Winter [BORRADOR]

Capítulo 3

El aspecto externo de la escuela es un tanto rara, parece un castillo de brujas; las paredes están llenas de moho y el sol de verano brilla exorbitantemente; un lago frente al enorme castillo hace reflejar a éste, es una imagen pacífica aunque Winter piensa que tal vez no hay animales que allí habiten por el terrorífico reflejo. Su interior es diferente, las paredes son del mármol blanco y hay piedras preciosas incrustadas en ellas que dan una perspectiva armónica a todo el que entre. 

El insoportable calor veraniego que se siente está matando a Winter y nota que algo en su muñeca brilla con fuerza, parecen ser sus tatuajes y poco a poco el brillo se desvanece, ahora recuerda las palabras de su madre cuando le decía que debía de ser precavida en la escuela y tener mucho cuidado cuando brillaran los cuatro dibujos porque podría ser que el mal de los spectrum estaba cerca.

Su padre le explicó que los Spectrum no son seres fallecidos sino demonios vivientes que se mueven en las sombras, que antes sólo eran un concejo creado por algunos traidores ambiciosos de la misma corte estacional que querían obtener las cuatro piedras para tener el poder de las cuatro estaciones, pero cuando la oscuridad reinó en sus almas la ambición fue más fuerte, ahora son esclavos de la oscuridad que desean ayudarla a reinar así como reinó hace millones de años hasta que el hielo luchó contra ella salió vencedor, desterrándola de la tierra y enviándola a las profundidades.

—La escuela The four seasons fue fundada hace casi dos mil años por un antepasado de la señorita Winter, el príncipe Cold II, hijo del rey Cold, quien nombró a las estaciones y murió a causa del desobediente verano, bla bla bla. Todos saben esa historia —explica Brown a primavera, otoño e invierno —. Fue creada con el fin de ayudar a los próximos al trono estacional y también a quienes pertenecen a la corte de los cuatro elementos, la corte de hadas y otros herederos que corren peligro, etc. Cada habitación es concorde a las necesidades de cada alumno y tiene vista a su hábitat natural. Aquí entrenamos a la realeza del mundo irreal para que sean capaces de volverse unos grandes líderes y por supuesto, están a salvo de cualquier Spectrum o cualquier fuerza negativa que quiera hacerles daño. 

 —Me temo decirte que eso no es verdad, nadie está a salvo de ellos —contradice Winter —. ¿Por qué mientes? Sólo estamos libres de humanos aunque estemos en su territorio debido a la barrera invisible  que nos cubre fuera de sus vistas, más no de la vista de los Spectrum. Bien sabes que ellos se mueven en las sombras y cualquiera del concejo estacional puede ser uno de ellos. 

  — Señorita, estoy diciendo la verdad. 

  — ¿Cómo es que sabes todo eso? —Spring parece confundida. 

—Mis padres sabían más de lo que piensas. 

—Parece que usted también sabe mucho —Brown la mira de reojo. 

—Tal vez... 

Summer aún sigue en el reino primavera donde Winter lo ha congelado y es incapaz de moverse. Con un silbido llama a Firelight, su mascota que es un ave fénix, se pega en su hombro y lo hace sentir más seguro de derretir su cárcel.  

—Bonitos cariños los de esa mujer —se ríe. 

 El portal se ha abierto y Summer aparece frente a las otras tres estaciones . 

  Una chica camina por los pasillos como si fuera una pasarela, es alta y delgada con los cabellos azules que resaltan el lugar con una minifalda y si mal no está Winter, esa chica es la sirena elegida al trono de Atlantis. Está más que segura que ella es Aqua Marina y se le ocurren muchas cosas que hacer con la chica, como por ejemplo cortarle sus azules cabellos o ponerle una ardilla salvaje.   

Aqua Marina lo ve y casi se le sale la baba y como siempre lo hace, va a coquetear. 

—Tú debes de ser Summer —le extiende la mano y él se acepta pero queda sorprendido cuando Aqua Marina lo abraza y le toca el trasero —. Estás más bueno de lo que pensé —Susurra en su oído y va hacia Autumn y le besa el cuello—. Tú no te quedas atrás, Autumn Song —Le agarra las nalgas también—. Hay un un dicho que dice: si los papacitos te abrazan tócale las nalgas —les guiña el ojo.