Capitulo 45 ¿It's you?

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—Cariño acompañame, junto a mi botella de vodka y un paquete de cigarrillos—Comenzó sonriendo torpemente.—Mientras escapamos...a un bosque oscuro...y disfrutamos de la noche—Dijo besándola.—Sólo hablando de nosotras....y cuán hermosas son las estrellas que podemos admirar en ese preciso momento—Recitó las oraciones que una vez leyó del libro de Lauren. Esta sonrió.

—Es impresionante como puedes recordarlo—Dijo.—Estando sumamente ebria—Terminó riendo como idiota.

—Nunca imaginé embriagarme de esta manera—Confesó.

—Lo haríamos cuando cumplirías la edad adecuada—Respondió Lauren. Camila asintió.

—Pero lo hacemos hoy, en un bosque a las dos de la madrugada—Recordó besándola.—Tienes gusto a vodka mezclado con cigarrillo—Rió.—Me agrada viniendo de tu boca—Terminó.

—Siendo sincera, desde el día en que te conocí no he querido conocer a alguien más—Dijo cambiando repentinamente de tema. Esto era común después de varias botellas y cajas de cigarrillos vacías.

—Yo ni siquiera pensé en conocer a nadie más—Respondió.—El imbécil vino a mi solo—Terminó riendo por lo ingenua que ella había sido.

—Quien separá a dos amantes nunca duerme tranquilo dicen—Recitó riendo, besándola torpemente.

—Seamos felices, total locas ya estamos—Terminó riendo, tomando un largo tragó a su bebida.

—También somos felices—Dijo mirando el paisaje, un pequeña risa se coló por sus labios.—Por ahora al menos—Concluyó. Camila tiró de ella, para darle un beso brusco pero con fines de ser delicado.—Soy tan tuya como quieras. Tan rara como lo he sido. Tan ridículo como te rías. Tan mía como quiero—Dijo sobre sus labios.

—Me gusta cuando me besas y presionas ligeramente mis labios—Confesó Lauren al separarse.—Me encanta cuando hacemos el amor..y me miras a los ojos con pasión...y esa sonrisa que hace que el escenario sea simplemente perfecto. Pero me enamoras en esos momentos en donde me abrazas en silencio—Arrastraba un poco sus palabras.—Con toda la protección y el afecto más grande de tu universo. Es cuando nuestros corazones son un complemento y nuestro camino....¿Sabes? Sólo nuestro—Terminó tirándose arriba de Camila para dejar una serie de besos que no pudo negar ni parar.

—Yo debo decir que confió plenamente en la casualidad de haberte conocido—Habló esta vez Camila luego de minutos sonriendo.—Que nunca intentaré olvidarte, y que si lo hiciera, no lo conseguiría—Continuó con la vista atenta de Lauren, arriba de ella.—Que me encanta mirarte y que te hago mía con solo verte de lejos—Sonrió sensualmente.—Y que adoro tus lunares...y tu pecho me parece el paraíso—Concluyó riendo levemente juntando sus labios tiernamente.

La amaba y era lo único que en este momento me importaba. Tres botellas de vodka habíamos consumido, el reloj de la pared estaba por marcar el numero cinco. Cigarros extendidos por la cama, quedaron de esa manera cuando Lauren quiso tomarlos y rompió la caja. El clima se veía frió pero estábamos lo suficientes calientes adentro. Anécdotas divertidas, penosas, alegres, amorosas, frías y oscuras transcurrieron junto a nosotras esta madrugada, la botella estaba a la mitad no sabría si podría seguir bebiendo, creía que ya era suficiente aunque Lolo dijera que era poco lo consumido, estaba sin dudas fuera de sus cinco sentidos. En ropa interior se levantó y prendió una pequeña radio que se encontraba en la habitación, la música comenzó a retumbar las paredes, ella estaba divertida bailando, sin preocupaciones simplemente divertiendose, extendió su mano hasta mi, por supuesto que no iba a negarme a su petición. Comenzamos a movernos divertida mente al compás del ritmo de la canción, en este momento ni recuerdo el nombre de quien la cantaba sinceramente. De un segundo a otro este cambió a algo más lento, más sensual, tal vez más de un estilo cincuenta sombras de grey, ella rápidamente unió nuestros cuerpos, podía sentir sus pechos en mi espalda, sus manos abrazando mi abdomen, su respiración en mi cuello. Algo más sensual que esta posición no creo que exista, mi cuerpo se tensó cuando un beso fue depositado en mi hombro desnudo, el solo contacto de su piel desnuda me paralizaba por completo. Lentamente fue moviendo sus caderas haciendo que el roce se intensificara de manera agresiva, sus manos vagaron a zonas peligrosas. Sin pudor alguno trazaban círculos haciendo que mi espalda se arqueara por el movimiento, su mano libre subió hasta sector más que conocido, masajeando uno de mis senos amablemente. La música no cambiaba de ritmo y agradecía profundamente por eso, no quería que el momento fuera cortado bruscamente por un ritmo no deseado, ahora tal vez. Su lengua comenzó a revolotear desde mi cuello hasta mis hombros, subiendo hacía la mandíbula, sus dedos aceleraron gracias al ritmo nuevo, agradecí por eso también. En tan solo dos movimientos mis bragas se encontraban lejos, en tan solo algunos segundos ya la tenía arrodillada enfrente mio, en cuestión de horas nos encontrábamos exhaustas en la cama. El reloj de la pared marcaba que el amanecer se acercaba, Lauren lentamente regresó con las caricias en mi centro, sus dedos marcaban territorio que solo era apto para ella, su lengua le daba el placer que nunca tuvieron con nadie más. Nuestras bocas se fundían en besos que parecían eternos, llenos de amor y lujuria, llenos de pasión desenfrenada y caricias delicadas. La guerra dentro no quería ni pensar en una tregua, ambas de par en par. La música esta vez volvía a ser un poco más movida, Lauren no perdía el ritmo, aumentaba y bajaba como quería pero sinceramente aquello me volvía loca, era una maldita experta. La intensidad solo aumentaba y aumentaba, ya no era lento, ni mi respiración, ni sus movimientos, ni mis ahogados gritos de placer, todo en general aumentaba. Su lengua recorrió toda mi intimidad nuevamente dejándome admirar la esplendorosa vista que tenía desde arriba, al cerrar los ojos el paisaje se cambiaba pero sin dudas seguían viniendo del mismo sentimiento, que solo ella me transmitía. Tocar el cielo y volver, eso era lo que sentía en cada penetración, mirar estrellas de colores y mirarla a ella, eso era lo que pasaba en cada estimulación. Mi sabor en su boca mezclada con mucho vodka y cigarrillos de menta completaban el panorama perfecto. Ella y yo fundiendonos en un "nosotras" era todo lo que había querido desde hace siete años.

Camren. ¿It's you?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora