Capitulo 27 ¿It's you?

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—Mueve tu trasero Mila estas retrasada—Ordenó Dinah.

Así es terminé decidiendo que iría, no tenía ni idea que iba a hacer ahí pero la curiosidad me ganó, la realidad es que estaba atrasada diez minutos, nada más. Dinah dijo que me acompañaría por si debía golpear a alguien, mi protectora...

—Estas segura de que es aquí?—Preguntó Camila mirando por la ventana del auto.

El sitio era oscuro ya que aún era de madrugada no se podía ver con claridad nada, tenía miedo estaba asustada, quien no lo estaría en un lugar así.

—Es aquí Mila, ¿Éstas segura de que el chico no era ningún traficante o algo parecido?—Cuestionó con humor pero preocupada en fin.

—Parecía un chico tranquilo—Respondió con duda.

Las apariencias engañan Camila cuando lo entenderás....

—Tal vez deberíamos volver—Opinó Dinah bajándose del auto.

—Si piensas eso ¿Por qué bajas?—Preguntó Camila caminando a su lado. Dinah se encogió de hombros.

—Será por la misma razón que tu quisiste seguirme—Dedujo.

El ruido de los tacones de Dinah retumbaba el lugar, el eco daba incluso más miedo. Este parecía un hotel completamente destruido pero los pisos aun brillaban, todo muy loco. Este tenía largos pasillos, nosotras caminamos en dirección recta por cualquier cosa corríamos velozmente o eso intentaríamos, al menos yo no tengo tacones.

—Parecé una película de terror—Comentó Dinah riendo.

—No me agradan estas escenas—Agregó Camila.

—¿Acá es cuando nos matan?—Preguntó con diversión.

—Me temo decirles que, si—Dijo una voz áspera, detrás de las mujeres.

¡Mierda y más mierda! Ambas estábamos con sogas atadas a nuestros cuerpos, comenzando por los pies, estos están atados a las patas de las sillas, seguido de esto esta el torso amarrado con el espaldar de la silla, las manos en la misma posición y completando el maldito recorrido por el cuello, este era sujetado por el poste detrás de la silla, una cinta en la boca y un asqueroso y sucio tipo adelante con un palo en la mano. Sin dudas nunca tendríamos que haber venido aquí.

—Señorita Cabello—Habló por fin.—¿Cómo esta usted?—Preguntó con un tono burlón.—Veo que no muy bien—Terminó riéndose.

Era idiota y muy idiota, su cara me era conocida pero claramente no era el chico del bar.

—¡Ops! Que idiota soy, mil perdones señoritas. Soy Austin, Austin Mahone—Se presentó.

En este momento no se quien era más idiota, si yo o el. Austin Mahone, ex empresario de Farret, 25 años de edad, heredero de una gran empresa, obviamente esa herencia fue nula después de la universidad.

—¿Me recuerdas Camilita?—Preguntó sonriendo.

Idiota.

—¿Quieres hablar?—Preguntó acercándose a Camila ladeando su cabeza. Esta asintió como pudo.

—¿Qué le hiciste?—Fue lo primero que preguntó, refiriéndose a su amiga que estaba dormida.

—Le di una pastilla, cuando despierte olvidará todo lo sucedido—Respondió con tranquilidad.

—¿Qué quieres?—Preguntó de nuevo.

—A ti—Respondió.—No puede ser que aún no lo entiendas—Terminó riendo.

—¿Entender?—Preguntó confundida.

—Exacto. Mi padre te quiere como su única nuera, si yo no me casó contigo mi herencia queda completamente perdida, y yo no quiero eso—Respondió sonriendo.

Cínico.

—Ese es tu problema—Escupió.

—¡Oh no mi vida! es nuestro problema—Repitió.

—No me casaré contigo—Concluyó.

—¿Por?—Preguntó sabiendo la respuesta. Camila se quedó callada no quería nombrar a su Lauren.

—Porque no quiero—Respondió.

—Nadie te preguntó si querías o no—Contestó con simpleza.—Te casarás conmigo si o si, Lauren no será un problema al contrarío ella facilitará las cosas—Terminó.

—No le hagas nada a ella—Ordenó Camila con miedo.

—Eso depende de como te comportes. Me la hiciste muy fácil viniendo hasta aquí sin resistencia ¿Sabes? De seguro pensaste que era una sorpresa de Lauren Jauregui, o Morgado—Comentó mientras se sentaba en una silla que estaba libre.

Fui una completa idiota.

—¿Qué es lo que quieres?—Repitió.

—Quiero que la dejes, que le digas que no la quieres nose inventa algo doloroso. Si puedes hacer que lloré mejor—Contestó riendo.—No le cuentes a nadie sobre esto, te estoy observando Camilita, tengo fotos de todos los lugares que ustedes frecuentan, conozco hasta su departamento. Será mejor que me hagas caso si no quieres ver que tu linda amiga de acá—Dijo acariciando el pelo de Dinah.—Terminé muerta—Concluyó. Camila tragó en seco. Estaba jodida.—Ahora yo te dormiré y cuando despiertes te largarás de este lugar, inventa alguna excusa. Recuerda no hablar del tema sino —Dijo apuntando la cabeza de Dinah.—Boom—Terminó sonriendo mientras le metía la pastilla a Camila en la boca.

Mis manos dolían, mi cuello me picaba, mis pies estaban adormecidos y mi cabeza estaba a punto de explotar, todo estaba oscuro, no entendía nada. Hasta que recordé todo, la amenaza de mi estúpido ex. Salí con el en la universidad, parecía un buen chico, era atento, amable, educado y muy caballero conmigo, me pidió que saliéramos un año después de conocernos, al principio no quería pero cuando le conté a mis padres prácticamente me obligaron a que lo conociera más. Después de terminar la universidad terminé con el, sinceramente nunca me gusto, si fui su pareja más que nada era para no sentirme sola y vacía, cosa que no logre alcanzar porque el recuerdo de Lauren siempre me destruía. Cuando terminamos me enteré que el a los meses perdió la herencia, su padre me agradaba y yo a el también, su madre era más protectora pero no era mala, y su hermana menor era la que mejor me caía, esta era completamente diferente a su hermano. Después de todo perdí el contacto con ellos, menos con Austin, el seguía siendo un empresario importante en la empresa, luego de un gran problema que causó fue despedido, era muy bueno pero distraído y ambicioso, esto nunca fue una buena combinación. Cuando se fue de la empresa no lo vi más pero ahora estaba muy cambiado, nada de trajes y corbata, nada de un peinado perfecto y cara limpia, vestía de manera informal y tenía barba, casi un vagabundo. Salí lo más rápido posible de ahí con una Dinah adormilada, era muy pesada pero pude al menos subirla al auto e irnos antes de que despertara ni siquiera sabría que decirle. Me había metido en un gran problema y no tenía ni idea de como saldría de este.

Camren. ¿It's you?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora