Camren. ¿It's you?

Capitulo 58 ¿It's you?

 Maira. Piel morena, ojos color chocolate, cabello castaño claro, una copia exacta a su madre. Ella y sus genes fuertes. Por suerte la pequeña no saco nada de parecido a su padre biológico, eso sin dudas era lo que más le agradecía al idiota. Sacando el tema a contexto los Mahone se habían ganado una condena de 30 años para el hijo, y para el mayor una cadena perpetua. El día de juicio la hermana de su mujer lo denuncio por violencia domestica, causándole la muerte instantáneamente. El juez no dudo nada en darle su veredicto, no me alegraba por su desgracia pero se la merecía de todas maneras. Por suerte eso paso ya hace un año y medio, era tema del pasado mirándolo hoy en día. Farret al comienzo se vio complicado por el caso ya que Austin trabajaba ahí y además era el ex esposo de Camila, la dueña definitiva. Hablando del amor de mi vida, cambiando de tema obviamente. Hace una semana que nos mudamos a nuestro nuevo hogar, habíamos acordado después de que nació Maira en comprar una casa ya que un departamento no sería lo mejor mirando hacía el futuro. El lugar lo eligió ella mientras yo trabajaba en mi segundo libro que esta por estrenarse quizás en unos meses más. Así es, después de publicar el primero todos los que lo leyeron exigieron que continuara con la historia por más que yo lo había escrito de una manera en el que aparentaba un final. Ahora era una novela, basada en mi historia de vida, nunca pensé que tanta gente fuera a leerla y mucho menos a gustarle. En la familia también quedaron fascinados, yo no me había encargado de contarle a nadie por mi pasión por la escritura desde que se lo dije a Mike, solo Camila lo sabía y fue porque lo adivinó al verme escribir. Ella estaba más que orgullosa cuando gané en las categorías de mejor escritor contemporáneo y libro del año, sumándoles las demás premiaciones que obviamente no logré alcanzar pero con solo estar entre los mejores del mundo me conformaba. Titulado ¿It's you?. En el hablé mucho sobre Mike, lo que me costó superar sus cambios repentinos, el titulo tenía mucho que ver ya que el en esta historia parecía como si dos personalidades diferentes salieran a la luz dentro de un mismo cuerpo, el problema de todo esto es que en realidad si paso, no es ficticio como muchos críticos pensaron a simple vista. La segunda edición quería que hablará sobre los cambios que atravesamos junto a Camila, nose si continuaría con un tercer libro pero tampoco quería cerrar la historia como si nada, ya que cada día siempre se crean capítulos nuevos.

—¿Preparada?—Susurró una voz conocida, con tono divertido pero con la intensión de travesura.

—¿Pero que demonios?—Pegó un salto de la cama, con el rostro completamente empapado. Camila y Maira reían burlescamente por el éxito de su plan.—¡Oh no! Esto no se queda así señoritas—Dijo Lauren saltando arriba de ambas, aprovechando que estaban juntas para hacerles cosquillas en todas partes.

—Lau...Lau...Para...mi amor ya—Jadeó riendo del dolor y de la diversión. Lauren se distrajo para darle un beso en los labios, movimiento seguido de Camila gritó hacía Maira para que atacará. Era una trampa y Lauren había caído.

—Oye son unas tramposas—Dijo sentándose nuevamente en la cama luego de unas cuantas cosquillas y golpes leves de las Cabello.

—Para que la próxima te despiertes a la primera—Bromeó sonriendo acercándose para darle el beso de los buenos días. Al separarse Camila le dio un puñetazo en el hombro, Maira rió por eso.

—¿Qué hice?—Cuestionó sobándose la zona herida.

—Insultaste cuando te levantaste. Habíamos acordado que cuando Mai estuviera presente nada de malas palabras o recibirías un puñetazo—Recordó orgullosa. Lauren hizo una mueca divertida hacía la pequeña.

—Tu madre esta mal de la cabeza—Bromeó fingiendo que se lo decía en secreto. La pequeña la abrazó y le deposito un beso en la mejilla mientras reía.

—Hasta conspirando contra mi se ven adorables—Dijo Camila con una sonrisa.—Pero debemos ir a desayunar así visitamos a los tíos en el bar—Le recordó a Maira, quien asintió y salió corriendo hacía su habitación para sacarse el pijama.

—¿Cuando se le soltará la lengua?—Suspiró acomodándose arriba de Lauren para darle un beso más profundo.

—La doctora dijo que es normal, los niños a esta edad aprenden rápido, quizás ella quiera hablar todo seguido y no palabra por palabra—Dijo divertida pero con razón al mismo tiempo. Tomó a Camila por la cintura y la besó durante unos cuantos minutos.

—Debemos...bajar...—Susurró sobre sus labios. Lauren asintió pero no se movió.—Lolo—Dijo divertida dándole cortos besos por toda su cara.—Vamos muévete—La sección de besos por la mañana había acabado rápidamente. Camila se levantó de la cama y fue a ver a Maira que jugaba con sus juguetes en el suelo esperando ser cambiada.

Pocas veces era en donde podía despertar de estas maneras, a pesar de que esta vez no estaba durmiendo, solo tenía los ojos cerrados mientras pensaba. Camila siempre salía temprano hacía la empresa, desayunaba junto con Maira que estaba muy adormilada a esa hora, luego la colocaba en la cama junto a mi antes de irse, nosotras dormíamos hasta que el despertador sonará así desayunábamos, al menos ella nuevamente. Los viernes Camila no trabajaba asique aprovechamos para salir a pasear o simplemente quedarnos juntas mirando una película de niños o jugando con juguetes de Maira, o simplemente viendo como ella dibujaba o bailaba al ponerle la música. Algunos fines de semana íbamos a casa de Dinah así Mai se entretenía con los hermanos de esta, le hacía bien estar con niños de su misma edad, o incluso mayores. Dinah por su parte siempre bromeaba diciendo que estaba más feliz pasando el tiempo con Mai que con sus propios hermanos, claro después de esos comentarios se ganaba un almohadazo de uno de ellos o incluso una pelotazo directo a la cabeza, acompañado por risas muy contagiosas.

—¿Nos vamos?—Preguntó Lauren agachándose para quedar a la altura de Maira y subirle el cierre de su campera. La pequeña asintió y sonrió mientras abría sus brazos para que su madre la alzara.

—Maira camina—Recriminó Camila entrando con un bolso en la mano, las llaves, el celular y las camperas en el otro. Parecía un pulpo.

—Hace frió para caminar ¿Verdad que si?—Dijo Lauren sacandole la lengua a Camila. Maira sonrió en dirección a su madre quien la miraba con el ceño fruncido.

—Lolo—Dijo la pequeña en un tono completamente claro para ambas mujeres que se quedaron estáticas ante la palabra de su hija. Su primera palabra.

—Mi vida ¿Podrías repetir lo que dijiste?—Preguntó Camila, acariciándole la mejilla.

—Lolo—Repitió tímidamente escondiendo su rostro en el cuello de Lauren quien no podía dejar de sonreír. Definitivamente su hija había dicho como su primera palabra, sin contar el hecho de que era el sobre-nombre que Camila le había colocado a ella cuando iban al instituto.

—Solo nosotras dos podremos decirle Lolo ¿Si?—Bromeó dándole un beso en la frente mientras sonreía con lagrimas en los ojos.

—Si, mama—Dijo pausadamente. Este sin dudas sería un día que ninguna de las dos podrían olvidar en sus vidas. Camila dejó de contener las lagrimas y se acercó para abrazarlas. Lauren rió y incorporó a su novia junto a ellas. Sin dudas nada borraría su sonrisa dentro de mucho tiempo.