Capítulo: 1

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Biografía de Starly Suth.
14 de junio de 2016.

Cumpleaños.

Ella es la típica latina que vivía en Los Ángeles con piel no tan bronceada pero tampoco muy blanca, si determinamos en color. Ojos grandes, color avellana, con pestañas largas.

Esa era una de las cosas que ella más amaba de su cuerpo. Sus ojos.

Pelo rizado y castaño pero cuando decidía plancharlo parecía que nunca había tenido ondas en el.

~

—Oye Kim, pásame la ketchup.

—Ven por ella holgazana— dijo sonriendo ella.

—Niñas, por favor, coman.

Lo menos que quería era enfadar a mi tía, así que, tomé la ketchup ignorando a Kim.

Hoy era mi cumpleaños número dieciocho.

—¿Qué quieres hacer hoy?

Levante mi mirada y me encogí de hombros.

—Es un día normal tía.

—Eres una vieja aburrida— dijo mi hermana Kim y le tire con una papa frita.

—Oh, sí, recién nacida, quiero decirte que solo soy mayor por un mes.— dije y rodé los ojos para seguir comiendo.

—Tía si no quiere hacer nada saldré con Ben.

Miré a mi hermana estupefacta. Era mi cumpleaños y ella pensaba en salir con su novio.

Cuando termine de comer me levante y subí a mi habitación. Cerré con seguro y tome mi laptop. Miraba mis redes sociales. Felicitaciones de mis amigos y nada más. La cerré tras agradecerles. Y cerré mis ojos.

Por más que quisiera nunca podría sanar ese vacío que tenía. Mi padre murió por su vicio al alcohol. Aunque las veces que no estaba tomado era el mejor padre del mundo. Por más que le hacía prometer que lo dejaría nunca fue lo verdaderamente fuerte para parar. Llego a decirme que no podría entenderlo, que se sentía deprimido pero intente ayudarlo muchas veces hasta que fue muy tarde y lo extrañaba. Mi madre sin embargo murió cuando tenía nueve años. Cuando más necesitaba el cariño de una madre.

Así pasaba mis días. Lamentando sobre las cosas que ya no tenía.

Tocaron la puerta y fui directo a abrir.
Mi rubia hermana me sonrió y suspire. Ella era adoptada pero la que lo parecía era yo.

—Ben y yo queremos que nos acompañes.

—¡Estás loca! No quiero que me caigan babas, tanta dulzura y me terminara dando diabetes.

Iba a cerrar la puerta pero se metió en mi habitación.

—Eres tan perfeccionista, deberías perfeccionar tus ánimos, nunca quieres salir y además no recuerdo la última vez que te vi con un novio.

—No necesito de un estúpido chico para arreglar mi vida Kimberly. No soy como las típicas niñatas que necesitan que un chico les diga que son hermosas para saberlo. Sé lo que valgo y para perfeccionar mis ánimos necesito paz a mi alrededor y tú pareces siempre alterarla.

Ella me observó unos segundos molesta y luego se fue tirando la puerta muy fuerte.

Creo que había sido un poco ruda pero ella siempre intentaba sacarme de mi habitación donde encontraba la tranquilidad, a lo que mi tía llamaba mi querido pantano. Si estaba feliz aquí no le veía la razón para sacarme de aquí.

Unos minutos después escuche pasos apresurados por las escaleras hasta llegar a la puerta de mi habitación.

—¿Qué sucedió?

—Nada tía, necesito estar sola.

—De acuerdo, pero por favor baja en la tarde, preparé tu pastel favorito.— le sonreí.

Puso un cupcake de chocolate en la cama y luego se fue.

~Así se componía mi vida antes de la fama.

What my shower started.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora