—Cualquiera puede salir del infierno y crear su propio paraíso—Recitó sonriendo.
Una cabaña en el medio de un bosque, aquí era donde veníamos. Durante todo el camino me preguntaba hacía donde nos dirigíamos y ahora que llegamos no lo podía creer. Una cabaña poco visible, escondida entre arboles, un pequeño camino de tierra aparecía a un costado del auto.
—Entra Camz o ¿Querrás quedarte afuera?—Cuestionó divertida.
Por dentro todo era de madera, habían algunos detalles en el piso de azulejos, los sillones hechos con una tela suave y linda, que combinaban muy bien.
—Prepararé café—Dijo Lauren, dirigiéndose a la cocina.
Ella estaba de espaldas a mi, concentrada en lo que hacía, el panorama era el indicado. ¿Este era el paraíso que habíamos creado? Lentamente caminé para la cocina y abracé a la mujer más hermosa del mundo por la cintura.
—¿Y todo esto?—Preguntó Camila sonriendo, mientras Lauren se daba la vuelta para quedar frente a frente.
—Lo conseguí—Respondió, colocando sus manos en la cintura de Camila.
—¿Desde cuando?—Cuestionó, dándole un beso suave en los labios.
—Desde ayer—Contestó sonriendo.—Quería crear mi paraíso junto a ti—Terminó besándola de una manera más profunda.
Un beso que te lleva a tocar la luna, que te hace arder con el sol y que te hace fantasear con las estrellas siempre y cuando ella quiera. Sus besos suaves eran las caricias que hace tiempo no recibía, su tacto en mi cintura me hacían sentir querida y deseada, solo como ella lo lograba. Sus manos escribían en mi piel, su lengua danzaba en mi boca. Con la respiración agitada el sonido de la maquina de café sonó haciendo que nos apartáramos para que lo realizado no se enfriara.
—Ven acompañame—Pidió.
Donde quieras. Pensé.
Este era como una puerta trasera donde había un pequeño balcón, en este se podía admirar el bello paisaje que los arboles y la cabaña en la entrada prohibían observar. Un mar detrás de la arboleda, la neblina le daba un toque gris al celeste claro del agua, el viento soplaba, este se volvía frio por el río. Los arboles al otro lado lograban crear arte con tan simples detalles. El lugar era hermoso, estupendo, perfecto. Creo que ni siquiera encontraría una palabra exacta para describirlo.
—¡Wow!—Expresó simplemente.
—Tomare eso como un "fascinante"—Dijo riendo mientras dejaba las tazas de café sobre una de las mesas ahí. Camila se dio media vuelta y con un solo beso trató de explicarle todo lo que quería decir.—Y tomaré eso como un "si definitivo"—Concluyó sonriendo.
—Te extrañé tanto—Dijo con los ojos cerrados.—Pero esto esta mal—Habló repentinamente moviendo su cabeza en forma negativa mientras se alejaba.
—Camz nada de esto esta mal, tu matrimonio es una maldita falsa—Afirmó Lauren tomándola de la cintura para que no se alejara más. Camila negó.
—No es eso Lauren, no entiendes—Dijo, tratando de sacar las manos de Lauren.
—Austin te amenaza, lo se. Es un maldito imbécil que te golpea, lo se. Su padre obligó el casamiento, lo se. Todos nuestros conocidos estaban en peligro, pero ya no Camila, ya no—Expresó Lauren, envolviéndola en un abrazo.
—¿Cómo es qué?—Dijo con un hilo de voz.
—Ven siéntate—Pidió tomándola de la mano para dirigirla hacía el sillón que se encontraba ahí.—Yo estuve un mes afuera—Empezó.
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Camren. ¿It's you?
FanfictionLauren Morgado 26 años, bartender de primera en PicksTool. Camila Cabello 25 años, empresaria y dueña de Farret Couthor's.