Winter [BORRADOR]

Capítulo 44

Las piernas de Winter se debilitan, siente como tiembla y como cada vez pierde más fuerza. Mira hacia el vacío bosque y vuelve a suspirar mientras cierra los ojos; para luego caer de rodillas, dándole la espalda a su acompañante. Sus ojos se nublan con lágrimas y con la manga de su camisa las seca, pero ellas nuevamente vuelven a salir. Por ello siente rabia, y da un fuerte golpe al suelo, que le hace sangrar los nudillos. 

Las hojas que están bajo sus rodillas van cambiando de estar secas a volverse escarcha de hielo; y el suelo queda completamente cubierto de nieve. Los árboles y plantas ahora son hielo, incluso los animales. Los únicos que no se han vuelto nieve han sido ella y Travis, que la observa con asombro y terror. Dirige sus manos a la cabeza y camina en círculos, lo que ha pasado no está bien.

—¡¿Qué hiciste?! —grita finalmente. 

Algo comienza a cambiar en el interior de ésta, de repente vuelve a sentir un vacío en su corazón, pero que a la vez la está haciendo sentir liviana; no puede ni siquiera recordar lo que siente por Summer. 

Abre los ojos y se pone de pie con arrogancia y delicadeza. Voltea a ver a Travis que tiembla de pánico y rabia. Su mirada es vacía, tan vacía que Travis deja de mirarla a los ojos y agacha la cabeza. Su mirada corta como cuchillas acabadas de afilar, como una estalactita de hielo que te atraviesa los ojos. 

—Mañana nos iremos de este maldito monasterio —su voz es seca y cortante, como lo era antes de que Summer interfiriera en su vida. 

—Bien, nos iremos. Pero primero arregla tu desastre —se oye como una orden. 

—Te prohíbo que me hables así —responde —. Muy bien sabes que los invernales no podemos volver a descongelar cosas, ese es el trabajo de Spring, o de Summer —con la mano se roza el brazo y un vestido de hielo le cubre el cuerpo, y su tiara le surge en la cabeza —. Busca a alguno de los dos, ojalá y sea Summer porque lo derretirá de inmediato, pero no les digas de mi paradero, di que no sabes nada —ordena —. Te espero en mi habitación a medianoche, necesitamos hablar. 

—Pero si alguno de los dos lo hace entonces se vuelve primavera, o verano en este bosque. 

—Entonces búscalos a los tres. Que primero inicie Spring, luego Summer, y por último Autumn —da dos palmadas y el pequeño Snow sale de la nieve —. Otra cosa, ve a mi habitación en la escuela, busca bajo el tapete de la puerta la llave y toma la caja que está en la mesa de noche; olvidé traerla y el espejo de recuerdos de mi madre está ahí, no quiero que caiga en manos equivocadas y menos en las manos de Autumn Song. 

—Okay.   

Cumple las órdenes que le ha dado su princesa y futura esposa; va a la escuela The Four Seasons a buscar a las tres estaciones para pedir ayuda. Pero primero pasará por la habitación de Winter a encontrar el espejo de recuerdos para no olvidarse de él. 

El chico toma el tapete y no encuentra la llave, al parecer alguien más la ha tomado. En su mente dice que Winter es estúpida, es la única a la que se le ocurre guardar la llave de su habitación bajo el tapete de la puerta. Por intuición, se pone de pie y gira el picaporte de la puerta, que se abre inmediatamente a él girarla. 

Sigue las instrucciones que ella le dio, riega todo lo que hay en la caja, aunque no encuentra nada, se han llevado el espejo. Hay sólo dos opciones: Alguna de las tres estaciones lo tomó, o los Spectrum lo hicieron. 

Primero toca la puerta de al frente, que es la de Summer. 

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunta el verano al encontrase con Travis. 

—Cállate y acompáñame. Te diré la razón cuando estén todas las estaciones reunidas. 

—Pero Winter no está, ella está desaparecida.