que eh estado en la CCG.

-¡Pero...!

-¡Ayato, basta! –Le di un pequeño golpe a la mesa. Ayato me miró un poco sorprendido. Le ignoré y me senté bien, mientras tomaba un sorbo de café, cortaba un pedazo de torta y me lo echaba a la boca. Lo pasé rápidamente. Ew.

-Esto... Sabe a barro. –Susurré. Continué comiendo la torta lentamente, hasta que finalmente, pasé el último trozo. Suspire-: Permiso... Voy... al baño. –Fui al bañó y Buaaa, solté todo. Bueno, la intención es lo que importa, pero ¡Joder! Esto es horrible. Volví y me senté en la mesa, un poco débil.

-Estás pálida, no debiste haber comido eso, idiota... ¿Estás bien? –Asentí. Arima se acercó a nosotros.

-¿Van a querer algo más? –Preguntó Arima.

-No. –Se apresuró a decir Ayato-: Solo la cuenta, si es que puedes hacer eso, en vez de quedarte conversando con los clientes, perdiendo el tiempo.