—Día atareado. ¿No crees?—Preguntó Camila mientras caminaban.
—¡Uf! Si—Expresó Lauren suspirando.—Nunca creí que habría tanta gente, cuando Lucy se fue eran muchos menos—Terminó.
—El bar ahora es mucho más conocido, deberás acostumbrarte a la gente nueva preguntando de todo—Comentó.
—Tienes razón pero es raro—Confesó.—Oye ¿Cómo es posible que la mismísima Camila Cabello pueda estar caminando por la calle a mi lado, sin problemas?—Cuestionó divertida pero con curiosidad.
—Pues ni yo misma lo se, pero ya es la segunda vez que lo hago contigo—Contesto sonriendo.
—No me sorprendería si aparecen en las revistas con una "compañera nueva"—Dijo riendo por los recuerdos de Chris y sus "titulares".
—Siempre lo hacen cuando salgo a cenar con uno que otra inversionista, me resulta extraño que aun no te hayan molestado con ese tema—Explicó.
—¿Debería estar celosa por esas cenas y notas en revistas?—Preguntó Lauren un tanto irritada.
—Claro que no—Respondió tranquila.—Solo hablamos de negocios en esas cenas, los temas de amor los evitaba, ya sabes no podía hablar sobre el amor sin mencionarte—Terminó sonriendo.
—Supongo que me convenciste—Contestó una Lauren sonriente.
—¿Solo supones?—Pregunto divertida.—¡Oh! Veo que tendré que mejorar para convencerte por completa—Dedujo con un tono de voz coqueto. Lauren apretó la esquina de su chaqueta con fuerza. Camila sabia que la estaba calentando de más.—¿Qué pasa? Tu cuerpo se tensó, ¿Acaso no me crees capaz de lograr el objetivo de convencerte?—Cuestionó con el mismo tono.—Respondé vamos, habla. ¿Qué pasó? ¿Tu lengua también se tensó? Pues sería una lastima que es ese estado no me ayude ni un poco y me deje sola en esto—Terminó moviendo sus manos por su abdomen y bajándolo hasta su entre pierna. Lauren de inmediato apuro el paso, después de ver eso solo quería a Camila desnuda bajo suyo. Camila era consiente que si seguía jugando Lauren era capaz de encerrarla en alguno de estos locales y hacerla suya como antes nunca, asique decidió seguirla al mismo paso.
—Camina rápido—Ordenó, tomando la mano de Camila.
—Estas apurada por llegar ¿Eh?—Cuestionó divertida.—Cualquiera que nos viera pensaría que me estas secuestrando—Terminó riendo.
—No es un secuestro si la otra persona no se opone—Respondió Lauren con una leve sonrisa.
—Y quien dice que no me estoy oponiendo, me estas obligando a caminar más rápido—Explicó fingiendo indignación.
—Verás—Dijo Lauren parando de golpe y mirando a Camila directo a los ojos, penetrándola.—Si tu no caminas rápido y sigues con este juego te juro que te desnudo entera en en medio de la vereda mientras te como el coño sin protestas, pero si no te opones te llevo a mi departamento y te hago mía sobre el sofá o en el ascensor o en el baño, donde tu quieras puedo hacerte correr como nunca antes lo hiciste con nadie, te voy a follar duro contra el auto que esta estacionado a un costado de la calle si me sigues calentando aquí mismo con ese tono que sabes que me pone. Asique ahora camina rápido o no querrás saber la segunda opción si te opones—Contestó comenzando a caminar de nuevo, no estaban tan lejos del departamento. Camila sin protestas y sumamente excitada por la forma de hablar de Lauren comenzó a caminar a la par de ella.
En este preciso momento detestó vivir tan lejos del departamento, Camila hablando de esa manera en el medio de la calle es completamente perjudicial para mi salud. Al entrar al hotel nos metimos directo al ascensor, la idea de follarla ahí mismo se transformó en un suspiro amargo gracias a la mujer mayor de edad que se encontraba esperando para subir, esta nos miraba de manera confusa seguramente pensaba que tramábamos algo, y si déjeme decirle señora que pensaba follarme a mi amante en el lugar donde usted esta apoyada ahora. Cuando llegamos al piso donde se encontraba mi departamento caminamos hacia a la puerta que se encontraba a dos departamentos más a la derecha, sinceramente poco me importo que esa mujer estuviera viendo toda la escena, al meter la llave a la puerta empuje a Camz contra esta mientras la besaba de una manera poco delicada, con una de mis manos tanteé la cerradura y giré la llave para abrir la puerta finalmente, una vez adentro cerré con un portazo y posicione a Camila contra la puerta, de nuevo. Su abrigo y su vestido en cuestión de segundos estaban en el piso de la sala principal, mis manos de manera ágil sacaron su ropa interior también, ella no se quedo atrás y me desnudo sin titubear. Sus manos se aferraron a mi cuello y mis manos se posicionaron en su trasero, con poca delicadeza comencé a besar y morder sus pezones totalmente duros, luego de varias mordidas y chupones en su cuello la giré, ella quedó de espalda a mi, hice que se inclinara un poco hacia adelante lo suficiente para apoyar sus manos en la puerta, sin pedir permiso abrí sus piernas y le medí los dedos de lleno, esta gimió lo suficiente fuerte como para que la señora del ascensor escuchada desde su piso sin la necesidad de ponerse sus audífonos para escuchar con claridad, la intensidad era cada vez mayor sus gemidos estaban saliendo naturalmente, ahora no tendríamos que callarnos, sus manos estaban aferradas con fuerza sobre la puerta, después del tercer dedo dentro la di vuelta, su cara completamente roja, con una capa de sudor notable, su pelo despeinado y húmedo estaba pegado a su cuello, sus palmas también estaban rojas, y ni hablar de otras zonas que de igual manera se encontraban rojas, húmedas e hinchadas. Al notar que no podría mantenerse mucho más tiempo parada la tomé de los muslos y lo llave directo a mi cintura, ellas los enrollo como esta mañana, rápidamente caminé mientras la besaba hasta el sofá, nuestro primer recorrido por el departamento. Su manos se aferraban con fuerza sobre mi cabeza, en este momento me ubicaba en medio de sus piernas, atrapando todo el flujo que salia de ella con mi boca, mis manos jugaban acorde de mi lengua, sus gemidos eran la música que te inspira para seguir. Su cuerpo estaba gritando que un nuevo orgasmo llegaría, el décimo en la cuenta, mientras ella trataba de conseguir que su respiración se calmará yo besaba con delicadeza su cuello, su mentón, su cuello hasta llegar a su oreja.
—Nos tomamos un baño?—Susurró con la voz ronca. Camila solo asintió. Lauren se levantó de la cama mientras extendía su mano derecha para ayudar a su amante a incorporarse.
Una vez adentro la ayude a bañarse, estaba sumamente cansada, y si quien no lo estaría luego de tantas horas de sexo sin parar. En el sofá al llegar, en la cocina cuando quisimos comer algo, en la habitación cuando dijimos "vamos a descansar", creo que ella estaba agradecida de que mi departamento no fuera gigantesco porque de ser así lo hubiera hecho en cada rincón. Tal vez pensar que ella estaba cansada no era del todo completo, luego de varias caricias y besos ella se recuperó, con tan solo unos minutos me hizo tocar el cielo con las manos al arrodillarse adelante de mi en la ducha, Camila sin dudas es insaciable. Después de la larga ducha nos dirigimos a la cama, ella se colocó a mi derecha abrazándome de la cintura quedando con la cabeza en mi pecho, mi mano derecha acariciaba su espalda suavemente mientras la izquierda jugaba inconscientemente con los dedos de ella. Su respiración se volvía pesada significando que ya estaba entrando en un profundo sueño, subí mi mano hasta llegar a su cabello para peinarlo lentamente. Su boca formulaba pequeños susurros que yo no lograba entender.
—Dime que sucede—Susurró Lauren acariciando el cabello de Camila suavemente. Pero los susurros eran cada vez menos pero un poco mas comprensibles.
—No...—Susurró como si fuera una pesadilla.—No te vayas, por favor—Habló por primera vez claro.—Por favor no me dejes—Continuó.
—Shuss tranquila cariño estoy aquí—Susurró Lauren algo dolida sabiendo que ella era el motivo de sus pequeñas pesadillas.
—No me dejes por favor—Susurró una vez más apretando con fuerza sus brazos alrededor de la cintura de Lauren inconscientemente.
—Estoy aquí, te tengo, por favor tranquila—Susurró mientras Camila se calmaba.—Te tengo mi amor, te tengo—Repitió.
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Camren. ¿It's you?
FanficLauren Morgado 26 años, bartender de primera en PicksTool. Camila Cabello 25 años, empresaria y dueña de Farret Couthor's.