Son pasadas de las once de la mañana, hora en la que Summer llega a la escuela. Ha llegado tarde para esperar que Winter se haya calmado, lo desea.
La mañana está más fría que la anterior, ya puede notarse que los días se acortan para que llegue el invierno. Las hojas caen hermosamente por todos lados, muchos juegan en el campus y otros simplemente están acostados, esperando a que se les pase la resaca. El aire es fresco y húmedo al mismo tiempo, y el paisaje está teñido de colores dorados y naranjados, el mes de septiembre es muy hermoso.
Autumn, Akku y Spring están sentados bajo un árbol jugando juegos de mesa, pero no logra ver a Winter, ¿Estará en su habitación?
Aún así se dirige hacia ellos y se sienta. Spring lo recibe con una gran sonrisa, Akku con su cara de culo igual a la de su hermana, y Autumn no lo mira. Summer no sabe cómo preguntarles dónde está Winter, y lo ha salvado su teléfono, pues le llega un mensaje de Genevieve.
—Hablemos de lo que sucedió esta madrugada, bebé. Te espero en el parque de siempre —El chico coloca los ojos en blanco al leer e ignora el mensaje.
Spring piensa que Winter le ha pegado el hábito a Summer de poner los ojos en blanco, desde que lo conoce, nunca había hecho eso.
—¿Quieres jugar? —le pregunta Spring.
—No, gracias. Me tengo que ir.
No aguanta las ganas de ir a la habitación de Winter, así que cuando está alejado de todos corre a la habitación. Pero la puerta tiene pasador; toca y toca, pero no hay respuesta del otro lado. El pobre chico se está preocupando, lo que más piensa es sobre un nuevo ataque de los Spectrum y la tienen allí encerrada.
Spring ve a Summer tocando la puerta de su amiga con desesperación, así que intenta entrar a su habitación lo más rápido que puede para que él no le haga preguntas sobre ella; pero muy tarde, Summer ya la ha visto.
—¡Spring! —grita Summer. La chica se sobresalta y trata de disimular su nerviosismo.
—¿Sí? ¿Qué pasa?
—¿Sabes dónde está Winter?
—Emm...no, no la veo desde esta madrugada en el salón de banquetes.
—¿Y eso no te preocupa?
—No. Ella suele desaparecerse de vez en cuando y más cuando llega el otoño, se prepara para el invierno. La conozco muy bien, siempre se va sin avisar y regresa sin avisar también, por ende no me preocupa.
—¿Y si le pasó algo más?
—No le pasó nada, te lo aseguro. La conozco —trata de calmar al chico.
—¿Y tienes idea de algún lugar donde pueda estar?
—No. Ella suele cambiar de lugar siempre para que ni Autumn, ni yo podamos encontrarla.
Decepción. Es la única palabra con que se puede describir la cara que tiene Summer; ahora sí que es imposible explicarle a Winter lo que vio, pero no se rendirá, la irá a buscar aunque sea bajo las piedras.
Ya son más de las tres de la tarde, y aún no ha encontrado a Winter, la preocupación lo consume, siente que le ha pasado algo más, a pesar que Spring le dijo que no se preocupara.
Tomar rumbo a Oslo, la buscará en la tienda de dulces, está seguro que ella está allí.
El día está gris, y la calle completamente vacía, hay una probabilidad que haya una tormenta.
Pero sus esperanzas se han ido, Winter no está allí. Intenta salir de la tienda, pero el clima le está haciendo una mala pasada, y se pone a llover, dañando sus planes de seguir buscando a su chica.
Winter y Travis han pasado todo el día meditando, el líder de los monjes los ha hecho reflexionar sobre la rivalidad de ambos. De vez en cuando dejan de meditar y se dan uno que otro insulto para no perder la costumbre del odio que está sembrado en sus corazones.
Travis no sabe si decirle o no quién es él en realidad. Podría asustarla, espantarla y hacer que lo odie aún más, aunque el odio no le importa, de todas formas el sentimientos es mutuo, no la soporta, ni siquiera verle la cara.
—Para que ambos calmen la mente y el espíritu es mejor que vayan al bosque y recojan bayas y setas —explica el líder de los monjes a ambos enemigos —. Esto no es una competencia, es para que trabajen en equipo y puedan relacionarse mejor, sus malas energías de odio nos están afectando a todos. Pueden iniciar diciendo alguna de las preocupaciones que nunca le han dicho a nadie más, siempre funciona.
—Esto es muy estúpido —hace saber Winter.
—Lo siento, señorita. Así son las reglas aquí, ya ni siquiera puede irse porque usted misma decidió venir, ¿No era recuperar la frialdad lo que usted quería? Para poder recuperarla necesita tener la mente y el espíritu concentrados.
—Como sea —dice ella.
—¿Podemos ir a otro bosque que no sea aquí en China? —pregunta Travis.
—Si es lo que desean, entonces háganlo. Cualquier bosque les dará la misma tranquilidad que el de aquí.
Travis se ha llevado a Winter para Noruega, ella alegaba que tenían que volver a caminar mucho para llegar al templo, pero Travis decía que no. El chico saca de su bolso de espalda dos pares de botas de goma, y le entrega unas a ella y la otras se las coloca él.
—¿Por qué tiene que ser aquí? —alega Winter.
—Porque el bosque Nordmarka es mi favorito.
—Debe ser que estás hablando mucha mierda —se burla —. Con tu cara ni el bosque te quiere.
Los rojos de las bayas de serbal adornan las ramas sin hojas, también hay manzanas, peras y ciruelas que le hace dar hambre al invierno.
Un pequeño carnero corre por los lares, siendo el centro de atención entre ambos.
—¿Quieres comer carne de carnero con col? —pregunta.
—Yo no sé que tipo de mierda es esa.
—Te mostraré.
Travis le congela las patas al animal, lo que le impide escapar de él. El chico saca una navaja para matar a animal, pero Winter al ver sus ojos tan tiernos se arrepiente, se le ha ido el apetito.
—¡Cálmate! —grita —No lo mates, ya no quiero.
Se han sentado en un lago que hay cerca de ellos, no se dicen nada. Quieren sentir aquella paz y calma que nunca habían sentido, es una calma fuera de lo común, ni siquiera es incómoda.
—Vayamos a cualquier café en Oslo —sugiere Travis —. Quiero tomarme una bebida fría antes de regresar al templo. Estás bien chiflada, ¿A quién rayos se le ocurriría venir a un aburrido templo budista?
—A mí, así que te callas.
—Sigo diciendo que eres estúpida.
Travis primero ha llevado a Winter al centro comercial; le ha comprado un abrigo jersey blanco y otras prendas que vayan de acuerdo a la estación que están pasando, pues las personas los han mirado raro al ver sus prendas de vestir antiguas.
Sentados en un cálido café, han pedido dos americanos. Están al lado de la ventana, viendo pasar a todos, así lo sugirió Winter, quiere ver muchas personas antes de regresar al encierro.
—Mi mamá le prometió al padre de Autumn Song que él y yo seríamos esposos.
—¿Qué? —pregunta Travis. No estaba prestando mucha atención.
—Esa es mi preocupación, la que nadie sabe —ella trata de ser pacífica. Quiere obedecer al monje, por su bien mental.
—Eso es mentira, tú no te casarás con Autumn.
—¿Cómo lo sabes? Yo lo vi en un espejo de recuerdos de mi madre.
—Porque a ti y a mí nos han comprometido desde que nacimos. Yo soy tu futuro esposo, desgraciadamente.
—¡¿Qué?!
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Winter [BORRADOR]
FantasíaDicen que cuando Winter nació, el invierno se volvió más despiadado. Su padre le sacó el corazón y lo congeló en la cima de la montaña Ahto. Nadie se explica cómo es que existe una criatura con tan espléndida belleza; y mucho menos tan despiadada co...