—Creo que no he entendido está conversación. Tengo que pasarme con esta chica que es súper engreída, dejar de saludar a mis fans tanto y firmar el contrato para estar con un chico que ni siquiera conozco.
—Pues yo veo que la has entendido perfectamente. Es un buen resumen.
Me quedé observándola. Era una bruja. Era horrible.
—¿Y si me niego?
—Se acaba tu carrera, escucha, todo esto traerá más atención, lo que significa que venderás más discos y serás el centro de atención para todos.
—¿Pero no hay otra manera? Shawn es talent..
—Ya veo por dónde va esto, Shawn nació para esto.
—¿Y yo no?— pregunté exaltada.
—No, te hemos moldeado bastante y estamos haciendo lo mejor pero tú necesitas hacer estas cosas para llegar a donde está Shawn. Querías el ejemplo de Shawn, ahí lo tienes.
Estaba furiosa, quería saltar el escritorio y quitarle la estúpida sonrisa que tenía en su rostro.
—¿Sabes qué? Pues has lo que quieras porque jamás podrás cambiarme y jamás permitiré que vuelvas a insultarme así, renuncio— grité.
Salí furiosa de su oficina, todos me observaban asombrados.
—¡Por fin lo hiciste!— gritó Jake, el chico del mostrador.
—¡Es una bruja!— le grité para atrás y seguí mi camino.
Busqué al chofer y me llevó a la casa. Comencé a hacer mis maletas y sacar todo lo que tenía. Había hecho un desastre en mi habitación pero no me importaba.
—Starly, Kate me ha llamado y..— dijo Shawn entrando a mi habitación.
Estaba tan enojada que no paraba de llorar y romper cosas.
—¿Pero qué haces?
—Es una bruja, me voy, he renunciado y no quiero volver a verlos jamás.
—¿Qué?
—He roto el estúpido contrato y ya seré normal otra vez, y lo agradezco porque todo esto es un infierno.
—¡Por Dios!— gritó Carol entrando.
—Starly no sabes lo que dices, solo respira.
Tomé una caja de zapatos y se la lancé. Él la esquivó y caminó hacía mi.
—Shawn, está respirando, aléjate por ahora.
—Cállate, cállense, seguro piensan igual que ella, váyanse— dije lazándole cosas.
Escuche un quejido de parte de Shawn y lo miré.
—¿Starly estás loca?— me gritó Carol corriendo hacía Shawn.
—No le grites— gritó él.
Había sangre. Me quedé inmóvil por unos segundos y luego corrí hacía él.
—Es un rasguño, estoy bien, déjame hablar con ella.
Carol rodó los ojos y salió.
—¡Sean novios y háganle un favor a la humanidad!— gritó ella desde afuera.
—No quise hacerte daño, soy una máquina de mala suerte y cosas así, arruino todo— dije abrazándolo.
—No puedes renunciar a mí, no puedes alejarte de mí, porque eres mi mejor amiga y eres la que me ha traído la buena suerte. Hay miles de personas que piensan igual que yo, no puedes decir que no puedes cuando estamos aquí esperando a que continúes para seguirte. Eres una chica increíble y hermosa. Tienes el talento que muchas personas desearía y tú no puedes renunciar ahora.
Comencé a llorar más y me abrazó fuerte. Podía sentir su respiración agitada y sus labios húmedos en mi cuello.
—No puedo, nunca seré lo que ella quiere que sea.
No quiero ser tu mejor amiga..
Me separó un poco y me miró detenidamente. Yo relamí mis labios y miré hacía abajo. Limpié mis lágrimas y lo miré.
—Soy patética, mira todo lo que he hecho— dije mirando sus ojos.
—Deja de insultarte cada segundo— dijo molesto.
Abrieron la puerta y pude ver a Kate.
—¡Has pasado la prueba!— dijo ella viendo el desastre de mi habitación.
—¿Qué?— dijimos al unísono.
—Cariño un profesional debe tomar sus propias decisiones, ¿crees que estaría de babysitter todo el tiempo? Además de que no habría perdido el tiempo en buscarte si no tendrías talento.
Tapé mi cara y suspiré varias veces.
—Me amas y yo a ti, linda, ahora recoge todo esto..— dijo poniéndose sus gafas y saliendo.
***
—No puedo hacerlo— le dije a Carol nerviosa.
—Repite conmigo, Shawn me gustas y quiero hacerte mil hijos— dijo ella haciéndome reír.
—¡Te puede oír!
—Bueno le diré que es una canción..
—¿Tienes una nueva canción?— me preguntó Shawn.
—No— dije negando.
—Sí— dijo Carol.
Shawn nos miró confundidos y miré mal a Carol.
—¿Nos vamos?
—De hecho, quiero quedarme un rato más pero se pueden adelantar— dijo Carol.
Shawn asintió y caminó hacia su Jeep. Mientras que Carol me sonrió y me enseñó sus pulgares levantados. Habíamos salido a Starbucks y ya volvíamos a casa.
Le había dicho a Kim y luego Carol que sentía algo por Shawn, algo que era poquito, nada de que me moría por él, eso creo.
Nos montamos y nos abrochamos el cinturón. Él puso el auto en marcha y el camino fue silencioso. Hasta que decidí que era hora.
—Debo hablarte de algo..
—¿Qué tienes?— dijo mirándome.
—Es que yo.. um.. yo..
—Tú.. ¿tú que?
—Creo que me gustas Shawn..— susurré lo más bajito que pude.
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