What my shower started.

Capítulo: 3

Island Records

Island Records es una compañía discográfica británica, filial de Universal Records. Island es una de las compañías que más ha crecido a nivel mundial.

Solo asentía a todas las cosas que me decían mientras me daban el recorrido.

—Ensayaremos de inmediato.

Levante mi cara del suelo súper rápido.

—Okay, ¿y me conocieron por el vídeo que mi hermana subió mío cantando en la ducha?

—Oh, sí querida, le escribimos y nos envió muchos más covers tuyos cantando. Lo haces muy bien y lo comprobaremos ahora.

No pude reaccionar a eso ya que siguieron caminando. Mi manager era un amor, nótese el sarcasmo.

Entraron a un salón donde había un hermoso piano y casi me desmayo allí. Amaba el piano tanto como también amaba la pizza.

—¿Ella es la chica?

Miré a la dirección de la voz. Un chico castaño con ojos mieles me sonrió. Llego hasta donde mi y me estrechó la mano.

—Shawn Mendes, seremos compañeros.

—Oh, de acuerdo.

—Es mi sobrino, pero hablaremos luego sobre eso.

Así qué, mi manager era algo estricta y tenía un sobrino bastante guapo.

Olviden mi segunda expresión. No penes alrededor de mí. Los hombres son un problema.

—Cuando estés lista— dijo Kate, mi manager amigable.

Asentí y comencé a cantar Photograph mi canción favorita. Cuando terminé no mire a nadie. No acostumbraba cantarle a nadie.

—Bien.. ¿Sabes tocar algún instrumento?

—Eh, sí, guitarra y piano.

—Excelente, será todo por hoy.

Los demás se fueron dejando a Kate y a Shawn junto a mí.

—Vivirás en una mansión prácticamente y Shawn estará ahí. Vivirá contigo, será tu otro yo cuando esté ocupada, y no tienes nada que preocuparte sobre tu seguridad o algo. ¿Tienes alguna pregunta?

Muchas. Bastantes.

¿Porqué no me decía como lo había hecho? ¿Porqué viviría con un desconocido? ¿Porqué me hablaba de esa manera? ¿Porqué él chico era guapo? ¿Porqué? ¿Porqué? Y más porqués.

—No, ninguna.

—Estaremos en contacto— dijo mirándonos a ambos.

***

Él chico tenía un Jeep, rayos toda mi vida había soñado con uno. Nos bajamos en un gran casa con piscina y con tal vez unos 7 cuartos más o menos.

Él tomó una maleta y un bulto y yo tomé mi guitarra.

—¿No hablas mucho?

—Si, pero acabo de conocerte.

Él rió y continuó hasta una habitación grandísima con muebles, cama, escritorio, mesa, sillas y todo esto blanco. Y con paredes color lavanda con luces colgando.

Me quedé boquiabierta. Era la habitación que cualquiera soñaría.

—No te sorprendas, mi tía hará cualquier cosa por impresionarte.

—Lo ha hecho— dije acostándome en la cama.

Puso mis cosas en el suelo y se iba a ir.

—Shawn, ¿lo he hecho bien?

—Eres maravillosa Starly, ya verás que amarás hacer que se identifiquen con tus canciones.

Y sin decir más se fue.