Winter [BORRADOR]

Capítulo 37

Ocker y Cold II están sentados en una pequeña cafetería de Oslo tomándose una tasa de café como los amigos que siempre han sido. Charlan y  recuerdan tantas cosas que quienes están en el lugar los ven como locos por sus carcajadas.

—¿Cómo fue que conociste a Gardenia? —Pregunta Cold II a su amigo —Ahora que recuerdo, nunca te he preguntado eso. 

—Fue cuando tu difunto padre nos dio el primer ciclo anual, un año atrás antes que el verano lo arruinara todo, aunque no fui capaz de hablarle en aquellos días, hasta el siguiente año   —Ocker se acomoda los anteojos —. Llegaba la primavera cuando le hablé por primera vez. Solía sentarme en los lugares donde habían árboles para leer y escuchar los sonidos que emitían el viento y las aves, y un día la vi deambular por esos lares. Ella producía algo que más nadie podía producir en mí, quizás porque era muy opuesta a lo que soy; ella que es primavera y le da colores a la vida; y yo que soy otoño le doy tristeza, ¿Notas la diferencia? Ella da vida... —ríe con ironía —y yo muerte.   

—Lo siento, no debí hablar sobre ustedes, sabiendo que este tema te deja mal —le da palmaditas en el hombro. 

Ocker y Gardenia se enamoraron en sus tiempos, pero su amor no pudo ser, era imposible.

—No importa, mi miedo ahora es que Spring y Autumn se junten, o que cualquiera de ellos se junte con otra estación. Ninguna estación debe estar junta y lo sabes  —se quita los anteojos y los limpia —. Sé que el amor es muy duro, no sé si esto es una maldición que va de generación en generación, pero siempre las estaciones nos enamoramos entre sí, tan siquiera surge una pareja entre nosotros que luego se vuelve miserable. ¿Recuerdas lo que pasó con la madre de Winter y el padre de Autumn? —ese recuerdo les atormenta a todos —Cuando le dijimos a Aurora que ninguna estación podía estar junta porque el mundo sería un caos, por ello se dejó embarazar del padre de sus hijos. Nunca le dijo lo que realmente pasó a Nícolas, le mintió diciendo que sus padres habían aceptado la relación pero como quedó embarazada de otro ya no podían permitirlo.

—Pero sabes que no hubiera sido tan grande el caos porque el otoño y el invierno no son tan distintos. El caos más grande será en el momento que Winter se de cuenta de sus sentimientos hacia Summer y decidan estar juntos. Nunca en la historia de las cuatro estaciones el invierno y el verano se habían enamorado, siempre se habían odiado por naturaleza —respira hondo —...hasta ahora.

—Eso no lo sabía.  

—En realidad, esto es un cuadrado amoroso muy particular: Spring ama a Autumn. Autumn ama a Winter. Winter ama a Summer. Y Summer ama a Winter.   

—¿Deberíamos hablar con Tid? 

—¿Para qué quieres hablar con él?

—¿Para qué más hablaríamos con el tiempo? Obviamente para que retroceda todo y que Summer y Winter no se enamoren —Piensa una vez más —. O mejor que les borre los pensamientos. 

—Claro que no, alterar el tiempo sería lo peor. Incluso podría cambiar el orden de las estaciones y sería igual o peor que invierno y verano juntos. Además, no me cae muy bien ese tipo, está completamente loco.   

Gardenia y Wärme buscan entre las cosas pertenencias de la madre de Winter en el castillo del reino de invierno, buscan pistas, algo que les haga llegar a su paradero. Simplemente encuentran cartas, y más cartas escondidas en el ático del castillo que ella le escribió a Nícolas y que nunca le llegaron; también hay poemas, poesías, frases y su diario. Todo está relacionado con su amor imposible y con lo infeliz que ha sido por veinte años.

Ella describe a su esposo como un ser cruel, no con la frialdad que tiene su hija, sino que es algo peor, es peor que el mismísimo diablo si así puede llamarlo.