Capítulo 66

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No bastó que Akku hiciera algo, pues Christopher, el hermano de Spring ha estado observado todo, desde el momento que Spring llegó donde el hermano del invierno. Chris, había escuchado en el transcurso de la escuela al reino de Winter sobre Autumn y Akku, ésta le dijo que estaba indecisa con respecto a Akku, ya que era mucho menor que ella, como su hermano menor, pero que el día que él puso sus labios sobre los suyos, algo la hizo dudar. Así que siguió a su hermana, quería saber quién era aquel chico que tenía a su hermana así, y fue una ofensa para él ver cómo el chico que le había roto el corazón a su hermana en mil pedazos despegarla de otro chico y besarla. 

El pelirrojo camina hacia el trío con un sólo objetivo, y le dio un golpe en la cara a Autumn, para luego darle un empujón a las aguas termales. Tenía a Autumn en muy buenos términos hasta que su hermana mayor le contó cómo le había roto el corazón, y que no le importó lo más mínimo, no tuvo el más mínimo remordimiento de hacerlo. Además, también se enteró que él el estaba tras Winter, como él lo sospechó hacía mucho tiempo (aunque al inicio sólo creyó que el otoño era un chupa medias del invierno) cuando Autumn iba tras Winter a todos lados. 

—No te vuelvas a meter con mi hermana, hijo de perra —dijo desde arriba Christopher. Antes del rapto, era un chico con un corazón inmenso como el de su hermana, pero fue cambiado cuando estuvo secuestrado. 

—Chris...—trató de hablar Spring, pero su voz se cortó al ver que Akku sólo se alejó de todos y se fue directo al sur, donde Winter había dicho que no había nada. 

El rey encontró a su esposa llorando a cantaros, y ésta le contó lo que había pasado con Akku, que ni siquiera lo había podido reconocer. El rey también se sintió culpable, y cayó en cuenta que fue verdad todo lo que él le dijo a su madre, Winter siempre fue la preferencia de ambos, y aislaron a Akku, aunque fue por su bien. El problema era que Akku no se daba cuenta su personalidad se parecía al de un humano: débil. Los invernales no siente porque sus padres tengan una favorito, pues es la naturaleza de dichos seres, incluso entre los humanos hay una preferencia entre los padres hacia sus hijos. 

Sólo bastaba verle la cara a su esposa para saber que no sólo por eso estaba llorando, sólo la había visto llorar cuando algo le preocupaba, y era algo que aún no podía preguntar. Decidió preguntarle a Winter, ella le daría respuestas, podía ver cómo Winter observaba a su madre con cara de odio, y ésta última agachaba la cabeza como si tuviera vergüenza. 

Todos están reunidos en el comedor, se escucha el mar de voces que molestan a Winter, y es que cuando se está embarazada te vuelves más sensible de lo que eres, más irritante. Summer está a un extremo de la mesa, y Winter en el otro, notándose la diferencia, cuán lejos están, tan opuestos como el sur y el norte. Akku no ha aparecido para comer, lo que hace que el invierno se preocupe, él ama comer. Spring no ha dicho ni una palabra desde que llegó junto a su hermano, todo está demasiado raro y el rey, y la abuela de Winter (madre de su madre) lo notan, ya que Winter ya no tiene la cara de despiadada como la solía tener antes de ser raptados, más bien su cara parece angustiada; el verano que debería tener una gran sonrisa pareciera tener ganas de llorar; Spring que debería estar hablando hasta por los poros está callada observando el plato; y Autumn en vez de tener cara de tristeza (como su estación) tiene una mirada cruel. 

De un momento a otro, Winter da un gran golpe sobre la mesa y se pone de pie, lo que hace que todos la miren. Ya no puede más, está cansada de tanta habladuría, odia que toda la escuela esté hablando, sus tímpanos quieren explotar, y antes que eso pase los matará:

—¡O se callan o los callo, hijos de puta!

Todos han enmudecido, le tienen más miedo a Winter que a los propios Spectrum, a decir verdad, ella da más terror, pues tiene la cara más tierna que puede haber, pero con la mente más cruel que alguien pueda conocer. 

La chica se va del comedor hacia el jardín trasero, y se sienta en una banca de hielo a pensar. El jardín tiene una hermosa vista, ella está rodeada de árboles de hielo que dejan caer cristales como una hermosa cortina, además, algunos trozos de hielo parecer rosas, que podrían gustarle a Spring, ya que no conoció todo el castillo. Al hadas de hielo vuelan, emanando luz propia como luciérnagas, dando risitas que estresan a Winter más de lo que está. Trata de ignorarlo, necesita pensar en cómo ocultará su embaraza frente a sus padres, o cómo escapará con Summer y desde allí poder controlar sus respectivas estaciones, aún sabiendo que esta última opción es imposible, y que tiene más que los días contados para que el corazón de hielo se derrita y ella tenga que volver a congelarlo. Ha congelado tanto el corazón que llegará un punto en el que él no recibirá más hielo, y hay probabilidades de que este explote por tanta presión. 

De vez en cuando se le pasa por la cabeza que hubiera sido mejor que sus padre nunca hubiesen regresado, las cosas serían mejor. Si sus padres se enterasen todo sería un caos, incluso la obligarían a abortar a Northlight, la luz del norte que alumbrará el camino del invierno y el verano en los tiempos más oscuros de sus irónicas vidas. 

Un hada comienza a jugar con el cabello de Winter, y ésta se enoja pero no dice nada, hasta que la pequeñina toma confianza, y Winter sonríe y juguetea con ella hasta que le da la mano. Cuando la pobrecilla se descuida, Winter le da un manotazo y la pequeña choca con un árbol y aterriza en la blanca nieve, siendo enterrada por ella. 

—No has cambiado nada —la voz de su abuela se siente tras ella —. Recuerdo como si hubiera sido ayer cuando casi matas a macabra, o cuando casi exterminas por completo a las hadas porque creías que eran unas perras. Eres la Adolf Hitler de los invernales. 

—No sé quién es ese, pero estoy más que segura que seríamos amigos. 

—Está muerto. 

—Que mal, de verdad que me hubiera gustado conocerlo. 

La abuela de Winter ve algo raro en su nieta, ya el color de su cuerpo no es blanco como la nieve recién caída, sino amarillenta, como la nieve vieja. En los tiempos de ella, cuando una mujer estaba de ese color era más que seguro que esa mujer estaba embarazada. Pero ¿con quién se acostaría Winter si para ella todos son unos pendejos y ninguna le llega ni a la planta de los pies? 

Para confirmar el embarazo de un estacionañ, el abdomen debe estar más frío que el resto de su cuerpo, pero en el caso de los veraniegos, siempre tienen el abdomen más caliente. 

—Winter Sonata, ¿estás enferma? Te noto rara. 

—No, para nada. 

—Sé que sí —dice mientras le sube el vestido. 

—¡¿Qué estás haciendo?!

—Confirmando algo —dice y le toca el abdomen, confirmando algo más allá de sus sospechas, pues Winter no tiene el abdomen frío o caliente, sino tibio, como el cuerpo de un humano. 

  La anciana no tiene explicación para eso, si tiene el abdomen así es porque está embarazada de un veraniego, pensó que eso sólo eran leyendas estúpidas que las personas habían inventado, ya que cuando hay un híbrido en el vientre las temperaturas se balancean. 

—Winter...¿tú no estarás embarazada de un veraniego?  





Sigan adelante para terminar de ver la maratón ----------->>>>>

Winter [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora